Una vez había una chica que tenía dos hermanas. Esa chica era la pequeña de las tres. Se llamaba África y aún iba a la escuela. Las tres hermanas vivían en un reino muy bonito, llamado “Todo está bien”; ya os podéis imaginar por qué era ese su nombre.
Día sí, día también, África iba al colegio y hacía un gran trayecto dos o tres kilómetros. Pasaba por delante del mercado, por la iglesia y por el gran palacio o mejor dicho por el gran y majestuoso palacio del rey Petter III.Ese rey se pasaba horas y horas en el balcón, y siempre veía pasar a África riéndose de él.
La niña pensaba que era ridículo que alguien tan importante perdiese el tiempo viendo la calle. Y como estaban en “Todo está bien”, África se reía del rey
Un día el rey muy enfadado fue al colegio de África para esconderse en el desván y asustar a la niña y ver si de ese modo no se reía más de él. Se vistió completamente de negro y esperó. Cuando llegó la niña, tan feliz , a la escuela la maestra le encargó ir a buscar unas pinturas. El rey aprovechó para salir de su escondite y asustar a África.Como que tenía ya los botes, con el susto dejó al rey de colores. Al ver el aspecto del que quería ser un espectro la niña no pudo dejar de reír. El rey se enfadó mucho.
África se dio cuenta de que el fantasma negro era realmente el rey y pensó que quería darle una lección por el susto. Al cabo de unos días se hizo pasar por una florista y ofreció sus flores al rey. El rey muy contento se las compró todas y se las hizo subir al balcón. África aprovecho para untar los escalones del palacio y cuando el rey bajó tuvo un buen resbalón y quedó sentado de golpe. Y África se pegó un hartón de reír.
El rey supo que la florista era ella y se enfadó tanto que pensó en matarla. Se disfrazó de peregrino y fue a la casa de la niña para pedir refugio y comida. África lo reconoció pero disimuló y le siguió la comedia, también pensó que no tenía buenas intenciones, pues vio que asomaba la espada debajo de la túnica.
Cuando todos estaban durmiendo, el rey entró silencioso a la habitación de la niña y sin pensarlo dos veces clavó la espada sobre el bulto que descansaba en la cama. Pero el rey, que era rabioso pero no tan malo, se puso a llorar, arrepentido de haber echo una cosa tan horrible a alguien que le había dado refugio.África al ver esa reacción, salió de su escondite y le enseñó al rey que a quien había agujereado era solo su almohada y que ella también se arrepentía de haberse burlado de él.
El rey le pidió que fuera a visitarlo a palacio pues se aburría de hacer siempre cosas importantes y que ella tan lista lo ayudaría y también lo divertiría.
Ehem!
Está muy bien pero es muy sádico (pensó en matarla). Es una historia muy buena y me ha gustado mucho aunque es un poco breve. Pero, has saltado de un extremo al otro (pensó en matarla y luego se hicieron amigos).
Pero por lo demás esta muy bien.