1. Generalmente, el diálogo forma parte de un texto narrativo. Piensa qué función va a tener el diálogo, qué información va a aportar, por qué debe escribirse en forma de diálogo…
2. Determina qué personajes van a aparecer en tu diálogo.
3. Piensa qué personalidad tienen los personajes: eso determinará sus intervenciones.
4. Piensa cuál va a ser el contenido de la conversación: de qué tema van a hablar, qué aportaciones se van a hacer, quién las hará, cuál es el punto de partida y adónde queremos llegar.
5. Organiza las ideas:
   1. Compón una parte narrativa que sirva como introducción de la situación comunicativa.
   2. Piensa qué intervenciones irán primero, cuántas después  y qué intervenciones cerrarán el diálogo.
   3. Ten en cuenta que puedes escribir intervenciones en estilo indirecto.
6. Utiliza verbos de dicción (pensar, decir, opinar, explicar…).
7. Recuerda los signos de puntuación que necesitarás
   1. Guion para introducir intervenciones.
   2. Aclaraciones entre guiones para especificar qué personaje habla o si se hace alguna aclaración. Después del guion de cierre se escribe con minúscula.
   3. El diálogo en estilo indirecto no requiere signos específicos de puntuación.
   4. Si introduces una intervención breve, puedes usar dos puntos y comillas en la narración.
8. en en cuenta otros rasgos lingüísticos que aparecerán en tu texto:
   1. Uso del vocativo: Hijo mío,
   2. Interjecciones: ¡Vaya, vaya!
   3. Oraciones interrogativas: ¿Y si es demasiado alta para saltarla?
   4. Oraciones exhortativas: Pon el pie aquí arriba, ánimo…
   5. Aparición de la 1ª y 2ª personas que señalan los cambios de turno en el diálogo

1. Introduce la conversación con un fragmento narrativo que explique la situación comunicativa: lugar, características específicas (si tienen algún objeto o van vestidos de manera especial, etc. )
2. Desarrolla el diálogo teniendo en cuenta lo que has pensado en la fase de preparación.
3. Concluye el texto con una intervención que cierre el fragmento o con un fragmento narrativo a modo de desenlace.

1. Lee tu redacción en silencio y en voz alta, intentando detectar:
   1. Errores de puntuación (guiones, puntos, mayúsculas…)
   2. Repeticiones léxicas (verbos de dicción)
   3. Intervenciones innecesarias o inadecuadas
2. Piensa si tu texto transmite lo que pretendías: ¿es útil para el texto resultante? ¿aporta información nueva? ¿contiene demasiadas frases que no aportan acción o dinamismo?
3. Por último, pásalo a limpio, cuidando la presentación:
   1. Letra arial, calibri, cambria, 11
   2. Justificada
   3. Espacios 6 pto. anterior y posterior, interlineado 1,5 líneas.
   4. Número de página al final.

(Material del Departamento de Lengua castellana, elaborado por Alicia Casals / Isabel Castro)