La hipocresía, enfermedad que infecta nuestra sociedad, en muchas ocasiones bajo una falsa apariencia de educación.
Tal vez sea el miedo al aislamiento social, a la soledad que representa no pertenecer a ningún grupo social, creyéndonos por ello más vulnerables a la sociedad que por naturaleza tiende a ser cruel con el aislado, el caso es que en ciertas ocasiones la gente confunde la hipocresía con la educación, creen que decir la verdad a la cara es de mala educación y que decir la verdad por la retarguardia sí que es educación.
La expresión de un pensamiento con fundamento coherente nunca es una falta de educación; la utilización de un defecto de una persona con intención de mofa o burla es una falta de educación, tanto si el sujeto de burla es consciente de la misma como si no lo es, y el constante flujo de burla-respeto, en función de si el sujeto se encuentra frente a uno, es hipocresía.