La fuente de la vida

En 1929 una niña de 16 años fue con sus padres y hermanos a pasar las vacaciones en una casita aislada de la ciudad que estaba situada en un bosque muy frondoso entre la frontera de Alemania y Francia.

A la madrugada, la niña, que se llamaba Carlota, se vistió y fue a dar un paseo por el bosque y se perdió. Después se encontró con un chico que estaba bebiendo de una fuente de agua que estaba al lado de un roble alto y fuerte. Cuando se le quiso aproximar el chico se marchó corriendo como un rayo, la chica decidió seguirlo y llegó hasta una casa muy bonita hecha de ladrillos. Después decidió llamar a la puerta a ver quién le salía y le salió un hombre alto y fuerte.

Carlota entró en la casa y se encontró al hombre que le había abierto la puerta, una mujer y el mismo chico.
Después le explicaron que esa fuente era un manantial natural de agua que salía de la roca y tenía unas propiedades mágicas, si bebías de la fuente podías vivir eternamente y nunca te podrían matar. La chica decidió beber, pero los padres del chico le advirtieron que si bebía ella no se moriría nunca y que vería morir a todos sus familiares. Al final no acabó bebiendo porque se lo pensó dos veces.

En 1930 un grupo de personas descubrieron los poderes de esta familia y difundieron la noticia por todo el mundo. Esta familia tuvo que vivir en un circo como si fueran unos monstruos, cada 7 días debían hacer un espectáculo muy peligroso pero al ser inmortales nunca les pasaba nada.

Òscar Torreblanca Buil

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