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CRÍTICA: EL LLIBERTÍ I L’ APARHEID

Dimecres 7 de novembre, vint alumnes de 1r de batxillerat i dos professors vam anar a Barcelona. L’objectiu era assistir a la representació teatral de l’obra El llibertí, d’Eric-Emmanuel Scmitt, al teatre Poliorama, una obra en clau d’humor que no va deixar indiferent a ningú.

Tot i que la sessió començava a dos quarts de deu del vespre, vam sortir de Blanes a quarts de cinc de la tarda i així vam aprofitar per anar al Centre de Cultura Contemporània (CCCB), a veure una exposició sobre l’aparheid sudafricà. Pensàvem que seria una mica rotllo, però la veritat és que hi vam trobar imatges molt impactants i ens va oferir una idea molt clara del que va ser aquesta etapa del país africà i de com s’hi viu avui. També ens va servir per fer una ullada a l’edifici del CCCB, antiga Casa de la Caritat de Barcelona, i al barri del Raval. Vam evitar passejar-nos per Plaça Catalunya i les Rambles perquè precisament aquell dia eren plens de hooligans i de furgonetes dels policies antidisturbis; dia de lliga de campions.

L’obra El llibertí, qualificada per la crítica com comèdia filosòfica, és divertida pels malentesos que es creen entre els personatges i les situacions compromeses. Arran de l’article sobre la moral que ha d’escriure el filòsof Diderot per a l’Enciclopèdia francesa, tracta dels diferents conceptes de moral, de com és tot de relatiu, segons el punt de vista de cadascú, de l’aparença, de la fidelitat i la infidelitat, de la traïdoria, de l’enganyador enganyat… Una obra amb humor intel•ligent que se segueix bé.

Marcel Gotarra, 1r de batxillerat

OPINIÓN: 22-11-07

22 de noviembre de 2007. Se convoca una huelga en Blanes a raíz del asesinato de un joven antifascista, de 16 años, por un neonazi, en el céntrico metro de la capital española, Madrid. Todas las reseñas de lo ocurrido empiezan más o menos así. Lo que varía es lo que sigue.

El bajo nivel de compromiso que demostraron la mayoría de los estudiantes de nuestra población fue realmente… sí, lo calificaría de escandaloso. Se convocó la huelga en los tres institutos públicos blandenses: Serrallarga, S’Agulla y Sa Palomera. Unos seiscientos alumnos respondieron a la llamada. Sólo cincuenta acudieron a la manifestación. ¿Qué ocurrió? No logro entenderlo.

Yo fui una de los que fueron a la paupérrima manifestación. Fue realmente triste. Iba acompañada de cuatro o cinco compañeras. La verdad es que tenía cierto grado de ilusión. Mi primera manifestación. Mi primera oportunidad de mostrar al mundo mis ideas políticas, mi ética. Incluso mis padres me despidieron haciéndome prometer que les llamaría luego para contarles lo sucedido.

Bien, nos reunimos y fuimos al lugar de encuentro, plaza Cataluña. ¡Qué desilusión! Sólo una cincuentena de alumnos estaba reunida allí. Fui directamente a saludar a uno de los organizadores de la manifestación y un buen amigo mío, Miquel. Hay que admitir que se portó. Él y un grupito más de alumnos de los diferentes institutos, entre los que estaba una de mis mejores amigas, leyeron un comunicado. Expresaban su desagrado por lo sucedido, pedían respeto y el fin del fascismo. Sorprendeos, ni siquiera disponían de un mísero micrófono. Hicieron lo que pudieron. Y terminó. No sé si llegó a los quince minutos. Los alumnos se dispersaron. Comenzaba a llover. Y llovía también en mi interior. ¡Qué poca consideración! ¡Qué falta de moral! ¿Qué está pasando en nuestra generación? Aumento del consumo de drogas y alcohol, aumento del fracaso escolar, aumento de la ignorancia generalizada. Incluso están reforzándose movimientos neonazis. Me pregunto, por ejemplo, si la mayoría de los jóvenes sabrá quién es el ministro de economía de nuestro país o el de asuntos sociales o… y si están al corriente de que la tarea que está realizando. Sólo es un ejemplo. Pedro Solbes y el resto de ministro son poco conccidos entre los adolescentes españoles.

Bien, me voy del hilo. Simplemente, reivindico el cumplimiento de los derechos de los ciudadanos. Hay que evitar sucesos como éste, hay que procurar, más que nunca, que no se repitan. Adultos, ayudadnos para que nuestra educación social sea crítica y profunda. Somos unos verdaderos ignorantes y, como consecuencia, vulnerables ante un mundo in extremis inseguro. Gracias y ¡hasta la siguiente catástrofe! Puede ser por la mujer nº 70 muerta a manos de su marido en el 2007 o por un seísmo que finalmente ha arrasado alguna zona pobre de Suramérica o la India, pero nos volveremos a ver.

Laura Sala, 1º de bachillerato

OPINIÓN: "Me tomo la lucha a mi manera"

Domingo 11 de noviembre. Madrid. Muere apuñalado en el metro de Legazpi Carlos Palomino, alias ‘Pollo’, el joven antifascista militante de las BAF (Brigadas Antifascistas), a los pocos días de cumplir los 16 años.

Se convocan manifestaciones en toda España a grito de ‘Pollo hermano, nosotros no olvidamos’. Toda España se moviliza por una causa: la lucha contra el fascismo, contra la imposición de ideas, contra la opresión, contra el derecho a la libertad de expresión…

Gentes con diferentes ideales unidas con un mismo fin: acabar con el fascismo y el racismo.

Día 22 de noviembre. Blanes. Se convoca una huelga a las 12 en plaza Cataluña con la intención de mostrar el desacuerdo con el asesinato. La buena intención abundaba, pero ¿qué pasó? Solo 50 míseras personas, pero de buen corazón, se reunieron para denunciar ese asesinato. Yo desde el primer momento supe lo que pasaría y me opuse a la huelga. Os pudo más el saber que ibais a perder un día de clase que el poneros en el lugar de Carlos. Almenos yo tengo la conciencia tranquila al saber que lloré la muerte de Pollo a mi manera, pero mi orgullo está dolido porque fuisteis incapaces de poner en una balanza vuestras acciones y su repercusión.

El día 22 asistí a clase, lo cual no significa que sea un esquirol, como algunos me juzgaron, medio en broma. Me tomo la lucha a mi manera y como creo conveniente aunque, a veces, no les guste a todos. Doy mi apoyo a los que sí asistieron a la manifestación de Blanes, pues la escasa asistencia no hay que mirarla como una derrota, sino que debe invitar a la reflexión para que en el futuro no pase lo mismo.

¡Salud!

Adrià Hug, 1º bachillerato