LA LEYENDA DEL PEZ KIONGMUK

Hace muchos, muchos años en Japón vivía un pez monstruoso que tenía dientes como los  colmillos de un elefante y su cuerpo fuerte como el del  rinoceronte. Vivía en sitios donde había cien metros de profundidad ya que era de largo como un campo de futbol y ancho como cuatro canchas de baloncesto, raras veces se le veía. Un día los aldeanos ya cansados, de que no podían salir a bañarse o a disfrutar del agua, porque les acechaba el gran monstruo. Decidieron ir a matarlo, pues así fue un gran grupo de hombres fuertes cargados con todo tipo de armas, ya fueran espadas, arcos, lanzas, ondas… Pero casi todos murieron en el intento, solo uno pudo escaparse de las grandes fauces del monstruo,  y fue a contárselo a todos los de la aldea de lo que había sucedido. Todos estaban muy asustados  y empezaron a crearse leyendas, se distribuyeron rápidamente por todo el mundo. Hombres fuertes de diversos lugares del mundo emprendieron el largo viaje para llegar a la gran aldea de dónde habían surgido todas las leyendas, en casi todas el gran monstruo llevaba el nombre de Kiongmuk. Kiongmuk mató a todos los hombres que fueron a enfrentarse con él. Era imposible hacerle un solo rasguño. Hasta que un hombre, fue a la aldea llegó y dijo:

yo voy a matar al gran Kiongmuk

todo el mundo se puso a reír.

Un día nublado y frío fue al lago donde estaba Kiongmuk solo iba con un palo largo de madera de roble cogió una barquita  se puso en el medio del lago y rezó. En ese momento  salió una luz del palo empezó a levantarse lentamente hasta los  diez metro de alto se produjo una gran explosión de luz y de pronto salió Kiongmuk del agua y se hizo tan pequeño que fue a parar dentro del bolsillo del hombre volvió a la aldea y todos los que estaban presentes no se lo creían, después de aquello ya no hubieron más ataques ni se le vio más.

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