– Paràbola de l’alumne i el professor

Muchas veces nos ha llegado a pasar, incluso cuando escuchamos algo que nos interesa, que queremos que se nos explique con “todo lujo de detalles”; es la repetida situación en la que deseamos un diccionario simbólico, como  aquel alumno que quería aprender el significado de las parábolas por boca de su profesor…

El maestro contaba siempre una parábola al finalizar la clase, pero no todos los oyentes entendían el sentido de la misma.

Un día uno de ellos lo encaró y le dijo:

-Tú nos cuentas historias pero no nos explicas el significado.

El maestro se disculpó y luego continuó diciéndole:

– Permíteme que en señal de reparación te invite a una rica manzana. 

– Gracias maestro, respondió halagado el discípulo.

– Quisiera, para agasajarte más, incluso pelarte la manzana yo mismo. ¿Me lo permites?

– Sí, muchas gracias, dijo el alumno.

– Ya que tengo en la mano el cuchillo, aprovecharé y te la cortaré en trozos, para que te sea más cómodo comerla, dijo el profesor.

– Me encantaría, pero no quiero abusar de su hospitalidad.

– No es un abuso, si yo te lo ofrezco. Sólo quiero complacerte. Y… Permíteme también que te la mastique antes de dártela.

– ¡No maestro!, ¡No me gustaría que hiciera eso!. Se quejó sorprendido el discípulo.

El maestro hizo una pausa y dijo:

– Bien, has captado el mensaje. Estimado alumno, si yo te explicara el sentido de cada parábola…sería como darte de comer una fruta ya masticada…

… y no creo que éso te gustara, así que eres tú mismo quien debe pelarla, masticarla y saborear su exquisito sabor. Por lo tanto, piensa, razona y extrae tus propias conclusiones sobre lo que yo te cuento, acabó diciendo el profesor.