“Debes saber que el mundo de los seres creados es como el agua clara y pura que refleja los atributos del Todopoderoso. Su conocimiento, justicia y bondad reflejan los atributos de Dios al igual que una estrella del cielo se refleja en el agua que corre. Los reyes son el teatro para la manifestación de la realeza de Dios. Los eruditos son los espejos para la sabiduría de Dios. Los pueblos y las naciones pueden cambiar a medida que una generación reemplaza a otra, pero los atributos divinos son eternos. El agua del arroyo cambia muchas veces, pero el reflejo de la luna y las estrellas en el agua es siempre el mismo. La justicia es la misma justicia y el saber es también el mismo saber, pero esas generaciones y pueblos han sido cambiados. Generaciones tras generaciones se han ido, pero estas Ideas (atributos divinos) son permanentes y perpetuas. El agua en este canal ha sido cambiada muchas veces, la reflexión de la luna y de las estrellas permanece inalterada. Por ello su fundamento no se halla en el agua corriente, no, sino en las regiones de la anchura del Cielo. Estos atributos son como estrellas ideales: que sepas que se hallan establecidos en la esfera de las Ideas (Realidades divinas). Los hermosos son el espejo de Su belleza, el amor hacia ellos es la reflexión del deseo del que Él es el objeto. Esta mejilla y lunar va a la fuente de ella; un simulacro, ¿cómo seguiría para siempre en el agua? La suma entera de las formas figuradas es una reflexión en el agua del río: cuando te refriegas el ojo, todas ellas son en realidad Él.”
Jalaluddîn Rumi, Mathnawî (vol. VI)
“Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando; y este aplauso, que recibe prestado, en el viento escribe y en cenizas le convierte la muerte”
Calderón de la barca, La vida es sueño.