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Romanticismo

 

EL ROMANTICISMO: CRISIS IDEOLÓGICA Y ESTÉTICA

El Romanticismo es un movimiento cultural y político originado en Alemania y en el Reino Unido a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración y el Clasicismo, dando especial importancia a los sentimientos. Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas y una apuesta por la LIBERTAD en todos los ámbitos.

Características de la mentalidad y la literatura románticas:

  • Uno de los rasgos capitales del Romanticismo reside en su espíritu individualista . El Romanticismo equivale a la rebelión del individuo, a la violenta exaltación de la propia personalidad.

  • El hombre romántico se caracteriza también por su aislamiento y soledad , temas básicos del Romanticismo. Su individualismo está marcado sobre todo por su conciencia aguda y dolorosa de la propia personalidad, de ser distinto de los demás, que en ciertos casos incluso deriva en un sentimiento de superioridad – su genio, su desgracia o infelicidad mayor que las de nadie -. Esta es la razón por la cual el yo del artista pasa a ocupar el primer plano de la creación. Los sentimientos expresados en las obras románticas son los de sus creadores, quienes expresan su insatisfacción con el mundo, su ansia de infinito, su búsqueda del absoluto, su amor apasionado, su deseo vehemente de libertad, sus estados de ánimo, . Por este motivo la poesía lírica o la música son a lo largo de todo el siglo XIX las artes supremas.

El gusto por la soledad hace que aparezcan como escenario castillos, cementerios, jardines solitarios, etc.

  • El ansia de libertad : El ya mencionado individualismo del hombre romántico produce en él una protesta contra las trabas que hasta entonces tenían cohibido su espíritu, lo cual deriva consiguientemente en un ansia de libertad. El romántico no acata normas morales, lo cual va a hacer que defienda actitudes como el suicidio (vid. Werther, de Goethe) o el amor adúltero. El romántico defenderá, por el mismo motivo, personajes que están fuera de la ley o que son rebeldes: piratas, reos, marginados, Prometeo, el diablo, etc [lee “Canción del pirata” Espronceda].

El rechazo a las normas va a tener estas consecuencias:

-En el terreno de la poesía surgen junto a la métrica tradicional nuevos tipos de versificación

, nuevos ritmos, nuevas estrofas. Una variada polimetría es el resultado de querer dar a cada situación su expresión musical adecuada. Además, en España, se produce una revalorización de un metro tradicional: el romance, que adquiere ahora el máximo prestigio como forma más indicada para la narración poética.

– En el teatro se olvidan las famosas tres unidades de lugar, tiempo y acción, volviéndose en cierto modo a la técnica de nuestro siglo XVII: la acción puede recorrer los más apartados lugares, durar varios años y desdoblarse en dos acciones paralelas. Desaparece la unidad de estilo y se confunden los géneros, mezclándose – con el objeto de dar mayor vivacidad a la obra – lo trágico y lo cómico, lo sublime y lo grotesco, la prosa y el verso. Un trepidante dinamismo invade así el teatro, que alcanza el mayor éxito de público. Se revalorizan nombres como Shakespeare, Lope o Calderón.

  • Exaltación del sentimiento y las pasiones. Frente a la razón, ellos defienden la pasión, la exaltación de los sentimientos. Resultan características la introspección, la nostalgia, la melancolía, la tristeza y la soledad, a la vez que se extiende el sentimiento de fugacidad e infelicidad de la vida humana, lo cual provoca la típica angustia romántica. El gusto por lo sombrío y crepuscular son reveladores de tal sensibilidad.

  • Naturaleza: el artista romántico representa la naturaleza en forma dramática, en movimiento y con preferencia por la ambientación nocturna frente a la naturaleza artificiosa y bucólica propia del Neoclasicismo. Se oponen pues a la mesura y armonía neoclásicos el desorden y la falta de proporción. La naturaleza se identifica en el Romanticismo con los estados de ánimo del creador, y, según sean éstos, es turbulenta, melancólica o tétrica; es pues, una proyección de sus sentimientos. La naturaleza está, a su vez, por encima de todo, algo que se puede apreciar claramente en el tópico romántico de las ruinas, símbolo del predominio de la naturaleza sobre el hombre y sus obras.

  • Irracionalismo: Los románticos rechazan la razón y todo lo racional. Sus temas preferidos están relacionados con lo sobrenatural, la magia, el misterio, los sueños. De ahí surge la moderna literatura fantástica y de terror. En este contexto se escribe, por ejemplo, Drácula, de Bram Stoker o Frankenstein, de Mary Shelley.

El rechazo de lo racional conlleva una exaltación de la INTUICIÓN, la INSPIRACIÓN. El poeta romántico, a la hora de escribir, rechaza las normas porque considera que son una traba para su genio.

  • Subjetivismo: En el romanticismo se le concede una gran importancia a las emociones, los sueños o las fantasías. Como formas de conocimientos principales se aceptan la intuición, la imaginación y el instinto; es decir impulsos no racionales, marcados por los sentimientos. La pasión se considera una fuerza superior a la razón.

Rebeldía: La insatisfacción ante la realidad engendra también la rebeldía contra lo establecido. Como consecuencia de este sentimiento de rebeldía, los artistas del Romanticismo querrán verse reflejados en una serie de personajes que son símbolos o ejemplos máximos de esa rebeldía contra lo establecido:

-Prometeo, que representa el levantamiento del hombre contra su

propio destino y contra los dioses que le crearon (Frankestein).

-Satanás, el ángel caído que desafía a Dios y se burla de lo

sagrado (Don Alvaro, Don Félix el estudiante de Salamanca).

-Caín, que representa la rebeldía contra Dios y contra todo lo que

es considerado “bueno”.

-Don Juan, buscador del Absoluto a través del amor.

  • El espíritu idealista : Los románticos buscan desesperadamente la perfección, lo absoluto, lo cual explica, por una parte su necesidad de acción, su vitalismo, pero por otra, los anhelos insatisfechos que derivan en su frustración e infelicidad. Recuérdese la leyenda “El rayo de luna” de G.A. Bécquer.

  • Angustia metafísica : Al haber perdido la confianza en la razón, el ser romántico es por naturaleza alguien inseguro e insatisfecho, lo cual da lugar a lo que se llamó “el mal del siglo”, una especie de sentimentalismo enfermizo que llegó a ponerse de moda.

  • Choque con la realidad : Otro tema importante en el Romanticismo es el del desengaño que deriva del choque entre el yo romántico y la realidad prosaica y gris que no da satisfacción a sus anhelos e ideales. El romántico – arrastrado por las imágenes que él mismo ha creado en su interior – se encuentra con que la realidad no responde a sus ilusiones. Este hecho lleva al hombre romántico, falto de serenidad para aceptar su ambiente, a un violento enfrentamiento con el mundo y a rebelarse contra todas las normas morales, sociales, políticas o religiosas.

  • Exotismo: el rechazo a la sociedad moderna, prosaica y vulgar, lleva al romántico a evadirse a épocas lejanas (Edad Media) o lugares exóticos (Oriente, América). España, por su atraso, es visto desde fuera como un lugar exótico, primitivo.

  • Nacionalismo: En el Romanticismo aparece una cierta obsesión por buscar las raíces de cada pueblo en su historia, en su literatura, en su cultura, .. Así se comprende la revitalización de los antiguos poemas épicos y de las leyendas y tradiciones locales. Es evidente que estas ideas románicas se oponen frontalmente al espíritu universalista de la Ilustración.

EL ROMANTICISMO EN ESPAÑA

En España, el Romanticismo fue un movimiento relativamente tardío que nos

llega cuando Alemania, Francia o Inglaterra estaban ya evolucionando hacia otras tendencias.

El Romanticismo se inició en 1834 con la publicación del poema El moro expósito, del Duque de Rivas, y el estreno del drama La conjuración de Venecia, de Martínez de la Rosa.
Su vigencia apenas sobrepasó una decena de años, si bien la novela que inaugura el Realismo (
La gaviota, de Fernán Caballero) se editó en 1849 y todavía algunos escritores continuaron por algún tiempo dando a la imprenta sus creaciones románticas y representando sus dramas históricos. Posteriormente pervivieron sus valores en románticos rezagados como Gustavo Adolfo Bécquer, uno de los poetas más excelsos del siglo, y Rosalía de Castro.

 

  1. PROSA (pp.131 y 134).

Dentro de la prosa destacan varias formas importantes:

a/ Novela histórica.- El nacimiento de este género se explica por el

interés de los románticos hacia lo pasado, especialmente hacia

la Edad Media.

Casi todas las novelas del género que se escribieron en España

recibieron la influencia de Walter Scott y Alejandro Dumas. Destaca El señor de Bembibre, de Gil y Carrasco.

 

b/ El costumbrismo.- Es la manifestación más importante de la

prosa romántica española y servirá de base a la futura literatura

realista.

El costumbrismo es fruto de la preocupación por lo popular y

folklórico, pero, al mismo tiempo, manifiesta una intención

realista. El costumbrismo será una forma de realismo, aunque en

la mayoría de los casos idealice esa realidad o tome solamente

los aspectos más pintorescos de la misma.

El costumbrismo romántico puede adoptar dos formas:

a.1/ El cuadro de costumbres, que se refiere a la descripción

de situaciones pintorescas más que de personas

(Mesonero Romanos, Estébanez Calderón).

a.2/ El artículo de costumbres, que contiene generalmente

una intención más crítica y reflexiva (Larra).

 

c/ La leyenda en prosa.- Es un género que recogerá el gusto

romántico por el misterio y el fuerte sentimentalismo . Destacan las Leyendas, de G.A.Bécquer.

 

 

 

(b) TEATRO (pp. 143-144).

La forma dominante en el teatro de la época fue el drama, denominación de

carácter muy general que abarcaba desde las tragedias hasta piezas que podrían considerarse comedias.

El drama romántico se va a identificar por una serie de rasgos:

a/ Eliminación de las tres unidades.

b/ Empleo del verso o de la mezcla de verso y prosa.

c/ Introducción en las obras de grandes efectos escénicos.

d/ Preferencia por los temas históricos.

e/ Planteamiento de los conflictos propios del Romanticismo.

 

Los dos dramaturgos fundamentales son: el duque de Rivas, autor de Don Álvaro o la fuerza del sino (1835) y José Zorrilla, autor de Don Juan Tenorio (1844).

 

(c) LA POESÍA (pp. 121-124).

A lo largo del movimiento, la poesía va a tener dos rasgos muy acusados:

a/ Su posición dominante sobre otras formas literarias, debido a

que era el vehículo más adecuado para la expresión de los

sentimientos.

b/ Su punto de vista “platónico”, ya que el romántico considera a la

poesía como una forma de conocimiento y al poeta como a un

descubridor de mundos y realidades ocultas a los demás

mortales.

En la poesía española de la época nos vamos a encontrar con dos tendencias

fundamentales. Por un lado, una poesía de carácter histórico-legendario y estilo

altisonante muy enriquecido con recursos formales (Rivas, Espronceda, Zorrilla). Por otro lado tendremos una poesía de carácter lírico y sentimental, más subjetiva e intimista y de mayor sobriedad estilística (Bécquer, Rosalía de Castro).