¡Hola a todos!
Como ya os he dicho en clase, tenéis que pasar vuestras redacciones a limpio, sin faltas de ortografía e introducirla como un comentario en este mismo artículo. Podéis leer las historias de vuestros compañeros y opinar. Algunas están muy bien, la verdad.
Venga, pasadlo bien leyendo vuestras historias.
En un día de verano como todos los demás,mientras mis amigos se aburrían,yo les propuse contarles una historia de amor que le había pasado a una compañera del instituto.
La historia comienza en el aeropuerto de Barcelona,una chica llamada Isabel,hipotéticamente, quería ir a Mallorca. Había oído hablar de sus playas,de sus calas y quería ir a visitarla.
Con poco dinero pero con mucha ilusión encontró un asiento a buen precio y sin pensarlo,se embarcó. Rumbo hacia Mallorca pensaba que tendría pocos días para visitar la zona pero estaba muy contenta por conocer Mallorca.
A la llegada del hotel se encontró que se organizaba “La fiesta Blanca” y lo único que exigía es que vistiesen de blanco y así lo hizo,fue una fiesta genial y allí fue adonde encontró el chico especial. Al día siguiente alquiló un coche para ir a la playa de Calviá era preciosa,el agua de un color azulverde
cristalino,y la arena blanca y fina. Su asombro fue encontrar al lado mismo de su toalla el chico de la fiesta. Allí empezaron a conocerse mejor. Sin darse cuenta se les hizo de noche,y empezó “La fiesta del Fuego”.
Esa fiesta consistía en hacer unas fogatas en la arena blanca de la playa,bailar alrededor de ella,escribir deseos y para que se cumplieran se tenían que quemar en la fogata. Así se pasó toda la noche juntos y felices.
Al despertar al día siguiente se fueron a las cuevas de Drach,y allí en el subterráneo le prometió su amistad y su amor.
Fueron unas vacaciones geniales,en unos días de verano como todos,donde se aburrían mis amigos.
LAURA
Como todas las mañanas, muy temprano, Laura paseaba a sus dos perros por la playa.
Le gustaba sentir en su rostro y en su pelo la brisa salada que llegaba del mar, a esa hora temprana en la que solo se oían los graznidos de las gaviotas que, a veces, parecían risas burlonas al unísono.
Hundía sus pies en la húmeda arena, dejando un rastro de pasos que, constantemente, las olas borraban.
Sus dos perros, Nerón y Sultán, saltaban nerviosos a su alrededor, esperando salir disparados a la caza de los palos que Laura les lanzaba con todas sus fuerzas, para volver, lo antes posible, con ellos entre los dientes, y repetir el juego una y otra vez.
A veces, cuando el oleaje era más fuerte, le fascinaba contemplar como se rompía contra las rocas del extremo de la cala, admirando los poderes que tenía la bella naturaleza.
En otras ocasiones, con el mar en calma, miraba al horizonte, dejando que el ruido de las pequeñas olas influyera en sus sueños más secretos.
Esos momentos de soledad frente a la azul inmensidad, llenaba a Laura de energía para afrontar su jornada de trabajo y hacían que, por la noche, sus problemas cotidianos le parecieran menos importantes.
Por eso, a la mañana siguiente, como todas las mañanas, muy temprano, Laura paseaba a sus dos perros por la playa.
Miami Beach
Selena, la chica propietaria de uno de los bares en la playa de Miami “liver”. Ella es una chica muy guapa y según lo que dicen muy simpática también, pero lo que más suele interesar al conocerla es que no pertenece a Miami, sino a España. Nació en Cataluña (Barcelona, Calella).
Le pertenece uno de los bares de más alto estanding de Miami, es carísimo y muy lujoso, original y poco común. El bar está en medio de la playa, sobre de la arena blanca, y debajo de unas palmeras preciosas…súper exóticas.
Lo más peculiar de este bar es que las paredes son de cristal, y el cristal recorre desde el principio de la arena hasta el agua, lo que significa que puedes terminar de tomarte unas copas e irte al agua directo. El bar está abierto las veinticuatro horas. Los camareros y camareras siempre están de buen humor, a todas horas y pase lo que pase.
Selena no solo tiene este bar, sino que también es propietaria de un restaurante “chill-out”, unos de los restaurantes más relajantes de Miami.
Selena, la propietaria del restaurante y el bar, es una chica bastante atractiva. El pelo lo tiene rizado, casi por la cintura, y no es un rizo quemado ni mal cuidado, todo lo contrario, es un rizo más bien grande, brillante y con un rebote bonito. Es bastante delgada, morena de piel, y con los ojos verdes vidrio, un verde muy peculiar. Es muy alta, con una sonrisa muy blanca y perfecta.
Selena suele tumbarse al sol a las cuatro de la tarde hasta las seis normalmente, mientras que chicos la contemplan. A ella le da exactamente igual que la miren, porque ya está acostumbrada.
Selena tiene muy pocos amigos, porque la mayoría la quieren por interés, y ella, a eso no le llama amigo. Selena suele ser poco presumida de lo que tiene o deja de tener.
La gente, de la primera persona que habla cuando llega a Miami es de Selena… “¿Quién es Selena?”, “Selena, la chica propietaria del bar “liver” y del restaurante “chill-out” ”
Claudia Garcia Armada 2C