Steve vive en una granja donde cultiva todo tipo de vegetales. A Steve no le gustan las aventuras y espera que le vengan a él.
Aquella noche escuchó a sus amigos gritar, ¡¡ había un ataque zombi !!. Tenía que salvar a sus amigos, pero no pudo porque había muchos zombis y uno de ellos llevaba armadura. Se escondió en una cueva, dentro había un “creeper”, un monstruo que explota como una granada, pero fuera había un zombi, estaba atrapado… Steve construyó un portal y consiguió escapar. Mientras pasaba el portal pensó que si construía una espada de diamante podría salvar a sus amigos, pero necesitaba 40 diamantes. Al otro lado del portal había un desierto, mientras cavaba encontró un templo donde escuchó voces. Eran unos cazatesoros y le preguntaron si quería unirse al grupo. En el grupo había dos niños, Henry y Max y una niña que se llamaba Lucy. Steve dijo que sí, pero tenía miedo de que fuesen “creepers”. Al final supo que no lo eran porque le salvaron de una sala llena de arañas y zombis donde Henry lo voló con dinamita.
En el grupo estaban un poco deprimidos porque no habían encontrado los diamantes, pero no tenían que rendirse. Continuaron caminando por el desierto, hicieron una parada para rellenar sus depósitos de comida. Steve construyó otro portal, por fin volvieron al Inframundo, pero aún no se acababa la aventura porque tenían que encontrar los 40 diamantes. Steve encontró un castillo, era el castillo del Fin, donde estaba el dragón del Fin. Les costó mucho derrotarlo. Por fin encontraron los 40 diamantes y lo necesario para construir una mesa de encantamientos. Hicieron las espadas y fueron hacia la biblioteca. Allí encontraron a la bibliotecaria rodeada de zombis y comenzaron a estrenar la espadas, pero uno de los zombis era el herrero que era amigo de Steve. Este le dio una manzana dorada encantada y se recuperó.
Para celebrarlo Steve hizo una fiesta en su granja, pero tenía que despedirse del grupo. Steve estaba a la vez triste y contento, pero estaba orgulloso de las aventuras que pasó con sus amigos.
