El tiempo para el que se lo trabaja

Mari José, Pau y Remo

 

A veces uno tiene la sensación de que hablamos idiomas desconocidos entre nosotros, o quizá de que nos escuchamos como quien oye llover… Por fortuna, hay algunas ocasiones (por raras, más celebradas) en que reconocemos en otras voces algún aspecto fundamental en el que venimos insistiendo cada vez que es necesario (casi siempre) y que ya empezábamos a silenciar voluntariamente. ¿Para qué repetir y repetir lo mismo si se ha de hallar el mismo asentimiento por respuesta, sin coherencia con las actitudes, medios, disposiciones, hechos en general?

Creo que no es en el terreno de los discursos donde se acaban desarrollando las buenas intenciones. Antes bien, éstas suelen desalentarse ante la inoperancia, la utilización meramente propagandística y la incoherencia que suelen acompañarlos.

Donde los pequeños cambios pueden transformar sustancialmente tantas cosas, es en la práctica. No obstante, se agradece profundamente encontrar en el camino algún armónico. Transcribo unas líneas del libro de Joan Domènech Francesch Elogi de l’educació lenta, Barcelona, Graó, 2009.

 

Amb tota la ironia possible, també vull agrair la col·laboració d’alguns col·legues de professió i de l’Administració, ja que constantment em donen arguments en contra per defensar les idees d’aquest petit assaig i combatre el conservadorisme que ens intenten transmetre a través de tantes disposicions oficials, declaracions, reivindicacions, discursos i articles d’opinió. Les seves conviccions corporatives, quantitatives, accelerades i mercantilistes de l’educació, fetes potser amb la millor de les intencions, constitueixen un estímul constant, com a contraexemple, en el nostre treball quotidià, per fer possible una nova i lenta escola pública.

 

………….

 

La velocitat fa perdre el sentit, el gust i el plaer que ens provoquen les coses. Mengem ràpid i no sabem ni què mengem. Fem l’amor en un instant. Quan es va a una gran velocitat, no es gaudeix del paisatge. No pensem, ni reflexionem, ens convertim en robots o autòmats. (Trechera, 2007)

 

……………..

 

Pues eso. Permitidme que repita una vez más la palabra que considero clave en toda esta vorágine, sobre todo quienes la lleváis oyendo muchos años en claustros y reuniones de todo tipo: priorizar. Y no olvidemos que al final no elegir es una forma de elección (dejar que elijan por ti).

 

El tiempo para el que se lo trabaja.

Deixa un comentari