LA LÍRICA DE LOS SIGLOS DE ORO
Soneto V de Garcilaso de la Vega
Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribistes, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.
En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.
Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma mismo os quiero.
Cuando tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero.
RECURSOS
1. La Página de garcilaso en Internet.
2. Garcilaso de la Vega. CVC.
3. El amor imposible Edu 365.
4. Los sonetos de Garcilaso en la Biblioyeca Virtual Cervantes
5. Página web de la Universidad de Oklahoma. Imágenes e información sobre Garcilaso, aquí.
6. El ideal de belleza femenina en la literatura de los Siglos de Oro en profes.net.
ACTIVIDADES
1. La lírica Renacentista: Garcilaso de la Vega. (materiales de lengua)
2. Poemas con cuadros para leer a Garcilaso (Profes.net)
3. La poesía del Renacimiento (msanto1)
4. Comentario de texto (Interactivo). Soneto XXIII en portal de lengua.
5. Comprensión lectora (Interactivo). Soneto XXIII
6.
La lírica renacentista. (archaron)
7. Miniquest: Si Garcilaso volviera.
¡CARPE DIEM!
El carpe diem, cuyo nombre procede de la oda a Leuconoe de Horacio, es un tema permanente en la literatura europea.Íntimamente asociado al “Collige, virgo, rosas” de Ausonio, su idea central es que la vida es breve y con ella termina para nosotros el placer; es preciso, por lo tanto, gozarla en la época de la juventud. El motivo de la rosa (símbolo de aquella) aparece ya en la poesía de Anacreonte unido a la preocupación por la fugacidad de la vida humana, pero fue con Horacio, sobre todo a partir de su oda Ad Ligurium, cuando el tema alcanzó su máxima difusión en la Europa del Renacimiento (Lorenzo de Médicis, Tasso, Ronsard).
En España, Garcilaso compuso sobre este tema el soneto XXIII ; en diversos poemas de Góngora, Argensola y Calderón, el carpe diem tomó un significado filosófico y desenagañado, muy propio de la época barroca