La prèdica (ad-Da’wah) pública
Después de la gran preparación que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, realizó, educando a sus Sahabah y formando el primer grupo musulmán organizado basándose en los altos principios de la creencia, la adoración y los valores morales, el tiempo de declarar la prédica en público llegó por la revelación de la aleya en la que Al-lah Dice: Y advierte primero a tus familiares de entre tu pueblo. Sé afable con los creyentes que te sigan [Corán 26: 214-215]
Entonces, el Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, reunió a su tribu y a sus familiares, les llamó abiertamente a creer en un solo Dios y les advirtió del castigo fuerte si le desobedecían; les ordenó salvarse a sí mismos del Fuego y les aclaró que cada persona era responsable de sí misma.
Fue narrado bajo la autoridad de Ibn ‘Abbas, que Al-lah esté complacido con él, que dijo: “Cuando esta aleya fue revelada- Y advierte primero a tus familiares de entre tu pueblo – El Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, ascendió a la colina de As–Safa, y llamó a los grupos de Quraish diciendo: “¡Oh Banu Fiher! ¡Oh Banu ‘Adi!“ hasta que se reunieron. Y el hombre que no pudo asistir, envió a un mensajero para saber lo que estaba pasando. Abu Lahab y Quraish vinieron, y el Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Si os dijera que hay una caballería en este valle (al otro lado de la colina) que quieren atacaros, ¿ creeríais en mis palabras?” Dijeron: Sí, pues nunca has dicho sino la verdad. Así que dijo: “He sido enviado a vosotros para advertiros de un castigo fuerte.” Abu Lahab dijo: “Maldito sea todo tu día, ¿acaso nos has reunido para decirnos esto? Entonces, Al-lah, Glorificado Sea, Reveló la sura en la que dice: ¡Maldito sea Abu Lahab [tío y acérrimo enemigo del Profeta Muhammad] y que perezca! Ni su poder ni sus bienes podrán salvarlo del castigo! [Corán 111:1-2] [Al Bujari]
[Escolta la recitació de la sura 111 (Al Masad) clicant aquí]
En otra narración, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, llamó a todas las tribus, diciendo a cada grupo: “Salvaos a vosotros mismos del Fuego…” Luego, dijo: “¡Oh Fatimah! Sálvate a ti misma del Fuego, pues no puedo beneficiaros en nada ante Al-lah, sino que tenéis lazos familiares que voy a mantener según lo reconocido“ [Muslim]