Tras la lectura atenta del romance de la jura de Santa Gadea, el minucioso comentario y su lectura dramatizada, tenemos suficiente información como para elaborar un ejercicio de síntesis, unas conclusiones que nos permitan reflexionar sobre en qué medida este texto es representativo del romancero y en qué medida también es un texto que identifica la sensibilidad medieval. Elaboren un texto de una 150 palabras y envíenlo como comentario a esta entrada.
El romance del juramento de Santa Gadea de Burgos lo podemos encontar en “el romancero viejo”.
Los romances son típicos de la edad media, por tanto desconocemos su autor, ya que la transmisión era oral llevada a cabo por un juglar.
Como consecuencia los romances no tienen un autor conocido, por tanto son anónimos, populares y tradicionales, ya que mayoritariamente son los fragmentos que la gente recordaba, por eso los romances no siguen un orden lógico de introducción, nudo y desenlace, sino que tienen un inicio y un final abrupto, nos deja con la intriga de saber como acaba.
El romance del Juramento de Santa Gadea se pude considerar un romance casi perfecto ya que sigue al pie de la letra las características fundamentales de los romances, como son los versos octosílabos en la mayoria de los versos, encontrando alguna excepción.
Otra característica común en los romances es la rima asonante en los versos pares y la figura rétorica más abundante es el paralelismo y la anáfora ; encontramos un extenso paralelismo desde el verso 14 al 26, los cuales describen las condiciones del juramento del Cid al rey.
El tema de los romances es medieval, ya que el objetivo era contar al pueblo los eventos del rey; la batallas, las “aventuras”…
El romance de la Jura de Santa Gadea de Burgos es característico del romancero viejo y por tanto de la Edad Media (s. V-s. XV). Todos estos romances igual que canciones, refranes, se transmitían de generación en generación por vía oral ya que era la única forma de que llegasen al público.
Este texto pertenece a un cantar de gesta de carácter épico (género literario narrativo en forma de verso). Era cantado por un juglar y era anónimo en la mayoría de los casos. El que tenemos entre manos se explica los hechos de un personaje legendario y muy importante en la literatura y la cultura castellana, el Mio Cid.
El que ahora estamos comentando es una parte del cantar de gesta del que solo se conservaron las partes más relevantes, las que tenían más fuerza. Por eso encontramos un principio in media res y un final abrupto (de repente). Sin embargo sí que podemos dividir el texto en introducción, desarrollo y conclusión. La introducción es la parte narrada que nos sitúa en el espacio. El desarrollo es todo el diálogo entre el rey y el Cid (el discurso y la discusión) y la conclusión otra vez relatada por el narrador nos describe la marcha del Cid con todos sus hombres. Los principales protagonistas son el rey y el Cid que mantienen una conversación dialogada, muy típica del romancero.
El tema del romance es la jura del rey al Mio Cid, un género histórico, pero en el romancero es el amor, a pesar de que en este caso no aparece. Como subgénero lo podemos clasificar como costumbrista porque nos relata como era la vida en la edad media, como vestía la gente, sus utensilios…
La métrica (versos octosílabos) y la rima es la característica (rima asonante a los pares, a-o) con alguna excepción en algún verso, para darle más importancia que los demás. Decimos pues que la métrica es de arte menor y prácticamente homónima, igual que la rima. No es un poema estrófico ya que los versos no se agrupan entre ellos.
Los principales recursos retóricos de los romances son la enumeración (en este romance no aparece demasiado), el paralelismo (extenso paralelismo en el discurso del Cid), la repetición y la anáfora.
La jura de Santa Gadea es un poema representativo del romancero, y siendo éste de la edad media, también representativo de ésta época. La primera característica que nos conduce a afirmar que forma parte del romancero es que se compone por versos octosílabos con rima asonante en los pares.
Profundizando más en el texto, tiene un inicio in media res, abrupto, en el cual no hay precedentes. De principio a fin se mantiene un segmento emocionante, con la existencia de un narrador y el ‘yo’, y el diálogo entre el rey y el Cid.
En el romance destaca el debate entre los dos protagonistas, utilizando singulares figuras retóricas que potencian la pelea, como la antítesis, el paralelismo o el hipérbaton, así el autor anónimo crea un ambiente de contradicciones que aumenta el interés del lector por conocer más detalles de ese inicio y final abruptos. Estos elementos también ayudan a la memorización por parte del poeta.
Es representativo de la edad media principalmente por el contexto y la descripción de la sociedad de la época. Los campos semánticos predominantes son, entre algunos, el de los caballeros y villanos, y el de las leyes. Con todo el conjunto de características nombradas, podemos decir que es un texto representativo del romance y por supuesto medieval.
El texto del Juramento de Santa Gadea es claramente un romance propio de la Edad Media.
Primeramente, nos lo muestra una rima y métrica uniforme: el poema tiene una extensión considerable de versos octosílabos, los pares de los cuales riman de manera asonante. En este caso, las vocales que se repiten son la a y la o, una rima fácil.
No hay ningún autor que haya firmado con su nombre, por lo que sabemos que es un texto anónimo, el cual se cantaba e interpretaba por juglares, es popular, y más tarde se pasó por escrito gracias a los fragmentos que quedaban en la memoria de las personas, es tradicional. De las partes preferidas de los cantares de gesta nacieron los romanceros.
El tema es también el apropiado, ya que además del amor, las hazañas de un personaje era la temática que más relevancia tenía; los juglares iban de pueblo en pueblo narrando en forma de canción la razón por la que un personaje se convertía en héroe. Esto baña el texto con palabras propias de la Edad Media y nos sitúa a la perfección en el contexto: los caballeros y los villanos, sus vestimentas, las costumbres de la época, la sociedad jerarquizada… leer un romance es una buena actividad para conocer más aspectos de la vida de siglos anteriores.
Las partes del cantar que memorizaba el público eran las que más fuerza tenían, es por esa razón que los romances que tenemos hoy en día empiezan de manera intensa, llamada in media res y acaban del mismo modo, por lo que generalmente no conocemos cómo empieza ni cómo acaba la historia. En el romancero del Juramento de Santa Gadea, nada más empezar nos encontramos con las figuras del Cid y el rey Alfonso discutiendo agresivos por un motivo que a lo largo del poema adivinamos: la muerte del hermano del rey y la jura que le está tomando el Cid para confirmar que Alfonso no es el asesino. Este enfrentamiento requiere una utilización del diálogo intercalada con las breves explicaciones del narrador, que nos sitúa en los hechos. Esta estructura también es representativa del romancero.
Por lo que hace al estudio de la retórica, las figuras que identificamos son básicamente las repeticiones: anáforas, paralelismos, epanadiplosis, polípotes y diversas aliteraciones que unifican sonidos con la finalidad de dar entonación al texto, pues no debemos olvidar que la simplicidad y la musicalidad ayudaban a que la gente recordara el fragmento lírico a base de escucharlo.
Del cantar de Mio Cid, también denominado el Buen Cid, conservamos diversos romances referentes a otros momentos importantes de la vida del noble caballero.
El poema de Santa Gadea de Burgos es representativo de le edad media ya que es destinado al recital y a la memoria de la gente. Ha llegado hasta estos tiempos porque se ha ido transmitiendo de padres a hijos.
Deducimos que es de la edad media a través del contexto; trata de un debate entre Cid, un gran caballero y el Rey.
El vocabulario de este poema es propio del romance, lo sabemos a través de la métrica; es octosílabo, aunque en algunos versos no aplica esta norma por cuestiones de estética. Es un poema asonante en los pares.
Las figuras retóricas también lo muestran, muchas de ellas son típicas del romance, como el paralelismo, que facilita gravar los versos en la memoria, las anáforas, los hiperbatones que hacen una función estética cambiado de lugar las palabras,…
En el dialogo entre el Rey y el Cid aparecen repeticiones de palabras, también hacen una función parecida, forzando letras como la o para dar un tono de la voz más poderoso.
El campo semántico trata de un romance histórico, del tiempo.
El texto de La jura de Santa Gadea de Burgos es un romance del que tenemos la continuación con el poema del Mio Cid, que trata a partir del destierro. Éste, es un poema en el cual se refleja el debate entre el Cid y el rey. Es un texto representativo, ya que lo podemos ver en la métrica y la retórica. Observamos distintas figuras retóricas como la anáfora que se repite en diversas ocasiones, la aliteración, el paralelismo… El romancero consta de versos octosílabos generalmente aunque encontremos excepciones con algún verso, y el tipo de rima destacado es la rima asonante. Una característica muy importante de los romances, al igual que de otros tipos de textos como canciones y refranes… eran transmitidos oralmente, de generación en generación, de esa forma llegaban al público. Como campos semánticos podríamos hablar del tiempo y los caballeros. Este romance es un texto representativo de la edad media ya que para empezar, Cid Campeador es un caballero de Castilla de la edad medieval, y lo podemos deducir también por el vocabulario utilizado. Es del romancero viejo, aunque en éste caso no trate para nada de amor, que era uno de los temas principales de éste. Y por lo tanto pertenece también a la Edad Media.
Este poema es un romance, porque encontramos ocho sílabas en cada verso, o sea, es un octosílabo.Este romancero se sitúa en la época medieval porque nos habla del Rey y del Cid; estos personajes formaban parte de esta época que estamos comentando, también podemos encontrar de la época medieval los elementos que nos dice que llevan los nobles y los villanos, sus armas, su vestimenta, sus caballos o burras, sus zapatos…
El argumento del poema tambien nos indica alguna señal de la época, como por ejemplo que el rey quere echar al Cid de sus tierras; en nuestra época no hay tierras de ningún Rey por lo tanto este elemento tambien es identificado con algo medieval, como el castillo del Rey que no comenta pero si nos habla de un Rey un castillo tendrá.
El argumento del poema explica cómo el rey está discutiendo contra el Cid; el Cid le dice al Rey que desconfia de él y el Rey lo quiere echar de sus tierras porque ha desconfiado de él y porque no le quiere besar la mano para disculparse. Al final el Rey consigue lo que quería, desterrar al Cid de sus tierras.
Mi opinion respecto el poema es muy sencilla, ya que estamos representado la obra, hace que el poema sea mas divertido por lo tanto me gusta mas releerlo y a la vez interpretarlo.
Hasta mañana!
Anna:)
En el romance de la Jura de Santa Gadea se puede observar que es un romance de tema medieval, ya que describe cómo es la gente de la época. El Cid hace jurar al Rey que no mató a su hermano, y él, indignado, lo destierra de Castilla. En el poema se ve como hablan de caballeros y villanos.
Es un romance del romancero, ya que tiene rima asonante en los pares y versos octosílabos (de ocho sílabas), propio del romance.
Tiene unas típicas figuras métricas del romance, como el paralelismo y enumeración, sobre todo cuando el Cid hace las juras.
Tiene un principio y un final abrupto, es decir, no hay una historia explicada desde el principio, es un ‘trozo’.
El Cid y el Rey se repite muchas veces en el romance.
También se tiene que decir que en el romance se puede observar perfectamente el cara a cara que hay entre los dos protagonistas. Con todas estas características acabadas de exponer ahora se puede decir que es un romance y un texto de la Edad Media.
El romance de la Jura de Santa Gadea es un texto representativo del romancero, así como también es un texto propio de la Edad Media.
Es un texto histórico que nos habla de un momento concreto del pasado, concretamente de la Edad Media. Lo sabemos por el vocabulario empleado, el tema del cual se habla, la descripción precisa de la relación entre el rey y el Cid y la descripción de la vestimenta de los caballeros y los villanos. En definitiva, nos describe la sociedad de la época.
La utilización del diálogo (yo-tú) es muy característica del romancero, y en concreto es muy importante en este poema ya que nos muestra con fuerza la discusión del Cid con el rey.
El comienzo del poema es totalmente abrupto, y también lo es el final. Esta peculiaridad es importante porque nos explica que este texto es un fragmento de un extenso romance.
El romance se caracteriza por tener los versos octosílabos con rima asonante en los pares. Este romance cumple esta regla en todos los versos.
Las figuras retóricas que destacan son las anáforas, los paralelismos y las antítesis. Estas figuras retóricas son características de los romances porque ayudan y facilitan el proceso de memorización, ya que estos textos se transmitían oralmente. Son importantes las aliteraciones de ‘as’, pero hay que remarcar con especial atención las aliteraciones de ‘os’, ya que dan un tono más serio al poema.
El campo semántico más destacable es el del mundo de las leyes, caballeros y villanos. Además destacamos el campo semántico del tiempo.
El romance de La jura de Santa Gadea es un claro ejemplo de romancero ya que cumple todas las características típicas de éste.
Por empezar cumple la métrica. Sus versos son octosílabos con rima asonante en los pares aunque hay algunos versos en que no se cumple, pero este hecho a veces pude suceder.
Es un poema representativo de la Edad Media ya que es de literatura tradicional, oral y anónima.
Los romances tienen tendencia a ser largos y éste es el más extenso de los dos que hemos leído y con clara diferencia.
Como en casi todos los textos hay una introducción, donde se ven las juras, a continuación hay el nudo que es cuando se establece la diuscusión entre el rey y Cid y por último el final, cuando se produce el desenlace.
Para recordar un romancero es muy importante que haya repeticiones y en la Jura de Santa Gadea se pueden ver muy fàcilmente: rey, Cid, conjurar, desterrar. También hay la repetición de “no” cuando se compara a los caballeros con los villanos y esto a la vez también se convierte en un paralelismo.
Hay también muchas anáforas que esto también facilita a la hora de memorizarlo. En los versos noveno y décimo hay una anáfora, villanos. En el desenlace también se pueden observar dos anáforas.
Hay una antítesis y en mi opinión esta figura es la que más facilita para memorizar cualquier texto. La antítesis se encuentra en la parte en que empieza el diálogo y el rey es conjurado por Cid.
Es un romancero histórico ya que se produce en la Edad Media y se percibe enseguida una escena muy típica en esos tiempos, rey y caballero disputando.
En este poema hay algunos campos semánticos que nos ayudan muchísimo a hacernos una visión de los villanos y caballeros en la Edad Media.
Sus formas de vestir eran muy contrastadas y al leerlo te puedes hacer una visión rápidamente de ellos. Luego también hay un campo semántico del mandato.
Un elemento muy importante del romancero es su In media res, inicio abrupto y final inacabado.
Este poema es extraído de otro texto más largo y por esto sucede lo comentado anteriormente. Los juglares cantaban cantares de gesta y este romancero es lo que ha quedado.
En conclusión se puede ver claramente que este es un buen ejemplo de romance.