Claves para acercarse a los libros
Antonio Basanta, Gemma Lluch, Pedro Cerrillo y Elsa Guiar (CEPLI)
Nuevos aliados de la lectura, Winston Manrique
El País, Babelia, 23 de juny de 2007
- A partir de los 14 años los chavales ya son prácticamente adultos en sus gustos literarios, y hay que respetarlos.
- Es fundamental no imponer la lectura. Proponerla como invitación y nunca como obligación o castigo porque así se le sataniza. Los libros obligatorios suelen ser perjudiciales para descubrir el gusto por la lectura.
- Dejar que sean ellos mismos quienes elijan sus libros y lecturas.
- Sugerir lecturas desde el convencimiento y dando ejemplo.
- Las lecturas compartidas con los menores son buenos pretextos para establecer contacto y diálogo con ellos.
- Proponer libros que hayan sido pensados para los jóvenes.
- Crear espacios físicos y temporales.
- Las bibliotecas públicas están fomentando clubes de lectura ideales para esta práctica y para el diálogo entre adultos y jóvenes.
- No empeñarse en que lean a los clásicos porque la mayoría de éstos no fueron escritos para el público juvenil. Esa inversión de los hechos es nefasta para descubrir el placer por la lectura.
- Leer no sólo significa leer narrativa; es también acercarse a la enciclopedia, a los periódicos, a las revistas, a los textos de internet o al cómic. Estas lecturas recuperan o crean poco a poco el hábito lector.
- Hay que tener en cuenta la literatura clásica contemporánea en todos sus géneros.
- No hay que evitar la literatura más comercial. Si en otra época se leían libros del Oeste o a Corín Tellado, ahora existen otros temas o autores de best sellers que llaman la atención de los jóvenes. No debe haber lecturas excluyentes.
- Es un error querer homologar los criterios, intereses y gustos literarios de los adultos con los de los hijos o jóvenes en general.