La leyenda trata de una mujer indígena que tenía un romance con un caballero español. Fruto de ese romance, nacieron tres niños, que la madre atendía siempre en forma devota. Cuando la joven comienza a pedir que la relación sea formalizada, el caballero la esquiva, quizás por el temor al que dirán. Dicho y hecho, un tiempo después, el hombre dejó a la joven y se casó con una dama española de alta sociedad. Cuando la mujer se enteró, dolida y totalmente desesperada, asesinó a sus tres hijos ahogándolos en un río. Luego la misma mujer que mató a sus hijos le fue a decir al padre de los tres hijos, el señor español, que al fin van a ser felices que no se preocupe que ya están muertos y el padre con tanto odio le da un puñetazo a la madre de los tres hijos ahogados, la mujer sabía que el marido ya no le iba a perdonar por matar a sus propios hijos así que la mujer desesperada también y coge un cuchillo y le intenta cortar el rostro al marido y el marido no se deja y clava el cuchillo en el vientre de la mujer. El marido encierra el cuerpo de la mujer en el sótano de la cabaña que tenían. Pasados tres años el alma de la mujer llamada “la llorona” comenzó a caminar por las calles de México, donde algunas personas afiman haver visto a la llorona caminando con el lamento de “AYYY MIS HIJOS!!!!!”.
Aquí verán un video a donde se presenta la llorona, los que grabaron no son actores:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=VrOYXZszEao[/youtube]

Una vez cuando tenía 5 ó 7 años mi padre me contó una historia que decía, que cuando era pequeño él estaba en la masía, quiso ir con los perros a dar una vuelta, y así lo hizo. Empezó a andar hacia las montañas, luego fue directamente hacia un bosque y miró en un sitio donde no se veía y estaba lleno de pinos caídos, mi padre quiso entrar para ver lo que era y si había algo. Entró y vio que era una cueva, luego los perros oyeron un ruido y se fueron a toda velocidad, pero mi padre no se fue y quiso saber porque se asustaron, entonces vio unos dientes afilados como un cuchillo y también una cola que era enorme y así al ver aquello mi padre pensó que podía ser un perro muy grande. Luego mi padre se fue a la masía a coger una linterna y fue a la cueva otra vez, cuando encendió la linterna vio que no era un perro sinó que era un dragón!! Tenía una cola, dos cabezas,  era de color verde, tenía una alas enormes…Luego el dragón se asustó y se fue volando, el dragón no volvió pero a veces en la cueva hay señales de que ha vuelto.

Cuenta la leyenda que hace muchos años, en un pueblo encantado llamado Rotten Hill había tres fantasmas de tres hombres,  a los cuáles mientras vivían los trataron muy mal y entonces con sus espíritus acordaron que asustarían y les darían miedo a los ciudadanos de aquel pueblo porque si ellos lo pasaron mal, entonces todo el pueblo también, en agosto, que ya hace más calor, el ayuntamiento de Rotten Hill organiza una cena popular donde los ciudadanos tienen que llevar comida, bebidas…Al finalizar la cena, el ayuntamiento coloca una lona cubriendo toda la plaza mayor para que todos se puedan tumbar para ver a las estrellas y divertirse jugando por allí. Ya hace unos años, en esta cena, a medianoche aparecieron unas sombras muy raras y mucho humo, luego, un ratito después empezaron a sonar voces muy fuertes y risas malignas, sí, eran los espíritus para asustar a la gente. Todo el pueblo estaba aterrorizado.Unos meses después, todo fue a peor, en fiestas mayores por las noches que siempre hay fiesta los fantasmas aparecían, pero esta vez los insultan, a veces intentaban pegar a los ciudadanos y todo era un caos, ¡no lo podemos permitir!, dijo el alcalde. Unos días mas tarde, el ayuntamiento convocó una reunión para todo el pueblo a las 6 en el casal del barrio. Cuando llegó todo el pueblo empezó a hablar el alcalde:
– Ciudadanos de Rotten Hill, tenemos un grave problema con esto de los fantasmas porque nos harán daño. Lo que hemos pensado el ayuntamiento y ha sido que en las fiestas y banquetes que hagamos que los invitemos así quizá se pondrán contentos y no le harán daño a nadie.
Todos los ciudadanos estuvieron de acuerdo y  unos días después organizaron una fiesta y a medianoche aparecieron los fantasmas. El alcalde cogió un altavoz y gritó:
– Fantasmas, escuchadme por favor. Lo que queremos decir yo, el ayuntamiento y el pueblo es que si os gustaría que os invitáramos a las fiestas que hacemos y así vosotros os lo pasaríais bien y nosotros también.
Los fantasmas pararon y empezaron a bailar y a cantar, fue súper divertida la fiesta.Desde hace unos 8 ó 9 años, allí en Rotten Hill hacen una fiesta especial para ellos. Y  los fantasmas al fin y al cabo como allí se los trataba bien acordaron que si alguien quería robar al pueblo o atacar, ellos lo defenderían.
Marionna Artal Fauquer

Esta leyenda trata de un dinosaurio que apareció en Flix en el año 1045 donde todo era prehistórico. En Flix tenían un río muy largo y estrecho que se llamaba Ebro, la gente del pueblo quería cruzar el río para ver que había en el otro lado pero no sabían cómo hacerlo.
Cuando llegó el dinosaurio al pueblo, la gente corría arriba, abajo. No sabía dónde ir o donde esconderse, pero al dinosaurio le hizo mucha pena que le tuvieran miedo, pero el chico más rarito del pueblo que sabía el lenguaje del dinosaurio, fue hasta él y le dijo que sólo quería ayudar al pueblo atravesar el río. Entonces el rarito grito para que le oyeran todos que el dinosaurio era inofensivo y que sólo quería ayudar al pueblo. Todo el pueblo lo rodeó y le dijeron lo que tenían pensado hacer que querían atravesar el río. Al dinosaurio le pareció fácil pero el pueblo lo miraba con cara de extrañado.
La idea del dinosaurio era hacer un puente de una punta al otro de río. La gente de la prehistoria no sabían de dónde sacar el hierro, y el dinosaurio marchó corriendo y volvió 5 minutos más tarde con dos bigas bajo brazo, las colocó sin problemas, luego le hecho tierra y acabo de hacer el puente. El pueblo contento comenzó darle las gracias al dinosaurio y cruzaron el puente corriendo hasta llegar a la otra banda. Allí encontraron comida, madera para hacer fuego,

Gracias al dinosaurio los habitantes de este pueblo pudieron vivir con tranquilidad.

Arnau Pérez

11-6-13

Cuenta la leyenda que hace mucho, mucho tiempo en la ciudad de Cádiz vivía una familia. La familia estaba compuesta por el capitán Ayala, su hija Indira y su mujer Claudia.
El capitán Ayala era un gran viajero y siempre, antes de irse de viaje, le preguntaba a su hija que regalo quería que le trajera de vuelta, la respuesta de su hija era “un espejo papá”.
A medida que pasaba el tiempo la casa fue llenándose de espejos y  Indira se hacía mayor. Hubo un momento en que la madre llegó a tener celos de la hermosura de su hija y la relación que tenía con su padre.
En uno de los largos viajes de su marido, Claudia envenenó a su hija sin que sospecharan de ella. Cuando el capitán volvió de su viaje y se enteró de la noticia, de lo disgustado que estaba, empezó a romper los espejos de la casa hasta que de repente, en uno, vio un reflejo. Era el cuerpo  de su hija, estaba pálida con grandes ojeras, ojos rojos con ganas  de venganza, con sus largos tirabuzones dorados que rozaban el suelo, vio que estaba señalando a su madre con un dedo acusador y le dijo que fue su asesina.
La madre de Indira, Claudia, acabó en la cárcel, mientras el capitán Ayala se fue y no se volvió a saber nada más de él.
Se dice que siempre, a medianoche, si miras una de las ventanas de la casa se ve reflejada en el cristal a Indira.

Juliana Scutelnic

09/06/2013

Hace muchos, muchos años en Japón vivía un pez monstruoso que tenía dientes como los  colmillos de un elefante y su cuerpo fuerte como el del  rinoceronte. Vivía en sitios donde había cien metros de profundidad ya que era de largo como un campo de futbol y ancho como cuatro canchas de baloncesto, raras veces se le veía. Un día los aldeanos ya cansados, de que no podían salir a bañarse o a disfrutar del agua, porque les acechaba el gran monstruo. Decidieron ir a matarlo, pues así fue un gran grupo de hombres fuertes cargados con todo tipo de armas, ya fueran espadas, arcos, lanzas, ondas… Pero casi todos murieron en el intento, solo uno pudo escaparse de las grandes fauces del monstruo,  y fue a contárselo a todos los de la aldea de lo que había sucedido. Todos estaban muy asustados  y empezaron a crearse leyendas, se distribuyeron rápidamente por todo el mundo. Hombres fuertes de diversos lugares del mundo emprendieron el largo viaje para llegar a la gran aldea de dónde habían surgido todas las leyendas, en casi todas el gran monstruo llevaba el nombre de Kiongmuk. Kiongmuk mató a todos los hombres que fueron a enfrentarse con él. Era imposible hacerle un solo rasguño. Hasta que un hombre, fue a la aldea llegó y dijo:

yo voy a matar al gran Kiongmuk

todo el mundo se puso a reír.

Un día nublado y frío fue al lago donde estaba Kiongmuk solo iba con un palo largo de madera de roble cogió una barquita  se puso en el medio del lago y rezó. En ese momento  salió una luz del palo empezó a levantarse lentamente hasta los  diez metro de alto se produjo una gran explosión de luz y de pronto salió Kiongmuk del agua y se hizo tan pequeño que fue a parar dentro del bolsillo del hombre volvió a la aldea y todos los que estaban presentes no se lo creían, después de aquello ya no hubieron más ataques ni se le vio más.