Monthly Archives: desembre 2009

Don Quijote, siempre

Para acabar el tema de Don Quijote y, después de haber leído lo que piensan algunos intelectuales sobre la novela, podemos escuchar dos canciones que son a su vez dos bonitos poemas de León Felipe (cantados por Joan Manuel Serrat y Paco Ibáñez).

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Vencidos

(León FelipeJoan Manuel Serrat)

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Y ahora ociosa y abollada,
va en el rucio la armadura,
y va ocioso el caballero,
sin peto y sin espaldar.

Va cargado de amargura
que allá encontró sepultura
su amoroso batallar.
Va cargado de amargura,
que allá quedó su ventura
en la playa de Barcino,
frente al mar.

Cuántas veces, Don Quijote,
por esa misma llanura,
en horas de desaliento
así te miró pasar
y cuántas veces te gritó:
“Hazme un sitio en tu montura
y llévame a tu lugar.

Hazme un sitio en tu montura,
caballero derrotado,
hazme un sitio en tu montura,
que yo también voy cargado
de amargura
y no puedo batallar.

Ponme a la grupa contigo,
caballero del honor,
ponme a la grupa contigo
y llévame a ser contigo,
contigo pastor”.

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Va cargado de amargura,
va, vencido, el caballero
de retorno a su lugar.

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Ya no hay locos,
Ya no hay locos,
Ya no hay locos, amigos,
Ya no hay locos,
Ya no hay locos,
Ya no hay locos,
Ya no hay locos en España
Ya no hay locos 
Se murió aquel manchego
Aquel estrafalario
fantasma del desierto,
Se murió aquel manchego
Aquel estrafalario
fantasma del desierto. 
Ya no hay locos,
Ya no hay locos,
Ya no hay locos, amigos,
Ya no hay locos.
Ya no hay locos,
Ya no hay locos,
Ya no hay locos en España
Ya no hay locos. 
Todo el mundo está cuerdo
Terriblemente, horriblemente cuerdo,
Todo el mundo está cuerdo
Terrible, horriblemente cuerdo. 
Ya no hay locos,
Ya no hay locos,
Ya no hay locos, amigos,
Ya no hay locos.
Ya no hay locos,
Ya no hay locos,
Ya no hay locos en España
Ya no hay locos. 
Cuando se pierde el juicio,
Yo pregunto cuándo se pierde ¿cuándo?
Si no es ahora que  una vida
Vale menos que el orín de los perros.