Fernando Fernán Gómez y Paco Candel, sobre la bondad y la cultura.(A propósito de Las bicicletas son para el verano y Donde la ciudad cambia de nombre). Mucho antes de que los intelectuales existieran, los vecinos se dejaban azúcar, se consolaban ante las desgracias y se reían juntos del futuro (siempre incierto, claro). Mucho antes de que los criterios formales, científicos y tecnológicos organizaran nuestras vidas, los niñas se arreglaban los cochecitos y las niños se dejaban las muñecas o viceversa (para satisfacer a los antisexistas más plastas y ortodoxos). Mucho antes de que existieran las alcantarillas y los depósitos de cadáveres, los hombres y las mujeres orinaban y lloraban sus muertos en compañía. Mucho antes que escritores, actores y políticos, Fernando Fernán Gómez y Paco Candel (la gente olvida que fue senador por Barcelona) eran dos hombres buenos que ya no están entre nosotros. En esta ocasión, el azar y la muerte se dan la mano y gracias a la decisión contumaz y arrolladora de José Antonio Aguado y el grupo de teatro del IES Viladecavalls, seguiremos recordando a Fernán Gómez a través del trabajo de la obra Las bicicletas son para el verano, que se estrena como cierre del trimestre en Ullastrell. Se trata de una recreación dramática del contexto de la guerra civil con una visión directa de la condición humana más de allá de cualquier posibilidad caínista, revanchista o beligerante. Por otra parte, os recomiendo la lectura de Donde la ciudad cambia de nombre porque os hará entender qué pasaba en las ciudades desordenadas y pobres –y Barcelona fue las dos cosas- en una época donde algunos creen que la miseria sólo pertenece a los programas de reportajes de televisión y a las agendas de las ONG. Una novela que invita a pensar en la diversidad natural (no en la de manual sociopedagógico) con la que se enfrentó la sociedad catalana hacia mediados de los años cincuenta (de la que procedemos la mayoría de nosotros, d’altra banda). Porque mucho antes que listos, sagaces o intelectuales, Fernán Gómez y Candel eran dos hombres buenos. Descansad en paz. Francesc Reina González.Profesor de lengua y literatura.
Fernando Fernán Gómez y Paco Candel, sobre la bondad y la cultura.
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