Article de la web “pedagogiablanca.com” 03-22-2014
Mireia Long
Uno de los elementos que permitirá mejorar la experiencia educativa es incluir las inteligencias múltiples / estilos en el aprendizaje en el aula :
El uso de las inteligencias múltiples ayuda a todos los estudiantes a tener éxito y el centrarnos prioritariamente en las transmisión de conocimientos de manera escrita o verbal dificulta enormemente que niños con mayor potencial en otras áreas lleguen a aburrirse o a no poder desarrollar todas su capacidades. La manera de enseñar no debería centrarse en leer, escuchar y escribir para ser evaluado.
En cambio el uso de las inteligencias múltiples , en muchos casos, podría eliminar los problemas de manejo de la clase y recuperar para el aprendizaje significativo a muchos estudiantes. Muchos de los problemas de comprensión, aprendizaje y comportamiento tienen esa causa, y no son realmente dificultades del alumno, sino incompetencia del sistema.
Todos estamos dotados, en mayor o menor grado de todas las inteligencias, pero precisamente el combinarlas hace que podamos incrementarlas. Igual sucede con los niños.
La mayoría de los educadores y maestros están familiarizados con la teoría de Howard Gardner sobre las inteligencias múltiples pero conseguir aplicarlas enfoque para el aprendizaje en el aula puede resultar complicado a simple vista. La cuestión, más que proponer alguna actividad, sería utilizar este enfoque en todo momento, para que sea realmente efectivo.
Cuando un maestro se plantea preparar un tema para sus alumnos debería comenzar, en vez de mirando el temario del libro de texto y proponerse combinarlo con alguna actividad de inteligencias múltiples, programar la materia de forma que en todo momento los alumnos pudieran usar varias inteligencias y utilizar todas las posibles en las propuestas educativas. Los propios alumnos, si se familiarizan con estos conceptos y descubren cuales son sus fortalezas ellos mismos, van a ser aliados imprescindibles en la programación y podrán ser mucho más activos y participativos desde el mismo comienzo del trabajo de aprendizaje.
Deberíamos comenzar, además, haciendo un trabajo personal antes de pasar a implementar en el aula herramientas de enseñanza y estrategias. Mi consejo es que los educadores reflexionen e identifiquen sus propias fortalezas y las inteligencias que han desarrollado menos. Una vez hemos logrado identificar nuestras fortalezas podemos percibir que suelen ser las estrategias que usamos con los niños y podremos conocer nuestros patrones.
Solamente así podremos pasar a descubrir en los alumnos las suyas y ser conscientes que, quizá, estemos proyectando en ellos nuestros esquemas, valorando más las actividades y acciones que se correlacionan con ellos. De este modos podremos descubrir que no todos nuestros alumnos responden a nuestras inteligencias más fuertes y dar valor a los que usan otros procesos .
Es lógico que nos encontremos más cómodos con nuestros puntos fuertes pero nuestra obligación es trabajar aquellas áreas en las que estamos menos cómodos para realizar mejores estrategias de enseñanza diseñadas para desarrollar todas las inteligencias en los niños . Todo consiste, en el fondo, en empoderarnos de nuestro proceso de aprendizaje continuo y permanente mediante el desarrollo de nuestras propias inteligencias. Hecho esto seremos mucho más capaces de incorporar estrategias de enseñanza que satisfagan las necesidades de todos los alumnos del aula.
Trabajar en grandes grupos es quizá el mayor error en cuanto a la aplicación en el aula de inteligencias múltiples, y eso, unido a la exigencia de que contenidos, tiempos y formatos sean uniformes, conlleva el fracaso y la desmotivación de una considerable parte del alumnado.
Os daremos, en los próximos artículos, ideas concretas para usar cada una de estas inteligencias en clase y poder aplicarlas a cualquier materia o tema.
