SIN TI

Apareciste en mi vida como una de esas flores que crecen en el asfalto agrietado. Demasiada suerte diría yo. Y dejé de ver el mundo en una escala de grises porque me sonreías y apagabas por instantes los inviernos que llevaba clavados en las pupilas. Tú, en cambio, tenías constelaciones entre las pestañas. Quién necesita pedir deseos cuando siente que se le han cumplido todos.

Viví con el miedo de que algún día tus pasos, de tan alejados, dejaran de resonar por los pasillos. Inevitablemente te fuiste. Hiciste mudanza en tu vida y yo quedé lejos de todo aquello que querías que permaneciera a tu lado. Tuve la esperanza de que regresaras, de que sintieras que las horas sin mí te pesaban demasiado y que los cuatro lados de la cama te sobraban. Pero no lo hiciste, y las últimas lluvias de septiembre trajeron consigo el otoño más insólito que cabe en mi memoria. Ya no quedó rastro del olor de tu perfume; cada rincón de la casa se inundó de aroma a tristeza. Supongo que intenté borrar con lágrimas aquella historia que habíamos escrito con tanto cariño y solo conseguí hacerme añicos. Me propuse ser fuerte pero siempre hay mareas capaces de romper cualquier roca. Te llevaste todo: las camisas, el cepillo de dientes que siempre mal colocabas en el estante, el brillo que tus ojos ponían en mis ojos… Todo lo que yo era cuando estaba contigo te lo llevaste.

Ya es enero, y el invierno resulta más melancólico que de costumbre, el frío se adhiere a mi piel y me entrecorta las mejillas ungidas en tristeza. Te echo de menos, todas las canciones me suenan a desamor y todos los versos a despedida. No consigo hacer balance entre los recuerdos y la necesidad de olvidarte. Siempre acaban ganando los primeros y el corazón se rinde una y otra vez.

Pseudónimo: Fearless

NATALIA GARCÍA GARCÍA, 2n de batxillerat

Primer premi de Prosa castellana, Categoria 1

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