La máscara negra

En la ciudad de Nueva York, en los años 80, existía un detective que se llamaba Alfred y que era muy conocido por todo el mundo. Alfred era un hombre alto, fuerte y muy inteligente. Tiene el cabello negro, unos ojos verdes y un traje elegante con un sombrero. Alfred se dio cuenta de que necesitaba un compañero/a. Hasta que un día un chico se presentó en su oficina y le pidió ser su compañero. Parecía ser un chico universitario y me afirmó que venía de la universidad Cornell, de Nueva York. El chico se llamaba Jon, él es un hombre de 19 años y que acabó siendo su compañero. La noticia de que Alfred tenía un compañero corrió por muchas partes del mundo.

Pasaron 4 meses y resolvieron un montón de casos, hasta que un día recibieron una llamada del centro de policía. Les dijeron que le robaron un collar a la reina Isabel II, que era muy valioso, porque llevaba muchas generaciones con la familia real. Entonces, Alfred pidió el sitio donde estaba el collar, la hora en la que se dieron cuenta de que desapareció y quien fue la última persona en salir de la habitación.

Al día siguiente fueron a la casa de la reina Isabel II a buscar pistas, inspeccionaron la habitación y encontraron una tarjeta que supieron de inmediato de quién era. La tarjeta era de color negra con las iniciales M.N. (Mascara Negra).

Máscara Negra era un delincuente buscado por muchos países por cometer muchos crímenes. Como dice el nombre, es una persona con una máscara negra que le tapa toda la cara, en la voz tiene unos sensores que le permiten cambiarle la voz y va vestido de negro para camuflarse en la oscuridad. Él siempre hace sus crímenes por la noche. Aparte de la tarjeta no encontraron nada más.

Un tiempo después recibieron muchos más casos de la Máscara Negra. Alfred y Jon no saben cómo resolverlos todos a la vez. Cada noche Máscara Negra hacía sus delitos dejando sus tarjetas. En una noche robó una estatua de un museo, la siguiente noche robó dinero de la caja fuerte de un millonario hasta llegó a matar a alguien y muchas más cosas.

– Alfred, ¿Cómo planeas resolver muchos casos de la Máscara Negra a la vez?- le dice Jon con dudas.

– Primero iremos hacia la primera persona a la que nos llamó después de la reina y miraremos otros sitios.-

Los dos fueron a todos los lugares y recogieron todas las tarjetas que dejaba. Para ver si tenían pistas en ellas y si tienen algo en común. Recibieron una llamada del guardia de seguridad del museo diciéndoles que habían encontrado un bolígrafo que tenía escrito las iniciales de M.N.

Jon tuvo una muy buena idea, que tenía que coger el sobre de las tarjetas y a través del fuego mirar si tenía un mensaje oculto. Esa brillante idea la sacó de una película de detectives, ya que los miraba muy a menudo. Así que cogió esos típicos mecheros que había por ahí tirado y lo encendió. Al colocar el mechero atrás de una de las tarjetas vio que tenía escrito “SI ME’’. Después cogió el resto de las tarjetas y vio que decía “SI ME QUIERES ENCONTRAR VE A LA B.A.D.N.Y.’’. Su idea sí había funcionado, fue a buscar a Alfred para contarle la noticia.

-Alfred, he descubierto algo.- le dice Jon mientras se acerca.

-Déjame ver.

-Te recuerdas de aquella película que vi hace unos días.-

-Creo que sí.

-Pues he probado un truco con el mechero y sorprendentemente ha funcionado.

-Entre las palabras de cada tarjeta descubrí un acertijo.- le dice mientras le enseña las tarjetas.

Pasaron unos días y siguieron sin saber el significado de esas palabras. Hasta que un día, Jon fue a la biblioteca de la ciudad para estudiar con un compañero suyo y le preguntó si sabía lo que decía. Unos minutos después, Alfred llamó a Jon para decirle que puede que la letra “B’’ significa bosque o biblioteca y la “A’’ de antigua. Jon salió de la biblioteca para ir a la oficina de Alfred donde siguieron resolviendo el misterio de donde se encontraba el paradero de M.N. Después de media hora consiguieron resolver el mensaje, B (biblioteca), A (antigua), D (de) y N.Y. (de Nueva York) desde antes. Fueron a la Biblioteca más antigua de la de Nueva York que se encontraba en una calle ni de ricos ni de pobres casi en obras.

Los dos entraron para ver si encontraban alguna huella, cosa que no encajaba, sus iniciales por algún sitio, pistas en los libros y periódicos. Pero no encontraron mucho, ya que la biblioteca estaba tan sucia que en los libros había tanto polvo y todas las páginas estaban tan podridas que con solo tocarlas se rompían.

De repente Jon se tropezó con un agujero en el suelo apretando un botón en el que se encendieron las luces, se movió una estantería y se reveló un pasadizo que parecía profundo, tenían unas escaleras como de caracol y decidieron entrar.

Siguieron adelante y encontraron un rincón donde se encontraba todas las cosas robadas. De repente se oyó un ruido, parpadearon las luces y Jon se encontró desmayado y sangrando en el suelo, volvieron a parpadear y la M.N. aparece en persona.

Lucharon entre sí y parece que Alfred va a ganar, pero la Máscara Negra le hizo una jugada sucia dejándolo sin fuerzas y de repente saca una pistola.

– Tus últimas palabras- digo la Máscara Negra.

– Hace tiempo que yo ya terminé el caso.

Después de 1 hora, Jon despertó y fue a buscar a Alfred, pero cuando lo encontró ya era demasiado tarde. Busco un hospital para que los atendieran y después de 2 meses muchas personas se reunieron para el funeral de Alfred. Porque intentaron resolver el caso, pero no pudieron resolverlo.

Más adelante Jon decidió seguir con el negoció de Alfred para recordarle, después de que se recuperara de su conmoción cerebral y también llegó a resolver muchos casos al igual que Alfred, pero no pudo resolver el de la Máscara Negra uno de los criminales más peligrosos del mundo.

Un día Jon estaba en su casa pensando en cómo logró deshacerse de uno de los detectives más importantes del mundo.

Meissa y Júlia