Ara, pocs mesos abans de començar un nou cicle en la vostra vida acadèmica, us proposo la següent reflexió.
1. Ya no eres niñ@ -lo siento-, ese tiempo ya pasó, eres adolescente, casi un adulto, y puedes y debes hacer más y mejores cosas. Ten conciencia de ello y ten cuidado con lo que haces, pues a tu edad es fácil perderse.
2. Esta es una nueva etapa en tu destino, es una oportunidad que la vida te da para que seas aún mejor.
3. Considera que al inicio de cada etapa de la educación nadie se distingue por nada. Tienes un 10 de calificación, consérvalo siempre.
4. La vida te puso aquí por alguna razón, y aquí mismo tienes que demostrar que eres merecedor de tal privilegio.
5. Al Instituto se va a estudiar y a aprender cosas positivas, no lo olvides.
6. No hay materias imposibles de pasar, todas están hechas para la capacidad que hoy tienes.
7. ¿Cuánto quieres progresar en la vida? Disciplina es orden y orden es progreso.
8. Respeta a los demás y exige el respeto de todos. Ocúpate de tus cosas y deja que los demás se ocupen de las suyas, y si acaso no lo hacen será asunto de ellos.
9. En ocasiones tendrás que ayudar a los demás y otras veces recibirás ayuda. Pero entiende y aplica bien la palabra ayuda, pues es fácil crear vicios de tanto “ayudar” o caer en ellos de tanto recibir “ayuda”.
10. Administra bien tu tiempo. Todo se puede hacer, pero tienes que asignar un momento para cada cosa. Dale mayor importancia y tiempo a las cosas que te traerán beneficios. El tiempo es como el dinero: debe invertirse no gastarse, y no debe utilizarse para obtener lo que quieras sino lo que necesites.
11. Si algo debe quedar bien claro en tu cerebro es que no hay imposibles. Puedes ser lo que quieras, grande o pequeño como quieras. Todo empieza en la imaginación, imagina que eres el mejor y lo serás, imagina que puedes y podrás. Pero tienes que acompañar tu pensamiento con la acción, de lo contrario no pasarás de ser un soñador.
Tienes un horizonte lleno de posibilidades, no desaproveches esta nueva oportunidad que la vida te da.
Quan les escletxes de sol i calor aterren als carrers els estudiants s’amaguen a casa seva. És temps d’exàmens.
A mitja primavera, l’olor a flors i a estiu, es confon amb la fragància que emeten els fulls de paper, tots els estudiants deixen de banda horaris, hàbits alimentaris, amics i gresca. És temps d’exàmens.
Comença el darrer tram del curs. Carregós. El cansament, l’estrès i les ànsies de llibertat comencen a fer estralls en la concentració. Es compten i (re)compten els dies i exàmens que falten per atrapar el dia que teniu marcat, des de fa molt, en la vostra agenda. Aquell és l’últim dia. I el primer.
Ara, toca posar tot l’esme que queda. Que segur que en teniu, i molt. Un últim esforç per acabar d’escalar la cima d’aquella muntanya que tant alta semblava. Ara, ja no us podeu fer enrere. No podeu defallir. Veureu que un cop a d’alt, l’horitzó de la vostra vida no tindrà fronteres.
Sí, venen exàmens, però anims, que ja queda molt poc.