* La innovación cultural llevó al gran éxodo de la humanidad desde África.
Article de “El País” del 31/10/08 on qüestiona la idea que es tenia fins avui que la innovació cultural de la nostra espècie es va donar un cop vam sortir del continent africà.
La historia de nuestros orígenes empieza a encajar en el tiempo. El Homo sapiens surgió en África hace 200.000 años, pero sólo salió de allí 130.000 años después. Y fue esa gran migración la que expandió por Europa y el oeste asiático los primeros signos arqueológicos de una inteligencia moderna: arte simbólico, herramientas de piedra sofisticadas, nuevos materiales como el hueso. La idea dominante es que nuestros ancestros salieron de África en un estado primitivo, empujados por la sequía, y que sólo desarrollaron esos avances tras el éxodo. Pero los últimos datos indican todo lo contrario: que la innovación cultural vino primero, y que el éxodo fue su consecuencia, no su causa.
Hace más de 60.000 años vivieron dos pueblos que usaron útiles avanzados
Según las dataciones actuales, la expansión de la humanidad moderna por toda África, primero, y su salida del continente, después, ocurrió entre 80.000 y 60.000 años antes del presente. Eso no coincide con ningún gran cambio climático conocido. Pero sí con la aparición en el sur de África de dos importantes culturas con herramientas avanzadas, símbolos abstractos, organización social y uso de ornamentos personales, según demuestra hoy en Science un equipo internacional encabezado por Zenobia Jacobs, de la Universidad de Wollongong en Australia.
Las dos culturas se llaman Still Bay (SB) y Howieson’s Poort (HP). No son los nombres de dos yacimientos, sino de dos estratos que aparecen en muchos yacimientos surafricanos, como la famosa cueva Blombos en la Provincia del Cabo, junto al mismo vértice meridional del continente, o en el cercano río Klasies.
La aportación de Jacobs y sus colegas alemanes, británicos y surafricanos es una datación unificada y muy precisa de estos estratos. Las culturas SB y HP se han revelado como dos breves ráfagas de modernidad. SB sólo duró un milenio (de 71.000 a 70.000 años atrás). Luego no pasó nada destacable durante seis milenios, y entonces apareció HP (de 65.000 a 60.000 años atrás).
En varios de estos sitios no había piedra de calidad para las herramientas ni conchas para los collares. Esos materiales tenían que venir de lugares alejados al menos 30 kilómetros: o las transportaban o las compraban. Dos piezas de arcilla roja con grabados geométricos de la cueva Blombos, con más de 70.000 años, son la evidencia más antigua conocida de “arte abstracto”.
Todos éstos son justo los indicadores que usan los expertos para reconocer la llegada de la especie humana moderna a Europa y Asia Occidental: la llamada revolución paleolítica, o el “gran salto” de la humanidad. Pero en la época de SB y HP sólo había neandertales en Europa. Si hubo un “gran salto”, ocurrió en África.
Pero no necesariamente en Suráfrica. “Las investigaciones arqueológicas han sido mucho más intensas en el sur que en el resto del continente”, dice Jacobs a EL PAÍS. “No me sorprendería que SB y HP fueran la manifestación meridional de una revolución tecnológica panafricana; el siguiente paso es identificar y datar registros arqueológicos del mismo periodo en el resto del continente”.
¿Hubo un “gran salto”, sólo que en África? “No hay pruebas concluyentes”, responde Jacobs. “SB y HP son las evidencias más antiguas de un comportamiento humano moderno, pero éste parece desarrollarse de modo progresivo, y con discontinuidades como los 6.000 años entre SB y HP. El paquete completo sólo lo vemos mucho más tarde”.
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* Dos enormes ríos permitieron a los humanos sortear el Sáhara.
Divendres 17/10/08 comentàvem a classe de primer de batxillerat els elements clau de la hominització i els dubtes que hi havia pel que fa a per on els primers homínids van sortir del continent africà. Doncs bé, avui diumenge, 19 d’octubre, ha sortit al diari “El País”un article que posa una mica de llum a la nostra investigació. Desitjo que us sigui d’utilitat.
Que la humanidad proviene de África es un hecho bien establecido, pero por dónde salió de allí es una conjetura. Como casi todos los accesos están bloqueados por el desierto del Sáhara, los expertos han supuesto hasta ahora que los primeros humanos sólo pudieron migrar hace 120.000 años por el corredor del Nilo. Pero geólogos británicos y libios acaban de demostrar que el Sáhara disfrutó en esa época de dos enormes ríos. Y nuestros ancestros estuvieron en la zona.
Había evidencias de que las lluvias aumentaron en el sur del Sáhara en el último periodo interglacial, entre 170.000 y 130.000 años antes del presente. Pero el equipo encabezado por Anne Osborne y Derek Vance, de la Universidad de Bristol, ha descubierto ahora que las condiciones fueron más húmedas, y alcanzaron mucho más al norte.
“Las imágenes por satélite muestran canales fluviales fósiles que cruzan el Sáhara en Libia”, explica Osborne, “que fluyen desde la cuenca central sahariana todo el camino hacia el norte hasta el Mediterráneo. Nuestros análisis geoquímicos demuestran que esos canales eran ríos activos durante el último periodo interglacial, un importante flujo de agua en esa zona por lo demás tan árida”. Los datos se adelantan en la edición electrónica de Proceedings of the National Academy of Sciences.
La cuenca central a la que se refiere la geóloga británica incluye la más alta cordillera del Sáhara, las montañas volcánicas del Tibesti, entre Chad y el sur de Libia. Los científicos han extraído conchas de moluscos que vivieron hace 120.000 años en los cauces saharianos para analizar su composición de isótopos, los distintos sabores en que vienen los átomos, que permiten inferir muchos datos sobre el medio en que vivieron aquellos animales.
El resultado es nítido. Las conchas de los canales tienen una composición isotópica muy distinta de las recogidas fuera de ellos. Pero llevan la marca inequívoca de su origen volcánico: vivieron en aguas emanadas de los manantiales del Tibesti, cientos de kilómetros al sur. También se parecen mucho al plancton fósil extraído junto a la costa Libia: la desembocadura de los antiguos ríos.
“Estas evidencias muestran que las lluvias monzónicas alimentaron ríos que se extendieron desde las montañas del Tibesti, a través del norte del Sáhara y hasta el Mediterráneo”, afirma Vance. “Estos corredores rivalizaron con el Nilo como posibles rutas para las migraciones de los humanos modernos hacia las costas mediterráneas”.
Las excavaciones arqueológicas de los últimos años apoyan las tesis de los investigadores británicos y libios. Fósiles humanos modernos y herramientas de piedra han aparecido a lo largo de toda la costa mediterránea africana, incluido el Sáhara. Algunos de estos yacimientos han sido datados en 90.000 años de antigüedad, o antes. Los estudios paleoclimatológicos recientes también indican que el Sáhara fue húmedo en el mismo periodo.
Sobre los orígenes de los humanos modernos quedan muchos puntos por aclarar. Los signos arqueológicos de una inteligencia humana plenamente actual -arte, rituales, pericia técnica, gran diversidad de herramientas- sólo tienen 50.000 años. Pero el soporte de toda esa creatividad, el cráneo humano moderno, ya existía hace 195.000 años en la actual Etiopía. Los científicos suelen denominar a estos y otros fósiles similares (con forma moderna pero más antiguos de 50.000 años) “humanos anatómicamente modernos”. Las primeras evidencias de Homo sapiens fuera de África son unos esqueletos fósiles hallados en cuevas en el sur del actual Israel, datados entre 120.000 y 90.000 años antes del presente.
La idea de que los mecanismos cerebrales del lenguaje fueron responsables de la evolución de la humanidad moderna ha sido defendida por antropólogos como Richard Klein y lingüistas como Alec Knight, ambos de la Universidad de Stanford. Knight incluso ha presentado indicios de que ese habla ancestral de la humanidad pervive en los lenguajes click de los actuales bosquimanos del oeste y el sur de África, en los que muchas consonantes se pronuncian como chasquidos de la lengua y los labios.
Estos lenguajes se conocen genéricamente como Khoisan. Sus hablantes incluyen poblaciones tan separadas y aisladas entre sí como los Hadzabe de Tanzania (este de África) y los San de la región suroccidental del continente. La razón más probable es que el Khoisan fuera la lengua hablada por un antiguo pueblo que se extendió por toda África, y que otras expansiones de población muy posteriores colonizaron todo menos las regiones aisladas y dispersas en las que se sigue hablando hoy la lengua ancestral.
Según los datos de Knight, los Hadzabe y los San “están tan alejados como lo pueda estar una población humana de otra”. La interpretación más simple de esos datos es que el Khoisan es heredero del lenguaje más antiguo de la historia de la humanidad. De ser así, se debió hablar junto a las riberas del Sáhara en el despertar de los tiempos.
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* Los volcanes originaron la vida en la tierra.
Continuem aportant informació actualitzada dels temes que estem tractant a les classes. En concret, l’article que segueix fa referència al tema que ara estem treballant a primer de batxillerat, i ha estat publicat, avui 16 d’octubre, al diari “El Mundo”, en la seva versió virtual. Segur que alguna cosa podeu aportar. Ànims!
Fue tan sencillo como convincente. El experimento que un científico de la Universidad de Chicago llamado Stanley Miller reprodujo una y otra vez en el laboratorio hace más de medio siglo sigue explicando hoy los posibles orígenes de la vida en la Tierra.
Un ya histórico estudio publicado en ‘Science’ en 1953 demostraba cómo a partir de los componentes de la atmósfera terrestre inicial podían surgir los aminoácidos, clave para la formación de la vida.
No había ingredientes más conocidos y accesibles para la “sopa primigenia” -como la descrita por Darwin-: metano, hidrógeno, amoniaco, agua y electricidad.
El experimento de Miller, hoy común en las clases de química de los institutos, consistió en juntar todos estos ingredientes y descargar electricidad, simulando así el océano, la atmósfera y los rayos de hace 4.500 millones de años.
El resultado fue una sopa de aminoácidos. Un simple experimento había logrado crear 13 de los 21 aminoácidos necesarios para la vida. El célebre astrofísico Carl Sagan lo consideró “el paso más significativo para convencer a los científicos de que la vida puede ser abundante en el cosmos”.
Cincuenta y cinco años después, la misma revista ‘Science’ publica una revisión del experimento. Jeffrey Bada, de la Institución Scripps de Oceanografía en la Universidad de California en San Diego, y colegas han reinterpretado el análisis de Miller para concluir que los principales componentes de la vida pudieron surgir de las erupciones volcánicas.
Durante estas décadas, varias evidencias han cuestionado la validez de la atmósfera recreada por Miller (existen dudas de que ésta fuese tan reductora, es decir, pobre en oxígeno). Sin embargo, el nuevo experimento llevado a cabo por Bada sugiere que “incluso si la atmósfera en su conjunto no era tan reductora, podría haberse dado una síntesis prebiótica localizada” en sistemas volcánicos, dice el estudio.
Se cree que la Tierra, en sus orígenes, era un planeta convulso, sacudido por la actividad volcánica. El estudio actual sugiere que los rayos y las emisiones de gases resultantes de las erupciones volcánicas pudieron producir los componentes químicos necesarios para la vida. Al volver a realizar el experimento con técnicas contemporáneas, los investigadores han logrado crear un total de… ¡22 aminoácidos!
Tras una de las pruebas, los autores del estudio publicado hoy describen que “el vapor [expulsado por los volcanes] inyectado en la chispa [eléctrica] puede haber generado con radicales hidroxilados que reaccionaron o bien con los precursores de los aminoácidos o con los propios aminoácidos”.
Tras la muerte de Miller en 2007, Bada, ya veterano, y sus colegas rescataron las muestras químicas originales de aquella “sopa primigenia”. “Estábamos seguros de que aún quedaban cosas por descubrir en el experimento original de Miller”, dice Bada, coautor del estudio. “Nos dimos cuenta de que una versión moderna” de las pruebas con sistemas volcánicos “produce una variedad más amplia de componentes”.
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* La croada del creacionisme arriba a la pàtria de Darwin.
Aquest article va ser publicat al diari “El Periódico” el dia 13 de setembre de 2008 i fa referència a allò que hem parlat a classe els darrers dies i a l’article de la companya Ester.
“Michael Reiss, científic i pastor de l’Església anglicana, ha obert la caixa dels trons al Regne Unit. Sosté que el creacionisme –teoria que defensa que l’evolució de les espècies només és creïble si s’accepta que hi ha una intervenció divina pel mig– ha de discutir-se en les escoles britàniques. Reiss, amb l’autoritat que li dóna ser el director d’educació de la prestigiosa Royal Society, la institució de la qual va ser membre el mateix Charles Darwin, considera contraproduent desterrar de la classe de Ciència aquesta mena de teories sobre l’origen de la vida, perquè impedeix a molts alumnes aprendre altres conceptes científics.
Durant una intervenció al Festival de la Ciència de Liverpool, Reiss, llicenciat en Biologia, una matèria que imparteix des de fa 20 anys, va afirmar que l’exclusió del creacionisme de l’ensenyament i insistir reiteradament en l’evolucionisme i la selecció natural només contribueix a allunyar de la ciència molts nens que pertanyen a famílies molt religioses, ja siguin musulmanes o cristianes. “M’acontentaria que simplement els nens veiessin l’evolució com una forma més de comprendre l’univers”, va dir el reverend.
Els creacionistes, lluny d’acceptar les teories sobre l’evolució de Darwin, interpreten literalment els passatges de la Bíblia en els quals l’origen de la vida s’atribueix a Déu. Alguns musulmans també recolzen aquesta tesi divina que, segons Reiss, és en la que creu una de cada 10 famílies que envien els seus fills a les escoles britàniques.
REACCIÓ
“Un nombre cada vegada més elevat de nens al Regne Unit vénen de famílies que no accepten la versió científica de la història de l’Univers i de l’evolució de les espècies”. “Fer la impressió simplement que aquests nens s’estan equivocant causa que no aprenguin la ciència que un vol realment que aprenguin”, va afegir el científic. Les seves paraules han originat la reacció immediata d’algun dels seus col.legues. “El creacionisme no desafia intel.lectualment la ciència, sinó que la nega sense més ni més”, ha respost el físic de la Universitat de Liverpool John Fry. Tampoc el sindicat de professors ha acceptat el suggeriment que ha fet Reiss. Segons aquesta organització, si de cas, el lloc on s’hauria de discutir el creacionisme no és l’aula de Ciència, “sinó la d’Educació religiosa”.