Esta vez el reto cambia un poco, en lugar de ser individual será en pareja. El funcionamiento es el mismo, deben aparecer todas las imágenes y tener sentido, pero con una dificultad extra, tenéis que seguir las indicaciones que aparecen más abajo y que hemos trabajado en clase sobre el texto narrativo.
A por él. A ver como nos sorprendéis.
El documento de slideshare es una adaptación del post de @smoll73, Cómo redactar un texto narrativo con la ayuda de una plantilla, gracias por compartir.
El otro día Mishka caminaba despistada, pensando en porque se habían mudado, ella y sus padres, de Rusia a Tokio. En ese momento se cayó en un hoyo… cuando levantó la vista y miró a su alrededor, recordó su barrio de Rusia, casitas de madera, un campo de berenjenas… pero hubo una tienda que le llamo la atención, “La casita S¨chlovin¨skì”. Mishka intento entrar, pero estaba cerrada con llave a continuación miro por el ojo de la cerradura, lo unico que consiguió ver fue a una señora echando maderas y papeles a la hoguera. Decidió esperar a que abrieran la tienda para no molestar.
Después de unos minutos la tienda se abrió y salió una señora un poco rellenita, con gafas redondas, pero lo que más destacaba de ella era su pelo recogido con un gran moño gris y dos palillos chinos clavados.
Al acercarse para preguntar si estaba la tienda abierta vio acercarse decenas, cientos, miles de escarabajos, se puso a gritar y cuando vio aún más escarabajos se puso a correr, dejando un rastro de huellas. A los pocos minutos de correr Mishka quedo exhausta y se desmayó.
Al despertar estaba en su casa, entonces, vio caer una carta al suelo sin remitente. Sin pensarlo ni un segundo la leyó. “Hola Mishka, me llamo Soledad, soy la dueña de la casita S¨chlovin¨skì, siento mucho que te hayas asustado, es que estaba haciendo limpieza general y a mis mascotas no les gusta ese olor. Te pido que no le cuentes a nadie lo que has visto porque desaparecería. De cualquier forma te ruego que te deshagas de esta carta”.
Mishka, después de leerla, salió al jardín, cavó un hoyo y enterró la carta. En ese momento apareció la señora Soledad que le dijo: – Gracias por no descubrirme, como agradecimiento cada viernes puedes venir a mi tienda y coger una cosa gratis. Lo único que tienes que hacer es apretar dos veces este collar que te doy y decir: La casita S¨chlovin¨skì.
Desde ese día, Mishka iba cada día a la La casita S¨chlovin¨skì a correr aventuras.
De: Helena y Andrea Pedra