La fotografia está ubicada en las ramblas de Barcelona donde el día de Sant Jordi la gente fue a comprar libros y rosas a las muchas paradas que había.
Ni las apreturas, ni el calor, ni el tránsito son impedimentos para que los barceloneses bajemos al centro a curiosear, y/o comprar libros.
Muchos años nos hemos mojado, pero da igual, hay que bajar y vivir de cerca la Diada.