De Qué lees – sisè |
Autor/Autora: Elena O’Callaghan i Duch
Ilustrador/ Ilustradora: Roser Capdevilla
Lugar publicación: Madrid
Editorial: Ediciones SM
Año: 1998
Género literario: Cuento
El tema, argumento, personajes: Una tienda de vinos y licores de Puigcerdà es el escenario de esta pelea de un gato que estaba en la tienda. Sus amos eran Monserrat y Climent, el gato hacía pocos días había tenido gatitos pequeños. Era una mañana en que la tienda estaba llena de gente cuando entró un francés, como Puigcerdà está casi a la frontera entre Francia y Cataluña, hay muchos franceses, a la tienda con un bulldog, su perro, y cuando vio a la gata que la estaban acariciando, el perro se fue corriendo a pillarla, pero ella no se dejó pillar, se subió a los toneles de vino i allí no la pudo coger, pero no la perdía de vista, hasta que la gata se lanzó a coger al perro, se asustó toda la gente de la tienda y quedaron impresionados. El perro corría como un loco con la gata encima hasta que ambos entraron en una tienda de cestas de mimbre y el amo de la tienda llamó a la policía porque le habían roto las cesta de mimbre. Lo había hecho un perro que encima llevaba un gato. Pere, un niño que compraba vino en la tienda de la señora Montserrat y del señor Climent y que era un vecino de la tienda vio correr al perro con una gata encima y se lo dijo a su madre pero ella no se lo creyó y además su madre estaba de mal humor y le dejó la cara roja. Volvieron a pasar y se lo dijo otra vez a su madre pero no se lo creyó. Al final lo vio ella misma cuando bajaba a comprar a la tienda, se lo creyó y entonces le dejó escoger la cena de aquel día. Al cabo de dos días volvió una francesa y preguntó a la señora Monserrat si esa gata tenía gatitos pequeños y le preguntó muchas cosas hasta que la señora Monserrat le preguntó si era la mujer de aquel francés que vino hace dos días y respondió que sí. La francesa le preguntó si podía enseñarle los gatitos y ella respondió que sí, se los miró y le preguntó a Montserrat si le podía dar uno, y ella dijo que ya los había repartido entre sus clientes y Pere, que llenaba la garrafa de vino, lo oyó y se lo dijo a su padre y su madre, pero dijeron que no, pero al final se lo pensaron y lo aceptaron. La francesa volvió y le volvió a preguntar si le podía dar uno para su hijo, al final le dio uno, pero como era pequeño y estaban de vacaciones al marcharse le daría el gatito. Cuando llegó el momento se lo llevaron a Francia y lo cuidó con mucho cariño y sus padres también. Los otros gatos los repartieron con los clientes más habituales.
Razones para su recomendación (agradecimientos): Me ha gustado mucho este cuento porque explica historias muy divertidas y graciosas. Yo le pondría a este libro un 10 porque además la escritora es catalana, de Barcelona.
Arnau Tarragona LLauet
Gracias