Luna se encontró de pronto en el interior de un precioso bosque. Era un bosque endulzado por el frío otoño, con tonalidades rojas y naranjas, los troncos eran medianamente gruesos y de color marrón como el café, en el suelo había un montón de hojas, que parecían una enorme cama roja, se podía apreciar una luz clara que pasaba entre las ramas largas de los árboles, y disfrutar de un gran espacio ya que no había demasiados árboles y los sotobosques estaban muy limpios.
Mireia J.B.
Austin vio a lo lejos un bosque. El bosque era verde, los arboles no estaban muy juntos. Los troncos eran finos y de color negro, las copas de los árboles eran claras porque las hojas no eran muy tupidas. La tierra era muy fina de color marrón clarito, por encima de la tierra había piedras grandes clavadas.
Rebeca D.M.