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NOVEDADES DE LA RAE: POLÉMICOS CAMBIOS ORTOGRÁFICOS

 raeLa nueva edición de la Ortografía, elaborada por las veintidós Academias de la Lengua, no cambia las reglas sustanciales pero sí contiene novedades interesantes y polémicas: la “y” se denominará “ye”, en América deberán dejar de llamar “be alta” y “be baja” o “corta” a la “be (b)” y la “uve (v)”, y “guion” y “truhan” pierden la tilde.

El texto básico de la nueva “Ortografía de la lengua española”, una de las grandes obras de referencia de los hispanohablantes, ha sido aprobado esta semana por la Comisión Interacadémica de la Asociación de Academias de la Lengua Española, y su contenido no será definitivo hasta que lo ratifiquen los máximos responsables académicos el próximo día 28 en Guadalajara (México).

Como afirmó hoy en una entrevista con Efe en Madrid Salvador Gutiérrez, director de esta gran obra, lo que han preparado las Academias es una edición “amplia, razonada y explícita” de la Ortografía (tendrá más de 800 páginas), y será una obra “sumamente clara, es decir, que pueda leerla una persona que tenga una formación de bachillerato”.

En la nueva edición, que la editorial Espasa publicará antes de Navidad en todos los países de habla hispana, se da un paso más en la decisión, adoptada hace ya años, de no tildar el adverbio “solo” ni los pronombres demostrativos “incluso en casos de posible ambigüedad (“voy solo al cine”)”, “pero no condena su uso si alguien quiere utilizar la tilde”.

También se eliminó la tilde en la “o” cuando va entre número: “1 o 2 personas”.

Las Academias han acordado también que la escritura con “q” de algunas palabras (Iraq, Qatar, quásar, quórum) representaba “una incongruencia con las reglas”. Para evitarla han decidido escribirlas con “c” o con “k”, según los casos: Irak, Catar, cuásar cuórum. Quienes prefieran la grafía originaria, tendrán que hacerlo como si fueran extranjerismos crudos y escribirlas en cursiva y sin tilde.

El prefijo “ex” se escribirá unido a la base léxica si afecta a una sola palabra: “exmarido”, “exministro”, “exdirector” y continuará escribiéndose separado cuando preceda a palabras compuestas: “ex capitán general”.

La polémica está servida. Para unos, los cambios son poco novedosos e incoherentes algunos:

 “Los cambios que comunicó la Real Academia Española el viernes 5 de noviembre causaron un revuelo impresionante en redes sociales, lo que es muy positivo. Antes estas noticias pasaban desapercibidas. Lo curioso es que, en verdad, los cambios tienen muy pocas novedades: 

Guion sin tilde: esta palabra no debía llevar tilde desde hace tiempo ya que es diptongo, y por tanto, un monosílabo. Como Dios. O sin acento entre números: ya ningún monosílabo debía acentuarse, exceptuando aquellos que tienen doble acepción como Té. La excepción de acentuar “o” entre números era para evitar su parecido a un cero cuando se situaba entre números.

La denominación de las letras Y y V suena coherente y ya en muchos países de Latinoamérica se había excluido la CH y la LL del alfabeto, e incluso, la letra V ya era demoninada uve y la Y era llamada ye. Se trata solo de una conciliación entre todos los países.

 Solo sin acento: este es el cambio que más críticas ha generado. Sólo debía llevar tilde como adverbio (sólo como sinónimo de únicamente), para diferenciarlo del adjetivo (solo como sinónimo de solitario). Pero -según la RAE- son pocos los casos en los que se genera confusión ya que, según ellos, el contexto definiría el uso. Esto es curioso para una Academia que, en rigor, no le gusta dejar nada al azar. Veamos dos ejemplos comunes:

 Te veo solo cuando caminas: ¿Te puedo ver únicamente cuando caminas o te veo solitario cuando caminas? Habrá que ayudarse con una coma para evitar confusiones: (Te veo, solo cuando caminas o Te veo solo, cuando caminas).

Iré solo a casa: ¿Irás únicamente a tu casa o irás sin compañía a tu casa?

 Ejemplo: ya en algunos países se escribía exministro o expresidente sin espacio. Pero la RAE dice que sí debe ir separado cuando el título al que se hace referencia es un nombre compuesto, como Gerente General. En este caso, debe escribirse separado (ex Gerente General), lo cual es incoherente.

Catar, Irak y Cuórum: no es extraña esta regla. La RAE acepta terminos dentro de sus reglas, tal es el famoso ejemplo de güisqui (en vez de whisky). El español limita el uso de la letra Q a sílabas QUE y QUI, así que establecer como norma que, por ejemplo, cuórum y catar se deban escribir con C o Irak terminado en K era algo obvio.

 Estos son los casos más comunes. ¿Novedades? Muy pocas para haber generado tanto comentario. Solo se trató de ordenar algunas reglas que estaban poco claras.”

 Para otros, los cambios son más polémicos:

“Parece sensato eliminar definitivamente la tilde de «solo» (adverbio) o «este» (pronombre), que son palabras llanas acabadas en vocal y que, por tanto, según la norma general, no llevan tilde. Las posibles ambigüedades son fácilmente resolubles. Pero la que creo que va a traer cola va a ser la decisión de suprimir las letras «ch» y «ll» del alfabeto. Sobre ambas letras, la postura oficial de la RAE hasta el día de hoy es:

 ALFABETO.- Para designar la serie ordenada de las letras con que se representan los sonidos de una lengua, pueden usarse indistintamente los términos abecedario y alfabeto. Como las demás lenguas románicas, el español se sirvió básicamente de la serie alfabética latina, que fue adaptada y completada a lo largo de los siglos. El abecedario español está hoy formado por las veintinueve letras siguientes: a, b, c, ch, d, e, f, g, h, i, j, k, l, ll, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x, y, z.

 Esta variante española del alfabeto latino universal ha sido utilizada por la Academia desde 1803 (cuarta edición del Diccionario académico) en la confección de todas sus listas alfabéticas. Desde esa fecha, los dígrafos ch y ll (signos gráficos compuestos de dos letras) pasaron a considerarse convencionalmente letras del abecedario, por representar cada uno de ellos un solo sonido. No obstante, en el X Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española, celebrado en 1994, se acordó adoptar el orden alfabético latino universal, en el que la ch y la ll no se consideran letras independientes. En consecuencia, las palabras que comienzan por estas dos letras, o que las contienen, pasan a alfabetizarse en los lugares que les corresponden dentro de la c y de la l, respectivamente. Esta reforma afecta únicamente al proceso de ordenación alfabética de las palabras, no a la composición del abecedario, del que los dígrafos ch y ll siguen formando parte. Cuesta aceptar estos cambios cuando te has aprendido el alfabeto desde pequeño.”

Mi opinión personal: carta abierta al RAE

En todo este “complicadísimo” proceso de toma de decisiones (no exento de connotaciones políticas ni mediáticas, ejercidas por personajes influyentes tanto en el ámbito político como cultural), excelentísimos e ilustres señores de la RAE, déjenme decirles que, como docente, me siento marginada por no haber tenido en consideración mis humildes opiniones. Porque los docentes de E.S.O y Bachillerato creo yo que también tenemos derecho a opinar. Sobretodo porque constituimos, del gran ejército defensor de la lengua, una infantería sin apenas recursos pero con vocación, siempre en la vanguardia, los más susceptibles de ser exterminados, mientras que ustedes, la caballería, en la retaguarda, con sus infinitos recursos, difícilmente van a sentir las consecuencias de sus actos fuera de las aulas. Nosotros, los de infantería, estamos día a día al pie del cañón, luchando por la supervivencia de la lengua, por su respeto y dignificación, hecho que a partir de ahora, com estos cambios, será un hito todavía más difícil de conseguir entre alumnos tan acostumbrados a la ley del mínimo esfuerzo. Hacemos y deshacemos la lengua, como el tapiz de Penélope mientras esperaba a Ulises, se supone que por el bien de todos los hablantes de la lengua española, cuando en realidad, según mi opinión, lo que se quiere conseguir es descentralizar el poder de la lengua española, es decir que su razón más profunda no obecede a criterios exclusivamente lingüísticos. Lanzo una pregunta envenenada: ¿Es casualidad que todo esto se produzca (o más bien se acelere) después de la concesión del Premio Nobel a un escritor social y políticamente tan influyente como Mario Vargas Llosa?

Puesto que yo no soy Javier Marías, no podré seguir escribiendo como me apetezca, como siempre he hecho, haciendo caso omiso a las nuevas directrices (tal es su opinión) más que nada porque yo soy docente, debo dar ejemplo y formación, tal es mi cometido por haber optado por esta profesión. Así pues, cuando explique a mis alumnos los cambios impuestos sin mi opinión ( hablo en nombre de gran parte de mi colectivo profesional) van a empezar a suspirar, a chasquear la lengua, a fruncir el ceño, y yo me veré obligada a responder o a explicar, algunas veces con criterio, porque suscribo la modificación, y otras sin él, porque ni la comparto ni la entiendo. Imagino sus preguntas: ¿Se ha tenido en cuenta la base etimológica? ¿la tradición? ¿el pragmatismo lingüístico del uso social? pero temo sobretodo el sempiterno ¿pero por qué?. Desde luego, no podré defender algo en lo que no creo, porque el origen de todo es, para mí, meramente político, un pacto a lo “quid pro quo”: América renuncia a la denominación de su tan estimada “be alta” o “be baja” y España a su atávica”y griega,” que será “ye”, complementaria a la “i latina” presente en lenguas como el catalán. Para mí es una gran pérdida, una decepción y un motivo más para que mis alumnos infravaloren su lengua y sepan menos, aunque eso sí, hagan menos faltas ortográficas porque desaparecerán más tildes, como la de solo-solamente, la de los pronombre demostrativos, la o entre números. Y yo, claro, corregiré menos y gastaré menos tinta roja, que a fin de cuentas, después de los recortes de sueldo actuales y futuros, me harán ahorrarme unos céntimos de euro, porque los bolígrafos me los pago yo. A ahorrar pues, que la crisis es muy mala. Quizá, a fin de cuentas ésta era (¿o debo decir esta sin tilde? perdón, señores de la RAE) la auténtica razón subyacente en los cambios de la RAE: Ahorrar dinero y suspensos. Puro afán estadístico.

Mireia Masó

Profesora de Lengua Castellana y Literatura