Author Archives: Santi

El llenguatge de l’amor de Jaume Baratech

L’amor no en té, de paraules
Com el llenguatge de les roses
necessita les teves carícies
desitja les teves mirades
adolescent cor a mig espellir
posseïdor d’un fràgil glatir
majestuós com una rosa al matí
que es troba a mig obrir

L’ amor que sents per mi
No pot ser descrit
No com als contes o a les faules
Doncs l’amor, no entén de paraules.

El meu cor més no podia plorar

accèsit poesia catalana de batxillerat

Et volia mirar a la cara
Però la timidesa m’ho va impedir
Et volia mullar els llavis
Però la por m’ho va prohibir.

Et volia acariciar la mà
Però un tremolor va dir que no
Et volia mirar als ulls
Però espantat estava el meu cor.

Volia parlar amb tu
Però ma veu ofegada s’apagà
Volia beure de la teva sang
Però d’amor no me’n vas deixar.

Volia acariciar el cel
Però el meu cor se n’oblidà
Volia tocar el núvols
Però amb tu el meu cor està.

Et volia regalar un estel
Però el dia inundà la teva mirada
Et volia regalar els meus ulls
Però els meus ulls em delataven.

Volia regalar-te  la meva ànima
Però temorosa s’escapà
Volia regalar-te les meves llàgrimes
Però el meu cor més no podia plorar.

 

Crocodile terror

 premi prosa batxillerat (anglès)

            In the afternoon, we were sitting by the fire. The sun was setting, and it started to be cold. We were all in silence, looking at the fire, the cat was slipping between our legs.

            –Nickey, come here! –Said Josh.

            The cat watched him for a moment, and then came towards him. He sat on his lap, and Josh began to caress him.

            The young man looked at us, we were sitting around him, and he said:

            –Why don’t we tell a horror story?

            Nobody answered, but I thought it was a good idea: the silence was begining to be uncomfortable.

            –Well, if you don’t say anything, maybe I should get started… –said Josh–. It’s the story of four people sitting around the fire one afternoon… The sun was setting, it was cold… There was a cat. His eyes were staring at the river…

            I noticed that it was our situation, so I felt the impulse of looking at the cat. I felt a bit weird when I realised that Nicky was actually looking at the river.

            –That story is a shit –Said Melanie laughing–. Let me tell you a real horror story… It’s about a man who turned into a crocodile, he was a crocodile hunter…!

            –That is a shit –said Frankie.

            We were all laughing now. I felt better because Josh’s story made me feel afraid, and I dindn’t like it.

            Then Frankie said:

            –I will tell a real story about a crocodile. It is told that, some time ago, a little crocodile escaped from the zoo and hid in the sewers of this town. A friend of my father told him that the firemen were all in alert: they should be ready to catch it. As you know, the sewers are really contaminated, so it was possible that the animal had mutated…

            The silence surrounded us again, and we looked at each other. Then, suddenly, Nicky sprang off Josh’s lap and disappeared.

            –That’s silly! You are an idiot! – I said.

            –That’s impossible! –said Melanie–. My story was better.

            Everybody was talking now, but I knew we were really afraid. In the end, we dindn’t know what else to say. It was already dark and, all I wanted to do was going home. I knew all of us felt the same.

            Again, the silence.

            And then…

            …

            …

            … the scream of a ca!!!.

            Some of us sprang, some shouted. I felt I was going to die.

            We dind’t dare to move.

            Frankie was the first to move, trying to look calm.

            –The scream came from the river. Let’s go.

            I looked at Melanie and Josh, and they stood up, ready to go with him. I didn’t want to stay alone so I stodd up too. I took the lamp from my bag and I followed them.

            We walked some meters, till we arrived at the river. It was very dark there.

            –Nicky, are you there?

            I tried to find him with my lamp, but nothing move. Then we heard a noise, coming from the water.

            When I lighted the water, the only thing we saw was a trickle of blood.

 

THE END

¿Caos?

premi prosa batxillerat (castellà)

Le despertó el sonido irritante del despertador. Odiaba el murmullo que emitía el reloj y detestaba el tictac que se escapaba del movimiento incesante y discontinuo de las manillas al marcar los segundos. Aún no entendía por qué no se había desecho de él.

Con un golpe seco y sonoro logró que aquel ruido insoportable cesara, pero tal fue el golpe, que el reloj cayó al vacío, más allá de la mesita donde estaba colocado, y tras unos segundos de silencio volvió a sonar.

El irritante sonido seguía atornillando su cabeza, pero le era prácticamente imposible abrir los ojos a causa de la perpetua luz que iluminaba su cara. La única solución para conseguir que cesara aquel ruido era levantarse y fiarse de sus sentidos, al menos hasta que sus ojos se acostumbraran a la luz, pero estaba demasiado fatigada para terminar su sueño tan pronto.

Tras unos segundos intentando sosegar aquel sonido tapándose los oídos con las manos y, más tarde, con la almohada se dio por vencida.

Se levantó de un salto, después de haberse convencido a sí misma que tras apagar el despertador podría volver a conciliar el sueño, y empezó a buscarlo.

A causa de la rabia y la impotencia que sentía por no encontrar el maldito objeto, no dejaba de proliferar palabras obscenas y comentarios despectivos hacia seres no presentes en aquella habitación.

Lo único que deseaba en aquel momento era encontrar el maldito reloj y tirarlo a la basura. Sí, era hora de separarse de él.

Tirada en el suelo y de rodillas, empezó a pasar la mano por debajo de la cama, de donde creía que procedía el ruido. Sus ojos empezaron a mandarle señales y pudo empezar a interpretarlas. Durante unos segundos sólo veía manchas negras en un fondo gris que no le decían nada, pero unos instantes después pudo ver el objeto cuadrado que estaba buscando. Se encontraba allí, emitiendo ese sonido irritante que le taladraba la cabeza, exactamente igual que unos minutos antes.

Lo cogió con rabia y sin mirarlo lo apagó. Silencio. En un momento se quedó todo en silencio. En aquella sala sólo se escuchaban sus jadeantes respiraciones a causa del gran esfuerzo realizado y su corazón, que parecía que fuese a salir disparado de su pecho en aquel momento.

Respiró hondo, básicamente para intentar regresar a la normalidad, varias veces, y luego, casi rendida, se sentó de nuevo en la cama dejando el despertador encima de la mesita de noche. Miró la hora, las 9:45. Se la quedó mirando unos instantes, y se convenció de que era hora de empezar el día.

Se levantó a paso rápido, la excitación que le había provocado la revelación repentina del despertador aún no había acabado, y aún sentía su corazón presionando a su pecho, intentando abrirse paso para salir disparado.

Se vistió rápido allí mismo, y como no tenía ganas de peinar-se, se dirigió al baño y se hizo una coleta para intentar esconder el estropicio de pelos que tenía en la cabeza. Cuando salió del baño, aquel baño que le había costado tanto dinero y tantos años de trabajo, se dirigió de nuevo a su habitación, tenía aún algo que hacer.

Al llegar a la habitación, después de haber recorrido aquel estrecho pasillo cubierto de parquet que separaban la habitación principal del baño, se dirigió directamente a la mesita de noche. Cogió el bolso dulcemente y se lo colgó en el hombro, y, con ambas manos libres, cogió el despertador y decidida, sin mirar atrás y sin disminuir la velocidad de su caminata que había adoptado nada más salir de la habitación, se dirigió a la cocina. Al llegar allí, sólo se fijo en uno de sus componentes, la papelera. Dio un par de pasos y se colocó justamente delante de ella. No había nada más en la bolsa de basura que cubría la papelera y, orgullosa, dejó caer la primera cosa del día que se podía considerar basura, el despertador.

Sin mirar atrás y con paso decidido, se dispuso a ir hasta el recibidor de su casa. Una vez allí, cogió las llaves y abrió la puerta sin rodeos, la cerró y la dejó atrás, ya que ni siquiera se paró a cerrar la puerta con llave, y con paso decidido salió a la calle.

Cuando llevaba unos minutos caminando, se paró en seco. No podía quitarse de la cabeza el momento en que había tirado el despertador a la basura. Tenía que ir a comprar otro, se lo había dicho muchas veces, pero en el fondo, llevaba con él muchos años y nunca le había fallado, siempre la despertaba y seguía sus indicaciones tal y como ella se las pedía. Era cierto que no soportaba el sonido irritante que emitía y sobretodo odiaba el tictac que se escapaba del movimiento incesante y discontinuo de las manillas al marcar los segundo, pero era su despertador…

Sin ser consciente del caos que estaba provocando para el resto de personas que intentaban circular por la calle a causa de su parada repentina, se giró y reanudó su marcha, pero hacia casa.

El remordimiento de haber tirado algo el reloj a la basura no dejaba de atormentarla y en su cabeza siempre tenía lugar la misma imagen, el instante en que su reloj, su despertador, su objeto, caía al vacío y se precipitaba a la papelera sin protección alguna, asegurando un golpe considerable.

Sí, lo tenía claro, volvería a casa, cogería el despertador de la basura lo colocaría de nuevo en la mesita, dejaría el bolso en el suelo, se quitaría la coleta y se volvería a tumbar en la cama, quizás, con un poco de suerte, el sueño volvería en cualquier instante y podría volver a dormir.

La crua realitat

menció de prosa de batxillerat

Porto uns dies intentant contactar amb tu, però no hi ha manera. T’he trucat moltes vegades però sempre salta el contestador. Encara que et sembli mentida, aquesta rebuda al teu contestador ha sigut una gran companyia aquests dies, ja que m’ha permès escoltar la teva veu alegre i dolça que tant temps feia que no escoltava.

Com que no sabia què més fer, he decidit escriure’t una carta. Potser, quan vegis el remitent la llençaràs, però si no n’obtinc resposta, suposaré que s’ha perdut en el llarg viatge que ha de fer per arribar a les teves mans.

Encara així, crec que aquesta és la millor manera de dir-te el que et vull dir, ja que si no vols agafar-me el telèfon, ni contestar a les meves trucades, mantindré l’esperança que, almenys, llegeixis aquestes paraules.

Ser que et vaig fer sentir molt malament. El fet que me n’anés d’aquella manera… Sóc conscient de que no et mereixes el que et vaig fer, i sé que no et mereixes a una persona com jo… encara així has d’entendre que és el meu treball, i que ho vaig fer per voluntat pròpia, encara que ara estigui penedit.

Mai em podré treure del cap la teva mirada el dia del meu acomiadament, i el silenci que va inundar aquella abraçada quan estava a punt d’embarcar a l’avió. Mai em podré treure del cap el teu rostre quan vaig passar el control; la teva mà elevada al cel dient-me adéu… suposo que amb aquest gest ja em deies adéu en cas de que no tornés i, en cas d’haver tornat, adéu al home que llavors era i en el que m’he convertit ara.

Potser has començat una nova vida, i per això no m’agafes el telèfon, perquè no vols que tornin els fantasmes del passat. Encara així, encara que sigui un moment, et vull veure.

Ara mateix estic a Londres, m’he allotjat aquí fins que arreglin els meus papers i pugui tornar a Espanya. Encara no entenc com no puc entrar al meu propi país, però bé, si he esperat sis mesos, puc esperar uns dies més.

En quant arribi allà, intentaré contactar amb tu, però ara mateix, l’única cosa que puc fer és escriure’t aquesta carta.

Quan em vegis potser et sorprens. El meu intent d’esdevenir un heroi ha fracassat força, encara així vaig intentar-ho fer el millor que podia. Ara mateix tinc els cabells tallats, i força talls a la cara, res greu, només restes de bombes que van assaltar a la nostra brigada.

Vaig tenir el plaer de conèixer a molta gent, i vaig fer bons amics… encara que la majoria, després, me’ls vaig trobar morts. Va ser força dur, però era la crua realitat. Encara i tot això, l’única cosa que tenia al cap, eres tu…

Déu meu… no tens ni idea del que puc arribar a sentir haver-me’n anat de la manera que ho vaig fer; haver-me’n anat tan lluny de tu, de les teves carícies, dels teus llavis, del teu amor…

Suposo que ja serà massa tard, encara així mantinc l’esperança de tornar-te a veure, l’esperança de tornar-te a besar, l’esperança de sentir els teus llavis acariciant els meus. Segueixo tenint l’esperança de que tornem a ser un.

Sempre teu,

Antoni

Es va mirar al mirall un cop més, Feia quasi sis mesos que no sabia res d’ell. Ni una trucada, ni una carta, res. Li havia advertit moltes vegades el perill que era anar allà. Tenia l’esperança de tornar a estar amb ell encara que fos una vegada més, però cada dia ho veia més difícil.

Es va apropar al calendari de la cuina, i es va adonar que tots els dies estaven rallats, sabia que era fruit de la ràbia que sentia per l’Antoni, pel fet que aquest se n’hagués anat, deixant-la sola…

Mai no havia estimat tant a un home com a ell. Ell era l’home prefecte, sense cap dubte, era carinyós, atent, agradable i sempre disposat a estimar-te per sobre de tot… per sobre de tot? No, l’havia demostrat que allò era més important que ella. Anar-se’n a la guerra a lluitar per un país mediocre era més important que passar la resta de la seva vida amb ella; anar a la guerra sabent que les probabilitats de morir eren tan grans, era més important que quedar-se al marge de tot el que estaven fent…i quedar-se amb ella.

Portava uns mesos anant al psiquiatre, necessita enfocar aquesta ràbia cap algú, i la veritat era que la teràpia l’ajudava molt.

Li donà un cop de puny al calendari i, amb el pot de les pastilles antidepressives a les mans es dirigí a la saleta i s’assegué al sofà. Va mirar el pot amb convenciment, s’havia plantejat allò moltes vegades, però ja era el moment d’acabar amb tot allò. Va obrir el pot i se es va posar totes les pastilles a la mà. Les va mirar convençuda del que faria a continuació, i sense pensar-ho massa, se les va empassar totes, una a una. Totes les seves pastilles antidepressives travessaven la seva gola sense cap ajuda.

Al cap d’uns instants es va començar a sentir cansada, adormida… però es va quedar allà, asseguda, sense fer res, només deixant que aquelles pastilles fessin el havien de fer.

Però, de sobte, el telèfon va sonar. Primer va sortir la seva veu, però després va escoltar la veu d’un home, era ell, era l’Antoni.

–Hola carinyo, sento haver trigat tant a trucar-te, la veritat és que allà no hi ha molts telèfons –la veu de l’Antoni s’escoltava difosa a través dels altaveus del contestador–. Bé, ara només et puc dir que tinc moltes ganes de veure’t i que espero que m’hagis esperat. T’he trobat molt a faltar, no t’imagines quant. Espero que en quant arribis a casa t’alegris d’escoltar aquest missatge. T’estimo.

La dona cridà als quatre vents, i intentar aixecar-se del sofà per agafar el telèfon, però ja era massa tard, les pastilles començaven a fer-li efecte.

CONCURS DE CONSTRUCCIÓ D’INSTRUMENTS MUSICALS

Tots els anys l’alumnat de 1r d’ESO ha de construir, per l’assignatura de Música, un instrument. L’única condició que ha de complir és que soni. Pot ser inventat o copiat d’algun instrument que ja existeixi.

Com és tradició, el dia de Sant Jordi s’adjudiquen premis als instruments més ben construïts i més originals. Aquest any els premis van ser per a: Arpa d’Azahara Redondo (1r C)

Caixó flamenc d’Ester Gato (1r C)

Campanes de Laura Ciendones (1r B)

Carilló de Sandra Fuentes (1r A)

També es van atorgar premis a l’ORIGINALITAT per a:

Bateria de Carla Martos (1r C)
Des del Departament de Música es felicita a l’alumnat de 1r d’ESO per la qualitat dels instruments presentats.

Giussepe LÓPEZ ROMERO, 1r B

accèsit poesia catalana de primer cicle

_

UN SOMNI

_

Una vegada caminava pel bosc,
seguia caminant i ho veia tot fosc.
La brisa se m’emportava
cada vegada més lluny de casa.
I jo seguia el seu rastre,
com si dibuixés un rostre.
Caminava i caminava
i per la part més fosca me n’anava.
Escoltava els ocellets
i cadascun dels seus moviments.
Estava massa allunyat,
era un espai just per a la meva intimitat.
Em sentia més sol
i cada vegada més apropat al sol.
Si cada vegada que somniés
a tot el món ho expliqués,
segurament farien llibres i llibres
amb les meves teories.