Era una joven niña de 16 años llamada Sandra, era alta, delgada, con ojos azulísimos y pelo marrón oscuro. Iba bastante bien en el colegio aunque la tecnología o tecno, como dice ella, no le gustaba nada. Tenía muchos amigos y amigas y le gustaba muchísimo salir con ellos a dar una vuelta, o ir a la playa a mirar el mar, a tomar algo, etc. Pero lo que más le gustaba era el tenis, le volvía loca. Cada martes y jueves iba a entrenar dos horas, de 5:30 a 7:30, era muy buena, a veces lograba vencer al profesor. Los que iban con ella a entrenar eran Laia y Pablo, eran todos muy buenos amigos.
El viernes Sandra había quedado con Laia para ir a la playa, como siempre hacían. Cuando estaban ahí tranquilas escuchando el ruido del mar oyeron que alguien se les acercaba. Laia se giró y vio a unos niños, no les hizo caso pero notaron que se acercaban cada vez mas y mas y Sandra decido girarse a ver quien eran esos, ella no reconoció a ninguno pero le dijo a Laia que porque no iban con ellos y se conocían. Laia se la miró con cara de “¿estas loca?” pero fue con ella. Sandra que era más decidida dijo:-Hola, ¿Sois de aquí?-Hola, si somos de aquí, no os habíamos visto nunca, estamos acostumbrados a ver a gente más… ¿Cómo decirlo?… Da igual. ¿Es que no nos habías visto nunca? -Pues no!-Contestó Sandra.-Bueno nosotras solo queríamos conoceros…-Dijo Laia que no quería tener problemas con nadie.-Déjalos no vale la pena conocer a unos tíos como estos que van de chulos-Dijo Sandra con superioridad. -Pensamos lo mismo de vosotras-Le dijo otro.-¿Me ves cara de preocupación?-¿Me estas vacilando?-¿Tú que crees?-Vamonos Sandra! Yo tengo muchos deberes.-Dijo Laia, para escapar de esa situación.-Ahora os vais corriendo eeh. Ja ja ja!- Dijo uno de ellos.-Que gracia.. ja ja ja…-Dijo Sandra.Laia le dijo a Sandra que no quería meterse en problemas y que esos tíos eran unos gamberros y las podrían meter en algún que otro problema y después lo pasaríamos mal, Sandra era muy orgullosa y no quería que esos se salieran con la suya. Al día siguiente, sábado, Sandra le dijo a Pablo si quería ir con ella a dar una vuelta o a la playa a mirar el mar y saltar por la arena, Pablo le dijo que si, como negarse…! Esa tarde a las 5 quedaron en la estación y fueron a la playa, Sandra tenía un plan. A las 6 llegaron los chicos del otro día y Sandra le dijo a Pablo tu tienes 18 años y eres mi novio. Pablo no entendía nada pero hizo lo que le dijo. Sandra empujo a Pablo y le dijo que saludara a esos chicos y se hiciera su amigo o al menos lo intentara. -Hola colegas-Dijo Pablo.-Hola, ¿donde vas con esta tía?-pregunto uno.-¿Que te pasa con ella? Es genial y es mi novia que os quede claro!-Dijo Pablo haciéndose el machote.-¿En serio es tu novia?- Pregunto uno.-Pues claro!-Dijo Pablo.-He bueno tranquilo eh. No me vallas a pegar! Jajaja.-Dijo un chulito. Todos se empezaron a reír.-¿Cuantos años te crees que tengo?-Dijo Pablo con desafío.-Pues 15 o 16. Como yo.-Pues te equivocas tengo 18, y si me quieres discutir, aquí me tienes.-Aaah… Bueno nosotros ya nos íbamos… Adiós!-Dijo uno con miedo.-Si corred ahora. Jajaja.-Dijo Pablo.-¿Quien es el que se va corriendo ahora eh? Ja Ja Ja.-Dijo Sandra con rin-tin-tin.
Sandra le explicó a Pablo lo que les había pasado. Pablo estaba orgulloso de lo que había echo. Sandra llamó a Laia por teléfono y le explicó lo sucedido, Laia le dijo que bien echo pero a la vez tenía miedo que esos las metieran en problemas. Pero no fue así. Desde ese día esos chicos cuando las veían se iban corriendo y mas si estaba Pablo.