Han pasado cuatro años desde que se inició la invasión por parte de las tropas estadounidenses e inglesas de Irak. Desde entonces no tan solo no ha mejorado la situación del país, sino que posiblemente haya empeorado. Los países participantes en esta invasión se escudaron en su momento en la existencia de armas de destrucción masiva y en las violaciones de los derechos humanos por parte del gobierno de Saddam Hussein, obviando el que posiblemente haya sido el motivo principal de esta guerra: el petróleo, abundante en Irak. Es indudable la poca ética de sacrificar vidas humanas por los intereses particulares de unas pocas personas.
Sin embargo, tampoco parece demasiado ético por parte de la comunidad internacional permitir que un gobierno masacre a su población impunemente, mientras en sus discursos ensalcen su amor por la democracia o por los derechos humanos. Y es que a la hora de la verdad, tanto unos países como otros se mueven por intereses, exactamente igual que los tan criticados Estados Unidos o Inglaterra.
Penso que ha d’haver-hi més pau en aquell país i que ha d’haver-hi més guàrdies i més seguretat per les guerres entre països.