Musical en homenaje a Bob Fosse (estreno 1999, dvd 2000)
Ann Rieking, Ben Vereen, director Matthew Diamond

Me encanta ver bailar. Los bailarines me transmiten la sensación maravillosa, mágica y feliz de que yo estoy ahí bailando también, con un control del cuerpo, del ritmo y del espacio del que, desde luego, carezco.
Podría hablar de muchos bailarines y de muchos espectáculos musicales que me entusiasman especialmente en aquellas películas, ya algo alejadas en el tiempo, en las que el montaje permitía ver números musicales con muy pocos cortes (últimamente en las películas de los bailes no se ve gran cosa).
He elegido a Bob Fosse porque la primera vez que le vi no pude apartar mis ojos de él en ninguna de las escenas en las que bailaba. Era en la película “Kiss me Kate” donde Fosse, que tiene un papel muy secundario y siempre baila rodeado por otros bailarines muy buenos, atrajo mi atención del principio al fin.
Luego le fui siguiendo la pista y también como coreógrafo y director cinematográfico me pareció extraordinario y con una gran personalidad.
De este musical-homenaje lo que más me gusta es el trabajo de los conjuntos de bailarines: todos me parecen fantásticos. Verles bailar “I wanna be a dancer” es un auténtico placer.