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Segona República

Proclamació 14 d’abril

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CATALANS :

 

 

Interpretant el sentiment i els anhels del poble que ens acaba de donar el seu sufragi, proclamo la República Catalana com Estat integrant de la Federació ibèrica.

 

 

D’acord amb el President de la República federal espanyola senyor Nicet Alcalá Zamora, amb el qual hem ratificat els acords presos en el pacte de Sant Sebastià, em faig càrrec provisionalment de les funcions de President del Govern de Catalunya, esperant que el poble espanyol i el català expressaran quina és en aquests moments llur voluntat.

 

 

En fer aquesta proclamació, amb el cor obert a totes les esperances, ens conjurem i demanem a tots els ciutadans de Catalunya que es conjurin amb nosaltres per a fer-la prevaler pels mitjans que siguin, encara que calgués arribar al sacrifici de la pròpia vida.

 

 

Tot aquell, doncs, que pertorbi l’ordre de la naixent República Catalana, serà considerat com un agent provocador i com un traïdor a la Pàtria.

 

 

Esperem que tots sabreu fer-vos dignes de la llibertat que ens hem donat i de la justícia que, amb l’ajut de tots, anem a establir. Ens apoiem sobre coses immortals com són els drets dels homes i dels pobles i, morint i tot si calgués, no podem perdre.

 

 

En proclamar la nostra República, fem arribar la nostra veu a tots el pobles d’Espanya i del món, demanant-los que espiritualment estiguin al nostre costat i enfront de la monarquia borbònica que hem abatut, i els oferim aportar-los tot el nostre esforç i tota l’emoció del nostre poble renaixent per afermar la pau internacional.

 

 

Per Catalunya, pels altres pobles germans d’Espanya, per la fraternitat de tots els homes i de tots els pobles, Catalans, sapigueu fer-vos dignes de Catalunya.

 

 

Barcelona, 14 d’abril de 1931.

 

El President
FRANCESC MACIÀ
 

SOLDEVILA, Ferran: Història de la Proclamació de la República a Catalunya. Barcelona, 1977, pàgs. 46-48

 

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Podeu escoltar la proclamació de la República en aquest enllaç.

 

Respon les següents preguntes en un arxiu de Word i envia’l a alexrosinstitut@gmail.com:

1.      Contextualitza el moment històric en el que esta escrit aquest article

2.      Qui era Francesc Macià?, a quin partit polític pertanyia?

3.      A quines eleccions fa referència Francesc Macià? Quin  va ser el resultat? Què era el Pacte de Sant Sebastià?

4.      Per què no es va fer realitat la República Catalana?, Quina institució la va substituir?

5.      Quines van ser les etapes de la Segona República?

6.      Quins van ser els Presidents de la Generalitat?

7.      Relaciona l’evolució política de la Generalitat de Catalunya amb les diferents etapes de la Segona República

 

 

Data límit de tramesa 20 de març  de 2011.

 

 

 

 

 

 

EL VOT FEMENÍ I LA SEGONA REPÚBLICA

EL DEBAT AL CONGRÉS

 

…es indudable que, de intervenir nuestras mujeres en nuestra vida política, ésta se inclinaría enseguida hacia el espíritu reaccionario, ya que aquí la mujer, en su inmensa mayoría, es, antes que cristiana, y hasta antes que religiosa, discípula sumisa de su confesor, que es no lo olvidemos, su director…

 

Poner un voto en manos de la mujer es hoy, en España, realizar uno de los mayores anhelos del elemento reaccionario

 

Margarita Nelken, diputada socialista

 

 

 

 

Señores diputados: se está haciendo una constitución de tipo democrático, por un pueblo que tiene escrito como lema principal, en lo que llamo yo el arco del triunfo de su República, el respeto profundo a los principios democráticos. Yo no sé, ni puedo, ni quiero, ni debo, explanar que no es posible sentar el principio de que se han de conceder unos derechos si han de ser conformes con lo que nosotros deseamos, y previendo la contingencia de que pudiera no ser así, revocarlos el día de mañana. Eso no es democrático. Señores diputados… Yo no creo, no puedo creer, que la mujer sea un peligro para la República, porque yo he visto a la mujer reaccionar frente a la Dictadura y con la República. Lo que pudiera ser un peligro es que la mujer pensara que la Dictadura la quiso atraer y que la República la rechaza, porque, aunque lo que la Dictadura le concedió fue igualdad en la nada, como me he complacido yo siempre en decir, lo cierto es que, dentro de su sistema absurdo e ilegal, llamaba a la mujer a unos pretendidos derechos …


(Clara Campoamor, Diario de sesiones de las Cortes, 30 de setembre de 1931)

 

 

“Señores diputados, pido en este momento a la Cámara atención respetuosa para el problema que aquí se debate, porque estimo que no es problema que debamos pasar a la ligera; se discute en este momento el voto femenino y es significativo que una mujer como yo se levante en la tarde de hoy a decir a la Cámara sencillamente que creo que el voto femenino debe aplazarse. Que creo que no es el momento de otorgarle el voto a la mujer española. Lo dice una mujer que en el momento crítico de decirlo, renuncia a un ideal…

 

…Por creer que con ello sirvo a la República… es por lo que me levanto esta tarde para pedir a la Cámara que despierte la conciencia republicana, que avive la fe liberal y democrática y que aplace el voto de la mujer. Lo pido porque no es que con ello merme en lo más mínimo la capacidad de la mujer; no, señores diputados, no es cuestión de capacidad, es cuestión de oportunidad para la República…

 

… Si las mujeres españolas fuesen todas obreras, si las mujeres españolas hubiesen atravesado ya un período universitario y estuvieran liberadas en su conciencia, yo me levantaría hoy frente a toda la Cámara para pedir el voto femenino.

 

Pero en estas horas yo me levanto para decir lo contrario y decirlo con toda la valentía de mi espíritu, afrontando el juicio que de mí puedan formar las mujeres que no tengan este fervor y estos sentimientos republicanos que creo tener. Es por esto por lo que claramente me levanto a decir a la Cámara: o la condicionalidad del voto o su aplazamiento… Hoy, señores diputados, es peligroso conceder el voto a la mujer…”

 

(Victoria Kent, Diario de sesiones de las Cortes, 1 d’octubre de 1931)

Señores diputados: lejos yo de censurar ni de atacar las manifestaciones de mi colega, señorita Kent, comprendo, por el contrario, la tortura de su espíritu al haberse visto hoy en trance de negar la capacidad inicial de la mujer…

en el Parlamento francés, en 1848, Victor Considerant se levantó para decir que una Constitución que concede el voto al mendigo, al doméstico y al analfabeto –que en España existe– no puede negárselo a la mujer…

Yo, señores diputados, me siento ciudadano antes que mujer, y considero que sería un profundo error político dejar a la mujer al margen de ese derecho, a la mujer que espera y confía en vosotros; a la mujer que, como ocurrió con otras fuerzas nuevas en la revolución francesa, será indiscutiblemente una nueva fuerza que se incorpora al derecho y no hay sino que empujarla a que siga su camino.

No dejéis a la mujer que, si es regresiva, piense que su esperanza estuvo en la dictadura; no dejéis a la mujer que piense, si es avanzada, que su esperanza de igualdad está en el comunismo. No cometáis, señores diputados, ese error político de gravísimas consecuencias. Salváis a la República, ayudáis a la República atrayéndoos y sumándoos esa fuerza que espera ansiosa el momento de su redención.

Cada uno habla en virtud de una experiencia y yo os hablo en nombre de la mía propia. Yo soy diputado por la provincia de Madrid; … No cometáis un error histórico que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar; que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar al dejar al margen de la República a la mujer, que representa una fuerza nueva, una fuerza joven; …

… además sigo pensando, y  no por vanidad, sino por íntima convicción, que nadie como yo sirve en estos momentos a la República española.

(Clara Campoamor, Diario de sesiones de las Cortes, 1 d’octubre de 1931)

 

 

REACCIONS A LA PREMSA

 

El voto hoy en la mujer es absurdo, porque en la inmensa mayoría de los pueblos el elemento femenino, en su mayor parte, está en manos de los curas, que dirigen a la opinión femenina, se introducen en los hogares e imperan en todas partes. La mujer española, especialmente la campesina, no está capacitada para hacer uso del derecho del sufragio de una manera libre y sin consejos de nadie. Con lo que hoy ha acordado el Parlamento, la República ha sufrido un daño enorme y sus resultados se verán muy pronto.

 

Diari La Voz, de 1 de octubre de 1931   

 

No somos enemigos de la concesión del voto a la mujer; estimamos que debe concedérsele ese derecho de ciudadanía, pero a su tiempo, pasados cinco años, diez, veinte, los que sean necesarios para la total transformación de la sociedad española, cuando nuestras mujeres se hallen redimidas de la vida de esclavitud a que hoy están sometidas, cuando libres de prejuicios, de escrúpulos, de supersticiones, de sugestiones, dejen de ser sumisas penitentes, temerosas de Dios y de sus representantes en la tierra, y vean independizada su conciencia

 

Diari La Voz, de 2 de octubre de 1931

 

 

Estos 160 diputados que han concedido el voto a las mujeres deben ser unos doctrinarios puritanos, pero son unos torpes republicanos. Nosotros no negamos el voto a la mujer en nombre de su derecho a la libertad sino en nombre de la defensa de la República. Las mujeres pueden ser dentro de la República abogadas, catedráticas, diputadas y hasta ministras, pero electoras, no. Nada más unos cuantos pueblos han concedido el voto a las mujeres y la República española no es cosa que por quijotismo idealista defienda o confíe en el voto femenino que durante unos cuantos años será canalizado por curas, frailes y monjas.

 

El Diluvio (diari radical d’esquerres), 2 d’octubre de 1931

 

Acabó ya aquello de un hombre un voto. Ahora ocurrirá lo siguiente: un hombre soltero, un voto. Un casado en armonía con su esposa, dos votos. Un casado discrepante con su mujer, una papeleta en blanco (si no se neutralizan). Un soltero simpático y mujeriego, varios votos. Mauricio Chevalier, infinidad de votos. Un confesor, muchos más votos que Chevalier. Varios confesores, un triunfo electoral.

 

El Heraldo de Madrid. (Diari liberal-republicà)

 

La dimissió d’Alfons XIII

 

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Al país: Las elecciones celebradas el domingo (1 2 de abril) me revelan claramente que no tengo el amor de mi pueblo. Mi conciencia me dice que ese desvío no será definitivo, porque procuré siempre servir a España, y puse el único afán en el interés público hasta en las más críticas coyunturas.

Un rey puede equivocarse, y sin duda erré yo alguna vez; pero sé bien que nuestra patria se mostró en todo momento generosa ante las culpas sin malicia. Soy el rey de todos los españoles, y también un español. Hallaría medios sobrados para mantener mis regias prerrogativas, en eficaz forcejeo con quienes las combaten. Pero resueltamente, quiero apartarme de cuanto sea lanzar a un compatriota contra otro en fratricida guerra civil. No renuncio a ninguno de mis derechos, porque más que míos son depósito acumulado por la Historia, de cuya custodia ha de pedirme un día cuenta rigurosa.

Espero a conocer la auténtica y adecuada expresión de la conciencia colectiva, y mientras habla la nación suspendo deliberadamente el ejercicio del poder real y me aparto ce España, reconociéndola así como única señora de sus destinos.

También ahora creo cumplir el deber que me dicta el amor a la patria Pido a Dios que tan hondo como yo lo sientan y lo cumplan los demás españoles. Alfonso XIII.

 

Manifiesto de despedida de Alfonso XIII (13 de abril de 1931)