El poder i l’autoritat

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Di, ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mi,
manantial de nueva vida
de donde nunca bebí?

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón;
era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.

Antonio Machado

Al meu entendre Parker Palmer en el seu llibre “The courage to teach”, (El coratge d’ensenyar. Explorant el paisatge intern de la vida d’un mestre), posa llum, clarifica molt, aquest tant antic i actual debat al voltant dels conceptes d’autoritat i poder, que aparentment semblen la mateixa cosa, però que com podrem veure, són molt diferents.
Aquesta diferenciació jo ja l’havia trobat en texts de Krishnamurti, però en el llibre de Parker Palmer es exposada de forma molt clara i senzilla:

“Escuchar al maestro interno ofrece también una respuesta a una de las preguntas más básicas a que los maestros se enfrentan: ¿Cómo puedo desarrollar la autoridad para enseñar, la capacidad de permanecer de pie en mi terreno en medio de las complejas fuerzas de ambos, la clase y mi propia vida?

En una cultura técnica, a menudo confundimos autoridad con poder, pero los dos conceptos no son la misma cosa. El poder funciona o trabaja de fuera a dentro, pero la autoridad trabaja de dentro a fuera. Estamos equivocados cuando buscamos la autoridad fuera de nosotros, en lugares que oscilan desde la sutil habilidad de una dinámica de grupo hasta, ese menos que sutil método de control social llamado gradación o clasificación de acuerdo a la calidad. Esta visión de la enseñanza convierte al maestro en el policía de la esquina, tratando que las cosas se vayan moviendo amigablemente y con consentimiento pero siempre teniendo el recurso del coercitivo poder de la ley.

Las herramientas externas de poder pueden tener ocasionalmente utilidad en la enseñanza, pero no son un substituto de la autoridad, de la autoridad que proviene de la vida interna del maestro. La clave está en la palabra misma, la cual tiene autor en su núcleo. La autoridad está garantizada a las personas que son percibidas como autores de sus propias palabras, sus propios actos sus propias vidas, en lugar de representar el rol de un guión que no tiene ninguna conexión con su corazón. Cuando los profesores dependen del poder coercitivo de la ley o de la técnica, ellos no tienen ninguna autoridad.

Yo tengo perfectamente claro las veces que en mi propia enseñanza perdí el contacto con mi maestro interno y por consiguiente con mi autoridad. En esos casos trataba de ganar poder atrincherándome detrás del podio y mi estatus mientras blandía la amenaza de las calificaciones. Pero cuando mi enseñanza está autorizada por el maestro interno, no necesito ni armas ni armadura para enseñar. La autoridad viene cuando yo reclamo mi identidad e integridad, recordando mi ser y mi sentido de la vocación. Entonces enseñar puede venir de las profundidades de mi propia verdad –y la verdad que está en mis alumnos tiene la oportunidad de responder de igual manera”.

Parker Palmer en el seu llibre no es queda només amb aquesta clarificació conceptual sinó que va més enllà i dona moltes idees per tal d’anar coneixent cada vegada més aquest mestre intern que tots tenim a dins. Però, a més a més, als US d’Amèrica ell va crear, ja fa anys un programa per treballar i ajudar a descobrir aquest mestre intern.
El centre que es cuida de desenvolupar el programa és:
Center for courage and renewal
www.CourageRenewal.org

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