Había un niño llamado Pepe, tenía 10 años y no tenía muchos amigos porque lo consideraban raro. Por eso, no le gustaba ir al colegio. Había un niño que se llamaba Max y su grupo de amigos, a quienes les gustaba molestar a la gente. Vieron a Pepe, que actuaba de una forma femenina, y aprovecharon para hacerle bullying. Lo hacían sentir muy mal todos los días, le quitaban la comida y ya nadie se juntaba con él porque quería cambiarse de género. Llegó al punto de que se quería matar. Iba todos los días al psicólogo y no aguantaba más la soledad.
Un día, en el patio, Max se cayó y todos se empezaron a reír, menos Pepe. Pepe solo lo miraba, pero Max se la agarró con él y le empezó a pegar. La profesora los separó y los llevó a la dirección. Pepe le explicó lo que pasó y expulsaron a Max. Max se enojó y, el último día de cole, Max y sus amigos metieron a Pepe al baño, le pegaron, le metieron la cabeza al váter, lo grabaron, y lo subieron a internet. Le hicieron memes y se reían de él.
Por eso, durante todo el verano, Pepe fue al gimnasio, se metió a clases de MMA para saber defenderse y para que él pudiera tomar venganza. El primer día de colegio, nadie lo reconoció porque había cambiado mucho. Cuando se enteraron de que era Pepe, se sorprendieron mucho. Max empezó a reírse y les enseñaba a todos el video que había grabado de él. Pepe se enojó mucho, le pegó, y Max, todo molesto, intentó pegarle, pero Pepe le terminó ganando y dejándolo en vergüenza.
Pepe le hacía bullying todos los días a Max y él empezó a sentir lo que había hecho sentir a Pepe todos esos años. Max le pidió disculpas por haberle hecho bullying, pero Pepe no podía olvidar lo que hizo. Le pegó y no aceptó sus disculpas.
Un día, Max pidió ir al baño y Pepe se escapó de clase. Fue hacia el baño y le hizo lo mismo que Max le había hecho a él. Lo grabó, pero para él no era suficiente. Siguió pegándole hasta que dejó de hacerlo, porque Max no respondía. Pepe se fue corriendo a su clase. Un compañero encontró a Max tirado e inconsciente en el baño, y les dijo a los profesores. Llamaron a la ambulancia y a la policía, quienes dijeron que Max estaba en coma. Preguntaron a todos los alumnos del colegio quién fue, pero nadie sabía. Fue hasta que Pepe no aguantó más la culpa y dijo que fue él.
Pasaron días, y cuando iba a ser sentenciado, Max despertó del coma. Les pidió que quitaran la denuncia, porque él entendía lo que había pasado. Le contó a su padre lo que le hacía a Pepe, y Pepe fue libre de cargos. Max regresó al colegio y vio a Pepe. Se acercó a él pensando que le iba a pegar, pero Pepe le dio la mano. Los dos se pidieron disculpas. Pepe y Max se dieron cuenta de que lo que hacían estaba mal y, finalmente, los dos se hicieron muy amigos.