Entrar a las 8

En nuestro día a día estamos repletos de horarios, horarios para levantarse, para comer, para estudiar… Pero, ¿son necesarios tantos horarios? ¿Y más a una edad tan temprana? A nuestro parecer, el horario más estricto para los jóvenes es el del instituto, un horario que implica estar 6 horas sentados en una silla desde primera hora de la mañana con solo 30 minutos de descanso.  Somos conscientes de que es muy importante aprender y de eso no tenemos ninguna queja, pero creemos que para que se haga más ameno y menos estricto no es necesario entrar a las 8 de la mañana cada día.

Empezar el instituto a las 8 no solo implica madrugar, sino que hay una serie de factores externos que nos afectan durante el día a día. Para empezar, está estudiado y comprobado por muchos cientícos que un adolescente debe de dormir entre 8 y 10 horas o si no su rendimiento se ve afectado. Probablemente, muchos contrargumentarán que nos podríamos ir a dormir más temprano, y aquí viene nuestro siguiente punto: Las actividades extraescolares, a la vez que nuestra edad va aumentando el horario de dichas actividades, se va atrasando, dándole así prioridad a los niños con edades menores, un problema si lo que quieres es ir a dormir temprano, ya que si tu actividad extraescolar acaba tarde por mucho que quieras no podrás dormir más. Por último, tener en cuenta el trayecto que hay de casa al instituto, puesto que muchos alumnos tienen un largo trayecto de casa al instituto y el hecho de entrar tan temprano provoca que madruguen mucho.

En conclusión, creemos que no deberíamos entrar tan temprano al instituto, puesto que somos adolescente y necesitamos dormir nuestras 8 horas, aparte no creemos que tenga ningún beneficio en nosotros o nuestro rendimiento.

Ariadna y Berta

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