Juan sin miedo caminando por el bosque, se encuentra a una señora llorando.
– ¡Pobre de mí! He heredado una casa y me da miedo entrar porque todo el mundo dice que está encantada. – Dice la señora.
– ¿Miedo? Ya entraré yo… – Contesta Juan.
Juan va hacía la casa, mientras la señora le sigue y abre la puerta.
– NYEEEEC…- Hace la puerta.
– Sí que está oscuro… – Dice Juan.
Juan caminando por la casa se encuentra unos fantasmas.
– ¡UUUUUUH! – Hace el fantasma.
– ¡BUB!- Responde el perro Quiso.
Juan sin miedo se pelea con las fantasmas. “¡NYIC! ¡PLAS! ¡CLAS! ¡PAF! ¡POF!”
Al cabo de un rato sale Juan de la casa con un montón de sábanas que antes eran fantasmas.
– ¿Es una casa encantada, sí o no? – Le pregunta la señora.
– ¡Noooo! ¡Enhorabuena, buena mujer! ¡Habéis heredado un gran almacén de sábanas y cortinas! ¡Haréis negocio, aquí! – Responde Juan alegremente.