No se deberían inculcar los valores a los hijos, ya que deben tener su propia opinión. Si siempre se les dice cómo tienen que pensar y lo que tienen que hacer a medida que vayan creciendo, no van a ser capaces de formular sus propias ideas.
Educar e inculcar son dos cosas muy distintas y que a veces la gente confunde, es evidente que al educar a un hijo se hará con los valores y creencias que a los padres o tutores legales le parezcan correctos, pero el problema aparece cuándo se obliga al niño o niña a creer en una religión, a votar a un partido político o a otro… Todos merecemos la libertad de creer o no creer, de hacer o no hacer o de pensar o no pensar y el que sean tus hijos no te da el derecho de quitarles esa libertad.
Gracias a una compañera de clase hemos podido obtener información sobre cómo se inculcan algunas creencias. Ella es musulmana y forma parte del Islam, nos ha contado que su religión le ha enseñado unos valores diferentes a los que tiene la gente que no es del islam, también se le han aplicado obligaciones, prohibiciones y creencias que ella no ha podido elegir, sino que ha hecho lo que desde pequeña le han dicho que tenía que hacer. Un ejemplo de una obligación es llevar el hiyab, que es el pañuelo que llevan las musulmanas para cubrirse la cabeza y el pelo, aunque no es del todo obligatorio, ya que pueden no llevarlo, pero no todos la acep tarían, otra prohibición del Islam es no comer cerdo. El caso de los musulmanes es un poco complicado, porque no tienen otra opción que seguir la religión que en la mayoría de casos tiene toda la familia, puesto que si no deberían dejar atrás su país, cultura y hasta a su familia porque no les aceptarían.
En conclusión, no se debería inculcar ningún tipo de valores ni a los hijos ni a nadie, porque si desde pequeños se les dice cómo tienen que ser, de mayores probablemente no tendrán la capacidad de pensar que es lo que quieren ellos realmente.
Irene Jordan y Santi Monfort.
