Entrevista a mi abuela Montserrat Baduell Escalas y a su hermana Maria Baduell Escalas. Durante la guerra vivieron en Esparraguera, un pueblo cercano a Barcelona. Montserrat nació en Madrid el 1925, y Maria en Barcelona el 1927. Actualmente residen las dos en Barcelona.
-¿Cuántos años teníais cuando empezó la guerra?
MONTSERRAT: Yo debía tener unos nueve años.
MARIA: Y yo unos siete.
-¿Dónde vivíais y con quién?
MONTSERRAT: Vivíamos en Esparraguera con mi mamá y mi abuela.
–¿De qué vivíais? ¿Vuestra madre trabajaba?
MONTSERRAT: Nuestra madre era modista, y antes de la guerra estábamos bien, teníamos una renta de unos pisos, y vivíamos de eso.
-¿Ibais al colegio durante la guerra?
MONTSERRAT: Tuvimos que dejar el colegio de monjas, el de las Dominicas, y pasar al colegio nacional. Porque a las monjas las quitaron todas y a los curas los mataron.
-¿En qué bando estabais?
MONTSERRAT: Nosotras estábamos en el bando rojo o republicano, y el otro lado era el bando nacional. Como se dividió, nosotras estábamos en la zona republicana, y aquí lo pasamos muy mal. Porque en el otro lado iban comiendo, no se les acabó tanto la comida, pero en el nuestro sí porque no dejaban entrar, no dejaban pasar camiones…, nada.
-¿Pasasteis mucha hambre?
MONTSERRAT: En el mercado no había comida, teníamos que hacer intercambio. Por ejemplo: teníamos muchas cosas de aluminio, ibas a la casa del “pagès” y te lo cambiaban por patatas o por verdura o por pollo… Para comer había que hacer intercambios. También comíamos maíz y trigo. En vez de arroz, como no había, comíamos trigo con la cáscara y todo. Pero no había…, no había… Llegamos a un punto que no había ni hierbas… Se murió mucha gente de hambre…
MARIA: Teníamos una cazuela, llena de trigo cocido, y la teníamos por si venían a bombardear… Hubiéramos cogido esta cazuela y nos hubiéramos ido a una villa.
-¿Y bombardearon alguna vez?
MONTSERRAT: En Esparraguera una vez, pero aquellas bombas no explotaron. Fue cerca, en la última casa de la calle, en la acera de enfrente, antes del ayuntamiento. Los aviones tiraron unas bombas, pero no explotaron.
-¿Cómo os enterasteis de que había empezado una guerra?
MONTSERRAT: Hombre, porque empezaron a quemar la iglesia, a tirar las campanas abajo, a pasar a hacer registros a todas las casas… Sacaron las imágenes en medio de la calle y las quemaron. Cuando estaban los republicanos, la iglesia era un lugar de intendencia, había la comida de los soldados, un almacén… Y había muchas imágenes, y tapices bonitos… Y un órgano que era mejor que el de Montserrat…, y todo lo quemaron…
MARIA: Nosotras teníamos una virgen muy bonita, de toda la vida, la Inmaculada Concepción… Y nos la quemaron delante de casa.
MONTSERRAT: Y a la gente que era de derechas, se la llevaban los milicianos, y mataron muchos… Por el solo hecho de ser de derechas…
-¿Los milicianos quiénes eran?
MONTSERRAT: Eran como soldados, pero eran unos ignorantes, no sabían ni leer muchos de ellos. Y pasaban de madrugada, pasaban a recoger a la gente que… Mira, uno era propietario de una casa, el otro tenía un oficio… Mataron a un pobre que tenía un taller de carpintería. Como le debían dinero, lo mataron, y así ya estuvo pagada la factura. Por tonterías de estas. Si ibas a misa también, porque se suponía que todos eran ateos.
MARIA: A la abuelita nuestra, le dijeron: “Si usted fuera un hombre, ya la habríamos subido al camión…” Que mataban a la gente…, se los llevaban por la noche y por la mañana nos los encontrábamos en un camino muertos…, en las afueras…
MONTSERRAT: Esto fue el bando republicano… En el otro de momento, no pasó todo esto. Pero después los nacionales también mataron a gente: unos porque formaban parte del comité de ejecución, otros porque habían sido de estos que pasaban a matar… Mataron a uno que era un buen hombre, pero como estaba apuntado al Comité Popular… Y había un señor que era muy rico, tenía fábricas y todo aquello, y dio terrenos para que hicieran un campo de futbol, casas… Y cuando llegaron estos (nacionales) lo pasaron a matar. Y nunca más se supo. Después dijeron que se habían equivocado.
-¿Y no había gente que se iba?
MONTSERRAT: Sí, los que pudieron, se iban al extranjero: a Francia, Londres. Pero nosotros no…
-¿En Esparraguera qué partido político había?
MONTSERRAT: Anarquistas y comunistas, solo había estos… La FAI y la CNT.
-¿Qué más recordáis?
MONTSERRAT: La batalla del Ebro, iban chicos de diecisiete años…
MARIA: Murieron más chicos jóvenes… Hermanos de nuestras amigas…, todos murieron allí… ¡Qué no lo veían que no podían ganar! Los que mandaban tendrían que haber visto que esa guerra en el frente del Ebro no la podían ganar…
MONSERRAT: Hubo un chico, el Ginesta, que vio que todos morían y él dijo: “Muerto por muerto, me voy.” Y de noche se escapó y llegó andando a Esparraguera. Y cuando lo vio su familia le dijeron: “Te van a matar, te van a matar” Y él decía: “Me van a matar allí, allí seguro, aquí no sé.” Entonces lo tenían escondido en el lagar, donde se hace el vino. Y como no lo vieron morir en el frente, sospecharon y fueron los milicianos a su casa a ver. La familia se puso de luto, para disimular, y los milicianos no lo encontraron… Y se salvó. Y bueno, así muchos casos.
-¿Y del final de la guerra?
MONTSERRAT: Al final, cuando ya eran los últimos días, se oían cañonazos a lo lejos… Y al cabo de dos o tres días ya estaban aquí. En Esparraguera entraron en enero, el 26…
MARIA: Yo no tenía ni fuerzas para levantarme de la cama… Me salieron unas úlceras en el pie, y no se me curaban con nada… Cuando entraron los nacionales la Montserrat decía: “¡Levántate que han entrado los nacionales!”. Pero yo no podía, no tenía fuerzas.
-¿Cuando llegaron los nacionales qué pasó?
MONTSERRAT: Mira, nos salvamos, porque como no había nada de comida. Entraron moros, que iban con Franco, y soldados. Y entonces en unas explanadas grandes que tenían los alfareros o así, hacían comida, y el pueblo de Esparraguera iba allí con una olla a cogerla…, para poder comer. Después poco a poco ya fueron trayendo, pero racionada, había racionamiento.
-¿Cómo era el colegio cuando estaba Franco?
MONTSERRAT: Cuando estaba Franco nosotras fuimos a una profesora particular, muy buena, Doña Concha.
-¿Hasta qué año tuvisteis a esta profesora? ¿Qué hicisteis después?
MONTSERRAT: Pues mira hasta los dieciséis años. Después ya nos vinimos aquí, a Barcelona. Yo iba a una academia, hice peritaje mercantil y me coloqué. Hacía taquimecanografía, hacía cartas, facturas…, las cosas que había en la oficina esta, la OSSA.
MARIA: Yo a los 17 años empecé a trabajar, me presenté a la Telefónica, que pedían chicas más o menos como yo. Fui, y tuve la suerte de que me aprobaron. Y hasta ahora he trabajado en la Telefónica. Tenía muchas amigas, hacíamos excursiones, y todo bien. A mí me gustaba mucho.
-¿Qué te hubiera gustado ser si no hubiera habido la guerra?
MONTSERRAT: Yo médico…, y no pude. Cuando empecé a estudiar enfermería ya tenía cuarenta o cincuenta años.
Conclusions i opinió personal Durante la Guerra Civil, gente de ambos bandos sufrió las consecuencias de una cruel guerra. Mi abuela vivió en Cataluña, que fue zona republicana hasta el final y me ha relatado la tragedia que vivieron ella y su hermana con apenas diez años. Para ellas la llegada de los nacionales fue un alivio, porque significó el fin del hambre y el miedo. Haciendo esta entrevista he pasado un buen rato, hablando con ellas y descubriendo más cosas sobre su pasado. Todo lo que me han contado parece lejano e irreal, pero sin embargo pasó, y ellas lo vivieron. Les doy las gracias por compartirlo conmigo. Julia Cao Sánchez 4rt Eso A Juny 2013
