L’ACTIVITAT ECONÒMICA

En aquesta unitat estudiarem com s’organitza l’activitat econòmica, quins són els grans centres de l’economia mundial i quins problemes es deriven de la manera com funciona.

OBJECTIUS

  1. Quines són les fases de l’activitat econòmica.
  2. En quins sectors s’agrupen les diverses activitats.
  3. Qui intervé en l’activitat econòmica.
  4. Quins són els factors productius.
  5. Quines característiques presenten els diferents sistemes econòmics del món.
  6. Per què s’està produint una globalització de l’economia
  7. Com actuen les grans institucions econòmiques internacionals.
  8. Quins són els centres de l’economia mundial.
  9. Quines són les potències econòmiques regionals.

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Marlluch

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  • El rey dólar recupera su trono

    La moneda estadounidense vuelve a ser la divisa más atractiva por la fortaleza del crecimiento de EE UU y la debilidad de las economías de Europa y Japón

     [EL PAÍS, VICENTE JIMÉNEZ / SANDRO POZZI Nueva York 14 DIC 2014

    El rey ha vuelto y está dispuesto a quedarse. Tras una década en la sombra y acompañado por una caída en el precio de las materias primas, el dólar ha recuperado, entre el desconcierto de Wall Street y de muchos bancos centrales, su lugar primordial en la economía global. La razón principal es que EE UU se recupera de la gran crisis de 2008 con más velocidad y fortaleza que sus rivales europeos y asiáticos. El presidente Barack Obama prometió devolver a su país la fortaleza perdida. Los mercados han estado esta vez de su lado en el tramo final de su mandato.

    La rehabilitación del billete verde no parece fugaz. Su atractivo como refugio para los inversores crece ante la perspectiva de una subida de tipos de la Reserva Federal en 2015 una vez cerrado su programa de compra masiva de deuda. Por el contrario, los bancos centrales de las economías estancadas bajan sus tipos para cebar el crecimiento en medio de una gran incertidumbre. El Banco Central Europeo (BCE), por ejemplo, mantiene el precio del dinero en un mínimo histórico del 0,05%. Dada la timidez y el reducido margen de maniobra institucional de la institución que dirige Mario Draghi, un euro débil que anime las exportaciones es una forma de estimular la economía de la región.

    Los agoreros del fin del dólar como moneda de referencia andan estos días buscando argumentos. Tiempos atrás, en un contexto de dinero barato en EE UU, los primeros años del euro y la irrupción de China como coloso económico, la divisa estadounidense perdió popularidad entre los bancos centrales y los inversores, que se divirtieron con otras monedas. La situación se ha corregido. Las condiciones están dadas para un repunte de varios años, según anuncian no pocos especialistas.

    El dólar ha alcanzado estos días su máximo en cinco años en la canasta de divisas de referencia. Desdesu hundimiento en 2011 se ha apreciado un 20% y ha recuperado el nivel de antes de la crisis. Con respecto a abril de ese año, cuando la moneda tocó fondo con respecto al resto de divisas para rebotar hasta hoy, su apreciación con el euro ha sido del 14% (con un ascenso vertiginoso del 8% en los últimos seis meses). El yen japonés y el real brasileño han caído el 39% y el 40%, respectivamente, con relación al dólar en el mismo periodo. Con un crecimiento mínimo y una enorme deuda, el yen tiene todos los números para continuar su caída.

    Pese a todo, en términos históricos, o recordando periodos de gran fortaleza como la presidencia de Bill Clinton en los años 90 o la de Ronald Reagan en los 80, el dólar está todavía por debajo de su valor. Binky Chadha, economista del Deutsche Bank, considera que todavía le queda otro 20% de recorrido, según dijo en una de las habituales reuniones de perspectivas de fin de año que se celebran en Nueva York.

    El ‘billete verde’  ha tocado su máximo de los últimos cinco años

     

    Divises

     

    La brecha entre el crecimiento de EE UU y el resto del mundo no había sido tan grande en mucho tiempo. El crecimiento estimado para 2015 es del 3,1%, por encima de Europa y Japón: 1,3% y 0,8%, respectivamente, según el Fondo Monetario Internacional. En el tercer trimestre del año, el PIB estadounidense creció un 3,9% con respecto al año anterior, mientras que el de la eurozona lo hizo al 0,8%. No es solo Europa la que no remonta. China e India también están en dificultades.

    Los tipos de cambio tienen ganadores y perdedores en un continuo juego de papeles intercambiables. Multinacionales estadounidenses como IBM o McDonald’s han indicado que el alza del dólar es viento de cara para su negocio. Los países que compran productos a EE UU, por su parte, pagarán más, pero, como contrapartida, sus exportaciones serán más competitivas, dada la debilidad de sus monedas. Estos días, la prensa económica de EE UU ha destacado cómo los puertos de Long Island y Los Ángeles tienen a muchos barcos repletos de mercancías haciendo cola para descargar. Habrá turbulencias, claro. Las transacciones en dólares se han triplicado en la última década hasta los 9 billones de dólares. Muchas empresas y bancos con deuda en dicha moneda tendrán que pagar intereses más caros.

    La debilidad ajena es una fortaleza propia. Con esta premisa se observa la situación de Europa desde EE UU. El pesimismo hacia la marcha del Viejo Continente se palpa en los eventos con analistas que se celebran estos días en Manhattan. Bank of America proyecta un PIB del 1,2% para 2015, frente al 0,8% de este ejercicio. “Hay un gran problema de confianza y estructural, por las elevadas cifras de desempleo, que no se resolverá con ese crecimiento de 1%”, valora el economista Ethan Harris.

    Los expertos creen que aún puede subir otro 20% frente al euro

    Deutsche Bank ofrece una previsión similar. “Es un crecimiento muy bajo, sobre todo si se piensa que equivale a una tasa trimestral del 0,25%”, matiza Binky Chadha. Pese a todo, nadie pronostica una vuelta atrás a la situación vivida con la crisis de la deuda soberana. Peter Fisher, director de BlackRock, no descarta incluso que Europa pueda sorprender positivamente a los mercados a lo largo del próximo año, pero como producto de las bajas expectativas. “La vara de medir está muy baja”, señala.

    Aunque es complicado poner ahora un precio, precisamente por esa incertidumbre, los analistas ven la moneda europea en los 1,20 dólares a lo largo de 2015. Incluso podría bajar a los 1,15 dólares en 2016 si la economía de la zona euro no mejora. “Entonces es cuando habrá que preocuparse”, advierte Harris, para quien el catalizador de esta fuerte corrección está en el anuncio de compra de deuda realizado por el BCE.

    “El BCE va a mantener los tipos bajos durante un largo periodo y eso debilita al euro”, señalan desde Credit Suisse. En el caso de la libra esterlina el cambio se mantendrá estable porque tanto el crecimiento como la política monetaria del Reino Unido son consistentes con los de EE UU.

    En Wall Street recuerdan que cuando el euro se cambiaba a 1,40 dólares hace unos meses, los fundamentales de la economía europea eran los mismos. “Pero, de golpe, fue como si el equipo de Mario Draghi estuviera perdiendo credibilidad para mantener el objetivo de inflación. Por eso, ahora se está viendo obligado a actuar”, explica John Shin, analista de divisas en Bank of America.

    Nadie en Wall Street tiene un modelo para determinar la dirección del dólar y de las principales monedas, ya que son muchos los factores en juego. A la espera de ver cuándo y de cuánto será el estímulo del BCE el otro gran factor que moverá los tipos de cambio, coinciden los analistas, será la marcha de EE UU.

    La proyección de Bank of America es de un crecimiento del 3,3% en 2015, más de un punto por encima de lo visto hasta ahora en la recuperación. La incógnita está en si la Reserva Federal se adelanta a las expectativas del mercado respecto a los tipos de interés. Lo esperado es que encarezca el precio del dinero a mediados de año y que vaya levantando el freno de forma gradual.

    La historia indica que el billete verde tiene aún margen para apreciarse hasta la primera alza de tipos desde la crisis. Por ello, Credit Suisse anticipa una pausa en la apreciación del dólar a mediados de 2015, cuando se materialice la primera subida. A largo plazo, apuesta por una revalorización, especialmente frente al euro, el franco suizo y el yen.

    El dólar, señalan desde Goldman Sachs, “sigue siendo una moneda barata”. Lo único que podría frenar la escalada es que de golpe la actividad en Europa empiece a beneficiarse de la estrategia monetaria expansiva del BCE y del relajamiento fiscal. Además, esperan que las reformas estructurales emprendidas empiecen a estimular la demanda.

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ACTIVITATS ECONÒMIQUES (Imatges)

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Entrevista a Michelle Bachelet, Presidenta de Xile [Javier Moreno, el País, 29-10-2014]

“A propósito de la reforma fiscal, la que más ruido ha levantado, junto con la educativa, le pregunto a la presidenta si, como ella decía antes, los tiempos fueron medidos. O si no lo fueron, si ello creó tensiones innecesarias. La reforma se aprobó únicamente con los votos de la coalición de gobierno, y sólo al final, ante la evidencia de que iba a pasar por el Senado sin cambios, se dieron conversaciones con la oposición, se aceptaron algunas de sus enmiendas y la ley salió por consenso. Los empresarios, que siempre se mostraron contrarios al aumento tributario, acusaron la tensión y la incertidumbre. ¿Se podría haber enfocado de otra manera desde el principio, sin estos tres o cuatro meses de irritación continuada?

Quién sabe. Tal vez si no hubiera pasado lo primero, no hubiera pasado lo segundo. Yo lo único que quiero decir es que recibí a todos los partidos acá, en este mismo salón, y a todos les dije lo mismo: si todos ustedes tienen propuestas —desde el comienzo, no en la segunda parte, desde el principio—, que mejoren la propuesta nuestra, pero que mantengan dos objetivos fundamentales que tiene la reforma: que junte 8.000 millones de dólares [6.277 millones de euros] y que avance en equidad tributaria, [apórtenlas]. Esos dos criterios, si se mantienen, yo no tengo ningún problema en recibir y escuchar. Y la verdad, es que no hubo una actividad tan inmediata de entrega de propuestas…

Esos ingresos adicionales permanentes de los que habla la presidenta, 8.000 millones de dólares, unos tres puntos porcentuales del PIB, llevarán la carga fiscal en Chile, sin contar con las contribuciones sociales, a un 23% del PIB, aún por debajo de la media de los países de la OCDE, que es del 25%.
Es dinero necesario, según Bachelet, para invertir en una mejor educación que a medio y largo plazo mejore la competitividad de Chile, provea empleos más cualificados y el país siga escalando en riqueza y bienestar como lo ha venido haciendo en las últimas décadas. También para reducir la desigualdad, otra de las grandes batallas de Bachelet. Chile tiene una renta per cápita de 23.000 dólares, no muy lejos de Portugal o Grecia, pero con una profunda desigualdad que la presidenta confía en combatir también con la reforma fiscal. [….]

En apenas día y medio en Santiago, le comento, he escuchado varias cuñas en la radio convocando a una próxima manifestación contra la reforma, en las que se asegura que su Gobierno quiere cerrar 1.500 escuelas con la reforma educativa.

Por eso le estoy diciendo que hay toda una campaña del terror frente a estos cambios totalmente injustificada. Nosotros no queremos cerrar los colegios privados, no queremos que solamente haya escuelas públicas; pero lo que sí queremos es que las escuelas que sean privadas garanticen calidad de educación. De los colegios que son particulares, subvencionados, pero con fines de lucro, algunos son buenos; pero hay un grupo muy importante que, lamentablemente, cuando uno ve los estudios a largo plazo, muestran que tienen más males incluso que los municipales públicos. Entonces, los recursos públicos que se están gastando en importantes cantidades en esos lugares no están sirviendo para que los jóvenes tengan una educación de calidad. El objetivo esencial es que la educación se transforme de lo que es hoy día, un bien de consumo y el que puede pagar paga la mejor que hay; y el que no puede, le toca la que le toca; o sea, municipal o particular subvencionada, que puede ser o no ser de buena calidad y no logra muchas veces que los chicos que pueden ser talentosos lleguen a la universidad. En la época de la dictadura, la educación pública pasó a depender del municipio y si el municipio tiene recursos, puede tener unos liceos y escuelas estupendas con buenas tecnologías; y si el municipio es pobre, pues se refleja también en las escuelas. La primera gran decisión es que la educación no puede seguir dependiendo de los municipios, pasa al Estado de Chile, vuelve al Estado, donde estaba previo a los años ochenta, en un sistema descentralizado, a nivel regional, provincial y local, pero es el Estado entonces el que garantiza los recursos y no depende ni de la voluntad del alcalde ni del valor que el alcalde le dé a la educación.”

“Demografía, empleo y recuperación”[Josep Oliver, el Periódico, 30-10-2014]

 

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado sus estimaciones de cambio poblacional para los próximos 50 años. De sus conclusiones sobre la debacle demográfica del país, tres aspectos merecen consideración. Primero, la magnitud del cambio en el corto y medio plazo; segundo, sus potenciales efectos sobre el mercado de trabajo; y, tercero, su impacto sobre la recuperación y, más allá, sobre nuestro futuro económico.

Si nos ceñimos a los próximos 15 años, las perspectivas son descorazonadoras, aunque la esperada caída de la población en España en 5,6 millones en 2064 sea más que aterradora. Primero, entre el 2014 y el 2029, el total de menores de 16 años se reducirá un 25% (de 7,5 a 5,6 millones). Segundo, los mayores de 64 años aumentarán un insólito 34% (de los 8,4 a los 11,3 millones). Tercero, la cohorte más relevante para nuestro futuro inmediato (aquella entre 25 y 44 años) experimentará una caída de un excepcional 29% (de los 14 a los 10 millones). Y ello como resultado de una contracción del 22% para los de 25 a 34 años (de 6,2 a 4,8 millones) y de un insólito 34,3% negativo para los de 35 a 44 (de 7,9 a 5,2). Cuarto, estabilidad para la generación de 45 a 54 años (en los 7 millones). Y, finalmente, aumentos en los extremos de la población en edad de trabajar. Del 30% para los de 55 a 64 años (de 5,4 a 7 millones) y del 10% para los de 16 a 24 años (sobre los 4 millones de 2014). En suma, en el 2029 la población de 16 a 64 años experimentará un doble choque: reducción absoluta de 2 millones (un 6,5%, desde los 30,6 a los 28,6 millones) y marcado envejecimiento. Y el mismo proceso se dará para el conjunto de la población.

Aumento del gasto en pensiones

Los efectos sobre el mercado de trabajo son ya perceptibles. Parte de la reducción del desempleo deriva de esta pérdida demográfica, y ayuda a comprender la disparidad entre el aumento de la ocupación y el retroceso del paro: en el último año, 270.000 nuevos empleos frente a 520.000 parados menos. Pero esta mejora es pan para hoy y hambre para mañana. Y no solo porque el peso de los individuos de 65 y más años sube, del 18,2% de la población de hoy al 24,9% en 2029, con lo que ello implica de aumento del gasto en pensiones. Sino porque el mercado de trabajo no es homogéneo, y el aumento de efectivos potenciales de 45 y más años solo puede compensar parcialmente la reducción de los de 25 a 44. Las calificaciones y habilidades requeridas para cada puesto de trabajo no permiten una sustitución sustancial entre ambos colectivos. Quiere ello decir que en el futuro cercano nos aguarda paro estructural de edades intermedias y altas, y demanda insatisfecha de jóvenes formados. De nuevo, la salida será la inmigración.

Finalmente, estos cambios están ya teniendo un negativo impacto sobre la recuperación y, más allá, sobre nuestro crecimiento potencial. A corto plazo, las lanzas de la expansión se han trocado en cañas. Y de la plétora demográfica y los insólitos crecimientos del inicio del milenio hemos pasando a la situación inversa, con todos los negativos efectos que ello tiene sobre la demanda interna (consumo e inversión). Por ejemplo, la demanda de vivienda principal está estrechamente vinculada a la creación de nuevos hogares. Y, aunque el INE espera que, en el 2029, el número de familias habrá aumentado en un millón, la dinámica poblacional remite a un crecimiento de aquellas integradas por personas mayores, y caídas en las de edad intermedia. Y lo que es cierto para la vivienda, lo es para los bienes durables a ella vinculados, o a otros componentes del consumo, dada la mayor propensión al gasto de los más jóvenes.

Caída en la tasa de ahorro

En el más largo plazo, deberemos afrontar la inevitable caída en la tasa de ahorro, y su negativo impacto en la inversión. Aunque individualmente los jubilados tengan una propensión al ahorro más alta que el resto de la población, lo cierto es que consumen recursos financieros que les transfieren las generaciones más jóvenes. Mayor número de jubilados implica, inevitablemente, menor ahorro familiar.

En los últimos 30 años, nuestros gobernantes han cerrado los ojos a la espectacular caída de la tasa de natalidad. Ello se ha traducido en una dramática falta de apoyo a las familias jóvenes, desde una política de guarderías que merezca ese nombre a la conciliación familiar o desde los horarios a las ayudas directas a los hogares con niños, entre otras medidas.

Pero, finalmente, el pasado nos ha atrapado. Además, hoy, el futuro está ya escrito parcialmente. Y aunque aún habría tiempo para la corrección más allá de 2030, no parece posible. Nuestra sociedad se dirige impertérrita hacia el desastre, hipnotizada, incapaz de reaccionar. Pasen y vean el mañana, aunque lo que hallarán es desagradable y amenazante. Bienvenidos.