Arxiu de la categoria: TERCER D’ESO

¿QUÉ DICE CHUKY DE LA VENTA DE ARMAS? por Ignacio VIDAL-FOLCH en EL PAÍS

No os digo nada para no chafar el artículo de Ignacio Vidal-Folch.
Lo leemos en clase y después hacemos un debate.
El autor entabla un diálogo con su alter ego maligno para abordar el debate sobre la venta de misiles a Arabia Saudí por parte de España. No hay solución fácil en este conflicto entre economía y ética.

Había una vez en Lisboa un hombre muy pobre muy pobre al que se le apareció el diablo. El diablo le entregó una campanilla diciéndole que, si la tocaba, un desconocido mandarín fabulosamente rico que vivía en la lejana Manchuria fallecería en el acto y sus riquezas pasarían automáticamente a ser suyas.

Bien, el pobre portugués se decide: agita la campanilla y, tal como el diablo le prometió, se vuelve riquísimo, y gracias a esas riquezas puede favorecer a sus parientes y sus amigos más necesitados… Pero los remordimientos no le dejan dormir, pues sabe que todo eso se basa en el asesinato de un mandarín. Y entonces…

¡No quiero destripar el cuento de Eça de Queiroz! No, lo que quería decir es que estos días los pasos y contrapasos y peregrinas declaraciones a propósito de la venta de misiles a Arabia Saudí (AS) son una versión actualizada del cuento del mandarín.

Se resume así a grandes rasgos: como recientemente un bombardeo saudí causó la muerte a docenas de niños en Yemen, la ministra Robles anunció que suspendía la venta de 400 misiles láser o “bombas de precisión” propiedad del Ejército que los saudíes habían comprado por nueve millones de euros, según contrato del pasado mes de julio firmado por el Gobierno anterior.

La ministra fue de inmediato desmentida por otros ministros, más atentos a la geoestrategia política y, sobre todo, al hecho de que los astilleros de Navantia en Cádiz están construyendovarios buques de guerra encargados por las Fuerzas Armadas de Arabia Saudí, que dan empleo a 6.000 trabajadores durante cinco años. A esos trabajadores, y a la presidenta de la comunidad andaluza, les alarmaba extraordinariamente que a cuenta de las 400 bombas los saudíes se enfadasen y cancelaran el contrato de los barcos. Además, entre España y ese desagradable país hay otros negocios, estos civiles, muy importantes, que también podrían frustrarse si los jeques se sienten ofendidos.

Por cierto que el precedente del caso canadiense demuestra que esos jeques son muy quisquillosos cuando alguien mete la nariz en sus patios traseros. El mes pasado, la ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Chrystia Freeland, publicó un tuit denunciando que ha sido injustamente encarcelada Samar Badawi, una activista saudí por los derechos humanos (hermana de una ciudadana canadiense y del bloguero Raif Badawi, a su vez condenado a 10 años de cárcel y 1.000 latigazos por insultar al islam en su blog). Y el Gobierno de Riad contestó repatriando a sus 15.000 estudiantes en Canadá, congelando sus relaciones diplomáticas y económicas —entre ellas, por cierto, la compraventa de cientos de vehículos blindados—, suspendiendo los vuelos a Toronto y exigiendo una retractación pública de Freeland, cuya crítica debía de parecerles doblemente afrentosa por el hecho de ser mujer. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, pidió a sus aliados que intercedieran, pero el respaldo de esos aliados ha resultado decepcionante: según Washington, el desacuerdo es un tema bilateral que deben resolver los dos países implicados; y Reino Unido y Emiratos Árabes Unidos han dado el silencio por respuesta, a la espera de heredar el contrato de los blindados canadienses…

No es verdad que en todos nosotros habita un niño que tenemos que cuidar: no, lo que tenemos es un muñeco diabólico

Tenemos aquí un conflicto entre intereses políticos y principios éticos: por una parte, el pragmatismo, la conveniencia de salvar miles de puestos de trabajo —además, en una provincia muy pobre y castigada por el paro—, y por otra parte, el imperativo categórico, la buena conciencia de los españoles, escandalizada por las noticias de que en la oscura guerra de Yemen, que por otra parte tan poco interés suscita, mueren inocentes, de lo que alguna responsabilidad tienen las potencias que suministran armas a los contendientes.

Naturalmente, la solución fácil al conflicto, la respuesta que ofrecen algunas ONG y algunos colectivos antisistema, es que se cierren las empresas armamentísticas y que se busque para los astilleros contratos no bélicos. Que se busquen, que se ofrezcan alternativas.

Estaba yo pensando en esto cuando se ha despertado Chuky, el muñeco diabólico que habita en mí. Porque, como creo haber dicho en alguna ocasión, no es verdad eso de que en todos nosotros habita un niño al que tenemos que cuidar: no, lo que tenemos es un muñeco diabólico. El mío se llama Chuky, viste levita verde y plastrón, se parece físicamente al político Juan Carlos Monedero y siempre está alterado, al borde de la apoplejía:

—Esa de las oenegés es una solución de boquilla, emitida desde una posición sin responsabilidad política —masculla Chuky entre espumarajos de saliva—, con la que quedan regio y que no compromete a nada. La tomaría más en serio si viniese acompañada de 6.000 contratos de trabajo alternativo para los empleados de los astilleros, y para los empleados en Madrid, Cataluña, País Vasco, Galicia, Valencia y Andalucía de las 130 “empresas de Defensa” españolas, que es el eufemismo que se usa para las que fabrican productos armamentísticos, sea tecnología informática, piezas del Eurofighter, sistemas de infrarrojos o corbetas. En reñida competencia con EE UU, Rusia, India y una docena de países de la UE.

—Pero Chuky —le digo—, ¿no crees que es vil contribuir a las guerras lejanas vendiendo al mejor postor armas que matan niños, mientras se te llena la boca de bellas palabras como democracia y derechos humanos…?

El caso canadiense demuestra que los jeques son quisquillosos cuando alguien mete la nariz en su patio

Me mira con desprecio olímpico.

—Me diga você, filisteo, nojento, homem bobo, cuartango de estar en casa, ¿por qué crees que es tan barata esa ropa bonita que llevas? Porque la cosen esclavos. Y lo sabes. Esos zapatos deportivos que llevas, cuya informalidad habla de impulsos libertarios, de bohemia, los hacen niños en talleres siniestros. ¿Sabes cómo se fabrica tu ordenador y tu teléfono móvil?… ¿Tienes acciones en un fondo de inversión? Te darán más beneficios y estarás más contento cuantos más empleados despidan las empresas.

—Hombre, Chuky, para eso están las regulaciones y las instituciones internacionales, solo falta que me digas que por comprarme unos zapatos me hago cómplice de los bombardeos en Yemen…

Cala a boca, assassino de mandarims! —sonríe cínicamente—. La misma idea del comercio se basa en el abuso, en obtener más de lo que valga cada cosa. Sabes muy bien que al final de la cadena de nuestras relaciones económicas siempre hay alguien que pierde. O, como dijo Publilio Siro, Lucrum sine damno alterius fieri non potest, no puede haber provecho para nadie sin daño ajeno.

Este es uno de los rasgos más antipáticos de Chuky: su maldita manía de escupir latinajos para que los demás nos sintamos ignorantes.

—Con tu fatalismo, Chuky, nos condenas a todos al nihilismo y la desesperación. Pero algunos pensamos que, a pesar de todo, otro mundo es posible. Que es posible cambiarlo.

—¿Cambiar el mundo? —lanza una risotada—. Non alium videre patres: aliumue nepotes ascipient. No lo vieron de otro modo nuestros padres, ni lo verán de otro modo nuestros descendientes. Habrás reconocido, claro, la sentencia de Manilio.

Es tan esnob Chuky. Le detesto.

MÁS INFORMACIÓN:

 

CUESTIONARIO

  1. ¿Quién es Ignacio Vidal-Folch?
  2. ¿Qué os ha sorprendido más del artículo de Vidal-Folch, la forma o el contenido?
  3. El profesor elegirá a un secretario que tomará acta de las ideas que se viertan y a varios alumnos que habrán de representar las posturas: a) de la ministra de Defensa; b) del presidente de la compañía Navantia; c) del jeque de Arabia Saudí responsable de los temas militares; d) la presidenta de la Junta de Andalucia; e) el portavoz sindical de los trabajadores; f) el misnistro de Asuntos exteriores del Yemen; g) el presidente del gobierno español.
  4. Debate: ¿Tiene fácil solución el conflicto? ¿Qué haríais vosotros si fuerais responsables políticos?

MARTIN LUTHER KING por Idoya Noain en “El PERIÓDICO”

Se cumple el 50 aniversario del asesinato de Martin Luther King en Memphis y son numerosos los artículos y programas de televisión que le han dedicado, siendo muchos los que se preguntan qué queda de su legado y de si la situación de la población negra ha cambiado o no valorando datos y cifras (pobreza, acceso a la educación, criminalidad). Aquí os ponemos algunos enlaces a documentales (como el del discurso de la MArcha sobre Washington en 1963) y un artículo de Idoya Noain sobre su figura.

http://www.abc.es/internacional/abci-50-anos-asesinato-martin-luther-king-201804041551_video.html

http://cnnespanol.cnn.com/video/estados-unidos-martin-luther-king-derechos-civiles-aniversario-muerte-cinco-datos-pkg/

http://www.abc.es/internacional/abci-ultimas-horas-vida-martin-luther-king-memphis-201804032247_noticia.html

 

Publicado en El Periódico el sábado, 31 de marzo de 2018

Martin Luther King: el reverendo soñador

Martin Luther King tuvo mucho más que un sueño. Tuvo la conciencia de que, tras la dura lucha para lograr que se convirtieran en ley el fin de la segregación y los derechos civiles y de voto, se abría una batalla aún más difícil: la que buscaba la igualdad verdadera. En los últimos tres años de su vida se volcó en esa otra contienda que hoy sigue abierta, la que exige al sistema no la mera decencia moral sino un transformación estructural con coste económico. Abrió el foco y pasó de los derechos constitucionales a los derechos humanos.

El activista señaló y puso en la diana los males de la sociedad capitalista: racismo, pobreza, militarismo, materialismo. Y fue cuando lo hizo, cuando el reverendo soñador e icono de la no violencia pidió tomar conciencia de que «los problemas de injusticia racial y económica no se pueden resolver sin una distribución radical del poder político y económico», cuando, como escribió James Baldwin, se hizo «suficientemente peligroso para que le dispararan».

Martin Luther King es arrestado tras capitanear las acciones contra la segregación de los negros en los autobuses. /GETTY IMAGES (DON CRAVENS)

Ese disparo llegó poco después de las seis de la tarde de un jueves, el 4 de abril de 1968, en Menfis, la ciudad donde King había acudido a apoyar la huelga de los 1.300 trabajadores negros de limpieza de la ciudad, discriminados laboralmente. Estaba en el balcón de la habitación 306 del Motel Lorraine en Menfis cuando una bala le alcanzó en el cuello. Una hora después, en el hospital Saint Joseph, se pronunciaba su muerte. Tenía 39 años.

«Si cambias los aspectos más particulares, sus discursos podrían estar escritos hoy», afirma la reverenda Liz Theoharis

En los libros de historia James Earl Ray aparece como el asesino, pero para muchos la versión oficial nunca ha sido satisfactoria. Y tampoco lo ha sido el retrato que, desde entonces, el ‘establishment’ ha ido tratando de cincelar: el de un héroe reconocido con el Nobel de la Paz amable, idealista y suave. Es un retrato para muchos «esterilizado y convencional», interesadamente enfrentado al de otros líderes negros como Malcolm X o Stokely Carmichael, padre del Black Power. Y es un retrato incompleto que han denunciado quienes le conocieron y lucharon a su lado, como Joseph Lowery, otro de los padres de la Southern Christian Leadership Conference, que ya en el 25º aniversario del asesinato escribía: «Hemos puesto a Martin en una rotonda de adulación irrelevante y lo hemos alejado de la lucha por la justicia económica. En algún punto en el camino conseguimos resucitar al mensajero y enterrar el mensaje».

Palabras proféticas

En este 50º aniversario ese mensaje, no obstante, revive. Y se encuentra mucho de profético en las palabras de los últimos años del King que en Chicago comprobó que el racismo en el norte podía ser incluso peor que en el sur y vio como en los actos de protesta en su contra empezaban a aparecer no ya capuchas del Klan, sino esvásticas, una imagen que el año pasado resucitaba en Charlottesville. Se hace imperioso recuperar al King que puso el foco en los retos que plantean la pobreza, la brutalidad policial, la necesidad de dar acceso a la vivienda accesible, a sueldos dignos y a la educación de calidad. Y conviene recordar al King al que la condena contundente de la guerra de Vietnam y del militarismo granjeó acusaciones de traición de los mismos que le habían aplaudido o acompañado en Selma o en el icónico discurso del sueño en agosto de 1963.

Coretta Scott King besa a su esposo, el reverendo Martin Luther King, en Alabama, en 1963. Detrás de ambos, riéndose,  el músico y actor Harry Belafonte. / Ap (ivan massar)

«Cuando una nación se obsesiona con las armas de la guerra, los programas sociales inevitablemente sufren. La gente se vuelve insensible al dolor y la agonía entre ellos», denunciaba King, al que no desviaron de su camino ni la renovada violencia contra él, ni la intensificada obsesión del FBI por espiarle y presionarle, ni el rechazo que le mostraban las encuestas. «He luchado demasiado tiempo y demasiado duro contra la segregación  para acabar en este punto de mi vida segregando mis preocupaciones morales», explicaba.

Hoy el activismo de acción directa y los movimientos interseccionales como los que él propugnaba viven un renacimiento, y en Estados Unidos lo han demostrado las Marchas de las Mujeres, el movimiento #MeToo o los estudiantes de Parkland. Y se sienten vigentes muchas de sus palabras: «Los profundos estruendos que oímos hoy, el estrépito del descontento, es el trueno de las masas desheredadas subiendo de los calabozos de las opresiones a las brillantes colinas de la libertad». «El futuro de los profundos cambios estructurales que buscamos no se encontrará en una maquinaria política decadente. Está en nuevas alianzas de negros, puertorriqueños, trabajadores, progresistas, ciertas iglesias y elementos de la clase media».

Tomar el testigo

«King hablaba de racismo, pobreza y militarismo como inseparables y ese mensaje está vivo. Hay algo asombroso en sus discursos. Si cambias los aspectos más particulares podrían estar escritos hoy. Y la única forma de honrar su trabajo es tomar el testigo», cuenta en una entrevista telefónica la reverenda Liz Theoharis, que junto al reverendo negro William Barber ha resucitado uno de los últimos empeños en que se embarcó King con otros líderes sociales: la ‘Poor People’s Campaign’ (‘Campaña de la gente pobre’).

Ya en 1968 King denunciaba que «nuestra sociedad es tan rica que no vemos a los pobres». Señalando que «algunos son mexicanos, otros indios, otros portorriqueños, otros blancos de los Apalaches, la vasta mayoría negros en proporción a su tamaño en la población», decía que «no hay nada nuevo en la pobreza. Lleva con nosotros años y siglos». Pero sí veía que algo había cambiado. «Ahora tenemos los recursos, las herramientas, las técnicas para deshacernos de la pobreza. La pregunta –concluía– es si nuestra nación tiene la voluntad».

50 años han contestado, tristemente, ese interrogante. Pero Theoharis y Barber quieren cambiar las cosas. Han planeado seis semanas de acción directa y desobediencia civil en 25 estados, que culminarán con una movilización masiva en el Capitolio el 23 de junio. Y no replican exactamente las demandas de hace 50 años (una Carta de Derechos económicos, una dotación de 30.000 millones de dólares al año para librar una guerra real contra la pobreza, la aprobación de legislación que asegurara el pleno empleo y una renta mínima garantizada o la construcción anual de medio millón de viviendas accesibles hasta que se eliminaran las barriadas), pero han resucitado su llamada a una «revolución radical de valores» y moral, y con sensación de urgencia.

El predicador con su esposa, Coretta Scott King, y sus tres hijos mayores, Martin Luther King III, Dexter Scott y Yolanda Denise, en 1963. / AP

«En los 26 debates que hubo en las elecciones presidenciales no hubo ni una hora dedicada a la devastación económica, a la pobreza o a la supresión de voto», dice Barber en una conferencia telefónica con cuatro periodistas. «No podemos tener un discurso político limitado. Y hay que cambiar la narrativa». Se siente obligatorio en un país, primera potencia económica del mundo, donde más de uno de cada ocho ciudadanos, 41 millones de personas, vive bajo el umbral de la pobreza (casi 19 millones de ellos en profunda pobreza, con menos de dos dólares al día). «En este país hay 14 millones de niños pobres», denuncia Barber. «50 años después tenemos menos protecciones de derecho de voto que en 1965. 22 estados han aprobado (desde el 2010) leyes de supresión de voto y en cada uno hay alta pobreza, negación de atención sanitaria, de sueldos dignos, de derechos sindicales, ataques a inmigrantes, ataques a mujeres… La encarcelación masiva y las leyes injustas de inmigración han atrincherado el racismo sistémico. El desequilibrio entre gasto militar y gasto en programas sociales se ha acentuado. Y el cambio climático afecta desproporcionadamente a pobres y marginados».

Explotación de los pobres

Resucita hoy el King que combatió «el mito de que el capitalismo creció y prosperó por la ética protestante del trabajo duro y el sacrificio» y señaló que «el hecho es que se construyó sobre la explotación y el sufrimiento de esclavos negros y sigue prosperando en la explotación de los pobres, tanto negros como blancos, tanto aquí como en el extranjero». Sirve su diagnóstico de un sistema que «a menudo ha dejado un abismo entre riqueza superflua y pobreza abyecta, ha creado condiciones que permiten que se quite a muchos lo necesario para dar a unos pocos lujos». No cuesta imaginarlo señalando a la brecha actual entre ricos y pobres, disparada desde su época, con tres personas en EEUU –Jeff Bezos, Bill Gates Warren Buffet– acumulando la misma riqueza que la mitad de la población.

A veces cuando habla Bernie Sanders parece que se está oyendo a ese King que criticaba el sistema («lo que realmente defienden es socialismo para los ricos y capitalismo para los pobres»). Y siguen siendo válidas sus denuncias: «Nuestra sociedad orientada a las cosas nos ciega de la realidad que nos rodea y nos anima en la avaricia y la explotación que crea el sector de la pobreza en medio de la riqueza».

«La fuerza de su mensaje de los últimos años se perdió, por eso es pertinente reclamarlo», cuenta en otra entrevista telefónica Trey Ellis, productor de ‘King in the wilderness’, un documental presentado en Sundance que HBO estrenará el 2 abril y que se centra precisamente en los últimos años de King. Y la cinta contribuye a elaborar el verdadero retrato del hombre desconocido para muchos, «radical, irreverente, fuerte, fiero» según Ellis.

Una de las escenas de la película muestra a ese King que, en una manifestación, reacciona encogiéndose ante el sonido de lo que parece un disparo. Era el hombre que sentía la presión y el miedo pero que, según Ellis, había alcanzado la paz con esos dos elementos. «Decía algo así como que, para ser libre, el hombre tiene que ser libre del amor al dinero y del miedo a la muerte».

Combativo

Era el King que en sus últimos años escribió: «La cobardía hace la pregunta ¿es seguro? La conveniencia pregunta ¿es político? La vanidad pregunta ¿es popular? Pero la conciencia pregunta ¿es lo correcto? Y hay veces en que tienes que tomar una posición que no es segura ni política ni popular pero debes hacerlo porque es lo correcto». Y eran más que palabras.

El 3 de abril de 1968, King ya estaba en pijama en la habitación del Lorraine cuando le pidieron que fuera a hablar al Mason Temple. Lo hizo y, sin notas, ofreció el discurso que ha pasado a ser conocido como el de la cumbre de la montaña. Ahí estaba el King combativo, organizador, que recordaba a los que le escuchaban que individualmente podían ser pobres, pero unidos eran un poder. Era el King que instaba al boicot de grandes empresas que tenían políticas discriminatorias (como Coca-Cola o Wonder Bread), a reforzar instituciones negras y a «poner presión donde realmente duele». Y era el King determinado a continuar aspirando a alcanzar «lo que América debería ser» y que llamaba a no cejar en la lucha. «O subimos juntos o caemos juntos», dijo, llamando a desarrollar «una especie de solidaridad peligrosa».

Era, también, el King consciente de las amenazas que se cernían sobre él. Y hoy provoca escalofríos leer o escuchar las palabras con que cerró aquel discurso. «No sé qué pasará ahora. Vienen días difíciles. Realmente no me importa, porque he estado en la cumbre de la montaña. Y no me importa. Como cualquiera, quisiera vivir una larga vida, la longevidad tiene su lugar. Pero eso no me preocupa ahora. Solo quiero hacer la voluntad de Dios. Y me ha permitido subir la montaña. Y he mirado y he visto la tierra prometida. Puede que no llegue ahí con ustedes. Pero esta noche quiero que sepan que nosotros, como un pueblo, llegaremos a la tierra prometida. Y estoy feliz esta noche. No me preocupa nada. No temo a ningún hombre».

EL EFECTO PIGMALIÓN

ALBERTO SOLER en “Píldoras de Psicología” nos muestra algunos aspectos de la mente humana (y de la de los adolescentes) que nos hacen pensar.  En este breve capítulo, porque dura menos de cuatro minutos, nos habla de un experimento, el EFECTO PIGMALIÓN.

A los tutores y a mí nos gustaría que un “secretario/a” copiase las ideas más interesantes del debate que se produzca en clase y las vertiese en forma de comentario para que sepamos qué pensáis cada clase de la cuestión. ¿Llegareis a las mismas conclusiones?

“ESTUDIEU, NOIS I NOIES, ESTUDIEU”, PER EULÀLIA SOLÉ A “LA VANGUÀRDIA”

Publicat el  06/04/2018
Resultat d'imatges de institut sert

Com professors moltes vegades  us diem el que aconsella Eulàlia Solé, però segurament no ho fem de manera tan directa i tan clara.

ÉS UN BON ARTICLE PER REFLEXIONAR SOBRE LA VOSTRA ESTADA A L’INSTITUT

  *   *   *

Nois i noies, estudieu i apreneu mentre aneu a l’escola, a l’institut, a la universitat, perquè, més endavant, la majoria de vosaltres ja no millorareu en coneixements.

No llegireu llibres, ni diaris, ni revistes serioses.

No us aturareu a conèixer el pensament de persones potencialment més instruïdes que vosaltres, interessades en la història, la literatura, les belles arts.

No les valorareu ni reflexionareu sobre el que aporten.

No us importarà l’erudició dels qui es dediquen al pensament i a l’estudi més enllà de l’ensenyament reglat.

No formarà part de vosaltres atès que, amb sort, estareu treballant en una ocupació parcel·lada i que, amb sort o no, viureu pendents de les xarxes socials.

Constituireu la multitud d’homes i dones de totes les edats embadalits en les seves respectives pantalles, la que obvia altres plaers més intensos de l’intel·lecte. Com a màxim, conservareu alguna cosa del que hàgiu assimilat en la vostra època estudiantil. Més enllà, res. Tan sols compartir impressions en grup o bilaterals des de punts de vista particulars, repetitius, ­fugaços, d’immediatesa. En ocasions poc respectuosos; la majoria de les vegades, per fortuna, simplement trivials.

Quines opinions i conceptes fundats es poden manejar si no s’explora per sobre de les xerrades virtuals entre amics i coneguts, dels videojocs, de les fotografies, dels acudits?

És possible que aquesta absència de curiositat intel·lectual vingui a explicar el fet que en alguns països democràtics hi ­hagi votants que elegeixin per governar personatges impresentables.

Els Estats Units o les Filipines podrien ser-ne un paradigma actual, així com els vots entregats en altres llocs a partits que no defensen en absolut els drets dels qui els voten. Les ments distretes esdevé fàcil entabanar-les.

En fi, nois i noies, estudieu, llegiu i submergiu-vos en la ciència i en les arts. Durant la vostra escolarització obtindreu per obligació un bon bagatge, aquest que dilapidareu més tard. Se us haurà proporcionat un bon matalàs i, com més excel·lent hagi estat, més us durarà i més us salvaguardarà en part.

Tal vegada em mostro excessivament negativa, crítica, escèptica. El transcurs del temps, la successió d’esdeveniments, el desenvolupament social confirmarà o desmentirà la meva modesta anàlisi. I de debò que desitjaria equivocar-me de mig a mig.

COMPARTIENDO ODIO EN LAS REDES CON JORDI ÉVOLE

 

No es la primera vez que recomendamos un programa de SALVADOS y posiblemente tampoco será la última. En esta ocasión Jordi Évole habla con personas que han redactado mensajes con odio y personas que los han sufrido, también con especialistas en las redes sociales y con una filósofa, Marina Garcés. Un programa para reflexionar sobre las cosas que decimos en la redes sociales y sus consecuencias.

Para ver el programa, clica aquí:

http://www.atresplayer.com/television/programas/salvados/temporada-13/capitulo-11-compartiendo-odio_2018022000039.html

  1. ¿Qué opinan cada uno de los entrevistados?
  2. ¿Con cuál te identificas más?
  3. ¿Vale todo en las redes? ¿Hay que poner límites? Y si es así, ¿quién los ha de poner?
  4. ¿Crees que los adolescentes también lo hacen? ¿Hasta qué punto es bullying?
  5. ¿Por qué crees que Jordi Évole ha hecho el programa?

Marina Garcés también intervino en un programa sobre libros:

http://www.rtve.es/alacarta/videos/pagina-dos/pagina-dos-marina-garces/4435144/

 

UN ARTÍCULO SOBRE EL CIBERACOSO O CYBERBULLING

“El ciberacoso (derivado del término en inglés cyberbullying) también denominado acoso virtual o acoso cibernético, es el uso de medios de comunicación digitales para acosar a una persona o grupo de personas, mediante ataques personales, divulgación de información confidencial o falsa entre otros medios. Puede constituir un delito penal. El ciberacoso implica un daño recurrente y repetitivo infligido a través de los medios electrónicos.” DE WIKIPEDIA.

Hace algo más de un mes LA VANGUARDIA publicó un artículo sobre el ciberacoso que puede ser interesante para padres, alumnos y docentes porque se puede hablar de ello en las clases de tutoría.

DIEZ CONSEJOS

Esto es lo que debes saber y hacer si tu hijo está sufriendo cyberbullying

El 74,7% de las veces son las madres las que dan la voz de alarma, frente al 25,3% de ocasiones en las que los que piden ayuda o ponen sobre aviso son los menores acosados

  • ROMINA VALLÉS, 24/11/2017

     

    Facebook, Messenger, Instagram, Whatsapp… ¿Cuántas veces escuchamos estas palabras al cabo del día? ¿Y cuántas se las oímos a nuestros hijos? Si bien los beneficios que aportan en términos de comunicación, educación, entretenimiento, etc., son muchos e indudables, también es cierto que un mal uso de ellas puede conllevar riesgos que hay que conocer. Más aún si consideramos que el anonimato que estas permiten y la no percepción de las consecuencias de los actos que se llevan a cabo a través de ellas hacen de fenómenos como el cyberbullying –acoso entre medios telemáticos- un problema a la orden del día.

    Esto es especialmente preocupante en el caso de los más jóvenes, cuyo grado de madurez es menor. Como dato sobre la importancia de este tema, cabe recordar que, según un informe de la Universidad del País Vasco (datos de 2015) el 12% de niños y niñas de 9 a 16 años ha sido víctima alguna vez del cyberbullying.

    Conscientes de que la mejor forma de evitar los malos usos es la sensibilización sobre sus consecuencias, iniciativas como la emprendida por Orange “Por un uso Love de la tecnología”, tienen como objetivo concienciar a las familias de los riesgos de las redes sociales y las aplicaciones de los dispositivos móviles.

    (Getty Images)

    Las redes sociales no son malas, sino todo lo contrario. Es lo que afirma desde la asociación NACE -No al acoso escolar-. Su presidente, Javier Pérez, explica que, si estas se usan correctamente, pueden ser un importante instrumento educativo y de crecimiento personal. Estos son los diez consejos -o las diez “C’s”- que nos da para combatir el cyberbullying.

    Comunicación

    La Comunicación entre padres e hijos es básica para que el menor tenga la confianza suficiente y pida ayuda cuando se enfrente a cualquier situación que le haga sentir incómodo. Por ejemplo, que cuando reciba un mensaje amenazador por Whatsapp o una foto con algún contenido inapropiado, se lo cuente a sus padres o, en su defecto, a sus profesores.

    Y en el caso de que el menor sea el autor de una actuación incorrecta, que no haya dudas sobre lo que implica un mal uso de las nuevas tecnologías, como las consecuencias que tiene dar un me gusta a una publicación inadecuada en Facebook o comentar con ciertos calificativos la foto de Instagram de un compañero o compañera de colegio.

    No se trata de ejercer un férreo control sobre las redes de los menores sino de establecer unas pautas claras de comportamiento en Internet

    Coherencia

    O lo que es lo mismo, predicar con el ejemplo. Que si los padres explican cómo usar Internet o las redes sociales, cuánto tiempo dedicar al día o en qué lugares, sean ellos “prescriptores” de estas pautas con su propio comportamiento. Que los menores imitan lo que ven en casa es tan antiguo como la misma humanidad.

    Conocimiento

    Es básico que toda la familia conozca qué aplicaciones o redes sociales se utilizan y cómo funcionan: la forma de bloquear a un usuario, cómo denunciarlo o reportarlo si creemos que está llevando a cabo una actuación inadecuada, qué es el spam o cómo ocultar las publicaciones de Facebook a todos aquellos que no tenemos como amigos… etc. Y la base de este conocimiento radica en no pensar que, tanto si eres el actor como el receptor en una determinada situación, estás completamente seguro/a al otro lado de la pantalla, porque no es así. Además, transmitir también que lo que es malo fuera de la Red, también lo es dentro de ella.

    (Getty Images)

    Control

    No se trata de ejercer un férreo control sobre las aplicaciones o los perfiles en redes sociales de los menores de la casa; o sobre lo que hacen cada vez que se sientan delante de un ordenador. Lo importante es poner en común unas pautas sobre lo que es un adecuado comportamiento en Internet y, a partir de ahí, que los menores sean capaces y autosuficientes para controlar sus propias redes, su correo, sus blogs…

    Compromiso

    De los padres, con la formación al menor. Y de éste, con el buen uso de Internet y de sus perfiles en redes sociales. No se ha de permitir o consentir que nadie abuse de terceros en ese marco, ni tampoco ser partícipes de ello. Y si se detecta tal abuso, hay que notificárselo al padre o profesor inmediatamente.

    En la red existe la netiqueta, conjunto de normas de comportamiento general en Internet para dar mayor seguridad y humanidad a la comunicación y combatir fenómenos indeseados, como el ciberacoso

    Contenido

    Antes de publicar, hay que pensar. Pensar en lo que se va a decir o en las imágenes que se van a subir. Subir algo a la red es muy fácil, pero hay que recordar que se puede quedar allí para siempre. También es básico vigilar con quién compartimos un contenido. En este sentido, lo que vale para el entorno físico también para el digital; y de la misma manera que en nuestra habitación solo dejamos entrar a nuestros familiares y amigos, los desconocidos tampoco tienen por qué poder entrar a ver nuestros contenidos más personales en la red.

    Cortesía

    La máxima de la educación o la cortesía 3.0 sería: “no hagas en las redes lo que no harías cara a cara”, asegura Pérez. En la red hay que usar la netiqueta (net, red en inglés más etiqueta) o conjunto de normas de comportamiento general en Internet, una adaptación de las reglas de etiqueta del mundo real al virtual, para aportar mayor seguridad y humanidad a la comunicación. El objetivo es combatir problemas como el fraude, el correo basura, los rumores…

    Otros ejemplos de la netiqueta son el comportamiento en el correo electrónico, la forma en que nos dirigimos a la persona, el contenido del mensaje (publicidad, cadenas, spam, etc.); el comportamiento en los foros: el nivel de lenguaje utilizado, el formato del mensaje…; en los blogs: distinción entre comentarios formales o informales, concordancia del comentario con el tema, respeto hacia otras opiniones, etc.

    Conciencia

    De la magnitud de nuestras acciones en las redes, que pueden ser un arma muy poderosa para encumbrar, pero también para destruir a alguien. Por eso hay que usarlas siempre en positivo, no para acosar o atacar a nadie ni para permitir que otro lo haga, con uno mismo o con terceros. Es mejor no contestar a las provocaciones, ignorarlas, pero guardar las pruebas. Según el presidente de la asociación, en estos casos nos iría bien aquello de “contar hasta cien” antes de responder.

    Corazón

    Las redes están al servicio de las personas y no al contrario. Internet es un espacio emocional que nos ha de ayudar a crecer como personas, y, como nos cuenta Pérez, no todo vale por un “me gusta”.

    Confianza

    Entre todos los miembros de la familia, para saber cómo actuar en casos de ciberacoso. De momento, en los casos de cyberbullying, las madres de las víctimas son las que dan la voz de alarma el 74,7% de las veces, frente al 25,3% de ocasiones en las que los que piden ayuda o ponen sobre aviso son los menores acosados. No se trata de sembrar el miedo a los más pequeños de la casa para que no usen Whatsapp o las redes sociales, sino de saber actuar llegado el momento, si aun habiendo prevenido, ocurre.

http://www.lavanguardia.com/vida/20171124/433103065792/esto-debes-saber-si-tu-hijo-esta-sufriendo-cyberbullying-love-brl.html

KEN ROBINSON: “Es un error educar solo para el mundo laboral” POR marta ricart

(Publicado en el MAGAZINE de LA VANGUARDIA del 29 de octubre de 2017. Como es una entrevista un poco larga, he subrayado  con negrita los  aspectos más interesantes. Si queréis podéis ver los vídeos.)
*  *  *  *  *
El profesor inglés, afincado en EE.UU., Ken Robinson es el experto en educación más internacional, sobre todo desde que en el 2006 dio una conferencia TED, planteando si la escuela mata la creatividad, que sigue siendo la más vista en la red: lleva 47,5 millones de visionados y se estima que ha llegado a 350 millones de personas de 160 países. Robinson defiende una educación que rompa la rigidez de la mayoría de los sistemas educativosactuales.
 A Ken Robinson, distinguido con el título de sir en su Inglaterra natal (nació en Liverpool en 1950), le consultan desde medio mundo. Le invitan a dar charlas sobre cómo mejorar la educación, y él seduce con el convencimiento con que habla, su buen humor y sus propuestas de formar a los niños y las niñas para que sean capaces de ser ellos mismos, felices y manejarse y manejar el complejo mundo actual y el más incierto que se augura. No defiende alambicadas teorías pedagógicas, pero sitúa a la educación en el centro de la sociedad.

Como sus asesorías y charlas, tienen también un gran eco sus libros (este otoño publica una nueva edición de Out of Our Minds, the Power of Being Creatives). Ahora trabaja en uno que saldrá en marzo del 2018, en principio titulado Tú, tu niño y la escuela. Robinson fue profesor de artes y autor de un importante informe para renovar la educación británica, aunque ya hace años que se mudó a Los Ángeles, desde donde ha contestado, por teléfono, la entrevista.

Ya hace 11 años de su viral charla TED, ¿qué ha cambiado en la educación desde entonces?
El año pasado pregunté a la gente en las redes sociales qué efectos había tenido en ellos y qué cambios creían que había habido. Tuve cientos de respuestas de quienes decían que había cambiado su forma de ver la escuela o su manera de enseñar. Eso en el mundo de la educación; también contestó gente que no pertenece a él y decía que le había supuesto pensar en sus retos o modificar su manera de pensar. Sé que muchas personas se han sentido alentadas por esa conferencia (sigue siendo la más reproducida de TED y se ha visto en 160 países). Estos cambios suelen ser lentos y difíciles, pero que tanta gente la haya visto y se sienta estimulada indica que muchos quieren cambiar la manera como se educa.

 

¿Los niños de hoy reciben mejor o peor educación que décadas atrás?
Depende de donde mire. Hay que tener en cuenta que el mundo donde hoy crecen los niños es muy diferente al de hace 20 o 30 años. Ha cambiado en muchos aspectos. Mucho, por efecto de la tecnología. Ha variado la manera como los niños se comunican y relacionan. Ha habido grandes cambios en las familias. También, los niños están más protegidos que antes en muchos aspectos; por ejemplo, estoy haciendo un proyecto con municipios ingleses sobre que los niños pasan muy poco tiempo jugando fuera de casa. Otro factor es que hoy, en todo el mundo, los niños están bajo una mayor presión en la educación. Cuando mi generación iba a la escuela no teníamos tantos exámenes; ahora los niños son examinados todo el tiempo. Los gobiernos dedican millones a evaluaciones. El contexto es muy distinto. Con todo, hay grandes escuelas y grandes profesores. Yo no critico a las escuelas ni los profesores, pues he trabajado en la educación y sé cuánto luchan para mejorarla. Además, la presión examinadora no viene de los profesores sino de los políticos; los docentes están también bajo presión. Hay buenos programas y escuelas que trabajan para cambiar, pero hay presión, y los currículos, los sistemas, son a menudo muy rígidos. En EE.UU., por ejemplo, en la educación pública, cada año se gastan millones en analizar cómo lograr que más alumnos lleguen a la universidad, cuando el valor de la titulación universitaria cae, ya no es útil como antes.

Lo preguntaba porque mucha gente afirma que se han perdido valores como el esfuerzo, la disciplina… ¿La educación actual no tiene valores?
El libro que escribo ahora va dirigido a los padres. La gente mira los problemas de la escuela; no en todos, pero hay centros con problemas de disciplina; los niños tienen actitudes diferentes de un par de generaciones atrás. Y es fácil culpar de los problemas a la escuela, pero muchos no se originan allí, sino que son fruto de la cultura general. Por ejemplo, en muchos lugares de EE.UU. hay grandes problemas con drogas, en particular con los opiáceos, y provocan también dificultades en la escuela, pero ella no es la causa. Hoy, los padres están menos inclinados a encargarse, en general, de los niños, y hay diferentes nociones de autoridad. Muchas veces los padres se quejan de que hay un problema en la escuela, pero no piensan que sea su hijo. Es muy complicada la relación y ha cambiado mucho el sentido de la autoridad en el mundo.

¿Cómo debería ser la educación? La primaria, la secundaria, la universidad…
Sobre todo en los primeros años, es muy importante que los niños tengan tiempo para construir relaciones entre ellos, para jugar y explorar el mundo, para su desarrollo físico, igual que el cognitivo y social. No hay que inventar un nuevo modelo de escuela. Sabemos desde hace tiempo cómo crear unas buenas condiciones para que los niños aprendan. Por ejemplo, Maria Montessori, hace cien años, creó maravillosas escuelas para niños pequeños, y sólo en América debe de haber más de 4.000 de estas escuelas en que se alientan el juego, las relaciones sociales, la actividad física y en que los niños se agrupan no por tener la misma edad. Y son centros que suelen tener bastante éxito. Es verdad que ni todos los centros son iguales ni todos los demás son malos, pero es un método muy recomendable. En Europa hay centros en que los niños pequeños no se sientan en un pupitre y pasan el tiempo haciendo tareas para aprender a leer y escribir, lo que pueden hacer un poco más mayores. En los primeros años, el cerebro de los niños se desarrolla, y deben aprender cómo son los demás, a relacionarse, tienen una gran imaginación y deben poder desarrollarla, deben aprender a desenvolverse por su cuenta… Y hay sistemas que pretenden sentarlos y hacerles hacer determinado trabajo y evaluarlo, cosa que es ridícula.

¿Y en las siguientes etapas?
A medida que los niños crecen y se desarrollan debe haber un equilibrio. El ser humano tiene una gran curiosidad, por sí mismo, por los demás, por el mundo… Los niños aman aprender, el mejor ejemplo es cómo aprenden a hablar. Les gusta aprender, pero no siempre les gusta ser educados, y por ello tienen problemas a veces en la escuela. Aprender es natural, la educación es un programa organizado de aprendizaje; es un proceso intencionado en que indicas qué y cómo aprender, y la escuela es el lugar donde ocurre. Pensamos en la escuela de determinada manera, con mesas, armarios, en que se enseña determinadas materias… Pero la escuela no debe ser así, los niños no deben ser organizados por edad, el modelo de escuela de que hablamos todo el tiempo. Cuando propongo transformar la educación es sobre la base de que los niños aman aprender y deben darse las condiciones adecuadas para que lo hagan. En los primeros años eso pasa por jugar, socializar, captar su interés y estimular su imaginación con montones de actividades que ayudan a su cerebro a desarrollarse. A medida que se hacen mayores, hay que mantener eso, y hay lugar para jugar en todas las edades. Pero, como sus capacidades se desarrollan, pueden aprender más, y hay que enseñarles y respaldarles, que reciban un feedback de cómo van. En términos de currículo, creo que normalmente es demasiado estrecho, focalizado en lo que establece el mundo académico. La escuela debería ser más práctica, y es importante un equilibrio entre ciencias y artes y humanidades. En muchos países europeos, las artes no tienen un papel apropiado en la escuela, lo que es un empobrecimiento, porque tienen igual importancia que las ciencias en ayudar a las personas a comprenderse a sí mismas y lo que les rodea. Matemáticas y lenguas son la base de muchas disciplinas, pero debe haber un equilibrio entre todas las materias y también entre el trabajo teórico y el práctico. Por eso se diferencia entre conocimientos y competencias. Hay un conocimiento de información, de hechos, pero además hay que saber cómo funciona una cosa, cómo hacerla. Al final, se trata de aprender a ser un ser vivo en el mundo, entendiendo el mundo de tu alrededor, las relaciones con otras personas, tus sentimientos, tus talentos y pasiones y entender que la experiencia de estar en el mundo es única para cada uno, por mucho que tengas en común con otras personas. Todo esto debe incluirse en la educación de los niños. Y a medida que se hacen mayores y progresan en la escuela, van desarrollando intereses particulares y hay que darles herramientas para satisfacerlos.

Así, ¿cómo imagina usted un aula dentro de 20 o 30 años? 
No hay una sola manera de diseñar un aula o una escuela. He estado implicado en una campaña que anima a las escuelas y los profesores a no sentarse en una clase todo el día, sino a salir a aprender del entorno. A pensar que no sólo se aprende en clase con los alumnos sentados en pupitres. Hay colegios muy innovadores en esta línea. Las clases deben ser más flexibles de lo que en general son. Algunas formas de aprendizaje no exigen que estés sentado, concentrado, memorizando y haciendo trabajo académico tradicional. Las escuelas, como las casas, pueden tener diferentes salas para distintos propósitos. Hay arquitectos que hacen interesantes diseños. La estética y el entorno de la escuela tienen un impacto en los alumnos. La distribución del espacio o los muebles pueden marcar diferencias. Las escuelas futuras no deben parecerse a como han sido hasta ahora.

La educación aplicada hasta ahora se antoja obsoleta, pero nadie sabe bien qué enseñar a los niños para su futuro. La música o la filosofía desaparecen de las aulas, todos quieren enseñar tecnología…
Sí, y creo que es terrible. Es importante que los niños aprendan ciencias, tecnología y matemáticas, por supuesto. Son importantes, pero igual lo es que aprendan sobre valores, arte (que es parte central de nuestra cultura), a hablar y debatir y a pensar de manera organizada (que es un poco lo que hace la filosofía). Es un gran error reducir el currículo escolar a sólo áreas de aprendizaje que los políticos crean que son útiles para el mundo laboral-económico. Muchas reformas educativas tienen detrás razones económicas; por eso los políticos están interesados en la educación: piensan en educar a la mano de obra laboral para que sea competitiva, pensando en el progreso y la innovación. No estoy en desacuerdo con eso, el propósito económico-laboral es importante, y la educación es una gran inversión, pero tiene además propósitos sociales. La forma como los chicos son educados afectará a cómo serán esas personas, qué tipo de ciudadanos, cómo participarán en el mundo. Los jóvenes se desen­cantan; en algunos países europeos, casi la mitad está sin trabajo, eso indica que la razón económica no puede ser la única. Vivimos una situación…, recuerde el atentado de Barcelona…, es un gran desafío defender los valores, la perspectiva social. Hay un movimiento tectónico de diferentes maneras de ver las cosas; la humanidad afronta grandes problemas ecológicos, diferencias sociales… y la educación debe preparar para colaborar, para entenderse. Además, cada vida es única y contribuye a desarrollar su comunidad, si la educación ignora los talentos de esa persona… La depresión es una enfermedad creciente, hay problemas existenciales, y no puede reducirse todo a no sentirse útil económicamente. Los políticos tienen grandes responsabilidades en conectar con la escuela, porque es parte de la solución. No se trata de un sistema educativo u otro, sino de que la civilización utilice la educación para no ir a la catástrofe. Ya no se trata sólo de proporcionar mano de obra al mundo industrial, el mundo es hoy más sofisticado y exige políticas públicas más sofisticadas.

¿Qué opina de los rankings o de las pruebas PISA, que dicen que Corea del Sur o Finlandia ofrecen la mejor educación?
Finlandia es un buen ejemplo. Ambos países obtienen buenos resultados.

Pero son sistemas muy diferentes, ¿no?

Sí. Finlandia no se obsesiona con el propósito económico de la educación. Lo hace bien; las escuelas no examinan todo el rato ni compiten entre sí; la educación se focaliza en las elecciones de los estudiantes, hay menos trabajo académico. Corea del Sur tiene un sistema más enfocado a la evaluación y la competencia y provoca mayor estrés en los estudiantes. El éxito es a un coste más elevado. Hace poco me vi con autoridades educativas coreanas y están intentando reformar la educación para dar más protagonismo a la creatividad y los gustos personales. En China ocurre algo parecido. En distintos países hay cambios, políticos y responsables educativos están entendiendo que no se puede seguir con el sistema educativo rígido que hemos tenido hasta ahora, que los niños tendrán muchos desafíos y que será mejor un sistema que tenga más en cuenta los intereses y los talen­tos personales, no uno basado en examinar o en la competencia, sino una escuela más conectada con la cultura y las familias...

¿Están, en general, mal pagados los docentes? ¿Por qué ya no se les aprecia ­socialmente como antes?
No es igual en todos los lugares. En Finlandia sí son respetados; es una profesión muy exigente y tiene un elevado estatus social. En los países asiáticos, Singapur, por ejemplo, es también una profesión respetada. Debería ser así siempre, pienso yo, pero es cierto que no es lo que ocurre en EE.UU. o en muchos países europeos. No creo que sea sólo una cuestión de sueldo, sino de respeto, del rol o las expectativas sobre la educación… Pero si queremos mejorarla, no lo conseguiremos sin apoyar la docencia como profesión. Como tampoco puedes tener una buena sanidad si los médicos y enfermeras están mal pagados. O no puedes tener un buen restaurante si quien hace y sirve la comida no tiene cierto nivel. Se gasta mucho dinero en asesoría, pero no lo suficiente en personal. Se dedica mucho dinero a implantar el currículo, a los exámenes… y no se tiene en cuenta a los que enseñan, y así no se puede mejorar el sistema educativo.

¿Es partidario de los deberes?
No los veo necesarios. Pero no marcaría una línea de sí o no: depende de la escuela, el profesor, el niño… Para empezar, creo que los niños no ­duermen, en general, lo suficiente. Necesitan dormir bien, pero muchas veces van cansados a la escuela. Y cuando vuelven a casa, a hacer deberes… Las evidencias de sus beneficios son reducidas. Necesi­tan tener vida, ser niños. Pasa igual con los ­adultos. Si los niños no tienen tiempo para jugar, relajarse, desconectar, tampoco ­rendirán en la escuela. Es un error creer que la única ­manera de que los niños consigan logros en la escuela es con más trabajo en casa. Si hacen actividad física, se relajan o salen el fin de semana, estarán más comprometidos y tendrán mejores resultados. Trabajas mejor si tienes descanso, vacaciones… ¿no?

http://www.magazinedigital.com/historias/entrevistas/ken-robinson-es-un-error-educar-solo-para-mundo-laboral

“Hay que hablar en clase de los atentados”, por María Jesús Ibáñez en El Periódico,

No es la primera vez que incluimos artículos de María Jesús Ibáñez publicados en EL PERIÓDICO DE CATALUNYA en el blog, pero es el primero en el que la autora analiza la conveniencia de hablar de atentados en las clases.

___________________________________________________________________________

Alguno sacará el tema. Seguro. Más de un alumno hablará en clase de lo que ha pasado, preguntará a profesores o explicará cómo vivió los atentados de la Rambla de Barcelona y de Cambrils del pasado 17 de agosto. Y si ninguno lo hace, no estaría de más que fueran los maestros quienes plantearan el debate en el aula, al menos en el caso de los adolescentes, sugieren pedagogos, maestros y psicólogos.

Aunque el próximo 12 de septiembre, cuando regresen a la escuela, habrá pasado casi un mes desde los ataques, “el suceso fue algo tan próximo a ellos que probablemente seguirá muy vivo y, pese a que quizás muchos ya lo trataron en el mismo momento con sus padres o con los adultos con los que estuvieran pasando las vacaciones, es conveniente que en la vuelta a clase se dediquen al menos unas sesiones al asunto”, señala Ramon Barlam, profesor en el instituto Cal Gravat de Manresa.

“Es absolutamente imprescindible hablar de ello”, agrega Joel Feliu, psicólogo social especializado en temas educativos y profesor en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). “Aunque ya lo hayan tratado en casa, con el jaleo emocional que suponen las vacaciones, es bueno que la escuela también lo aborde y que aporte argumentos diferentes”, defiende Feliu, que advierte de que “lo ocurrido en Catalunya este agosto es algo que puede volver a pasar, aquí o en cualquier otro lugar, y los jóvenes han de tener herramientas para volver a afrontarlo”.

Cuanto antes mejor

“Hay que hablarlo, claro que sí. Y cuanto antes, mejor. No es un asunto que se deba postergar, hay que plantear debates en clase y tratar de convertir lo que ha pasado en una oportunidad”, afirma rotundo Joan Maria Girona, pedagogo que, en su etapa como maestro trabajó en aulas de máxima diversidad social y cultural. “Es una ocasión para que los alumnos hablen de sus sentimientos, que expresen lo que sintieron entonces y lo que sienten todavía ahora: rabia, miedo, odio, impotencia, estima, lo que sea que les venga a la cabeza”, prosigue Girona.

“Si no se habla de los ataques en el aula, con el profe de mediador, los niños lo harán en el patio, sin un adulto que guíe el debate”. Joan Maria Girona, maestro, especialista en aulas de alta complejidad.

Es, a su entender, un debate ineludible. “Entre otras cosas, porque si no se habla en clase, con el profesor como mediador, es muy probable que el asunto salga en un momento u otro, en el patio, y entonces las discusiones las tengan los alumnos entre sí, sin un acompañamiento adulto”, señala el veterano maestro. “Y eso sería peor”, considera.

No es un tema que se pueda liquidar con una simple charla, hay que ir más al fondo”, prosigue Ramon Barlam. “Las reflexiones sobre lo ocurrido deberían estar presentes a lo largo de todo el curso, cuando el momento lo permita”, propone este docente de Manresa, que ha sido tutor durante años de aulas de acogida.

Un problema más profundo

El problema, sostiene Joan Maria Girona, “no es que dos niños puedan pelearse porque tienen criterios u opiniones distintas. El verdadero problema es la situación previa que ha generado un ataque terrorista como el que hemos vivido, y para analizar y comprender el fondo de esta cuestión  los estudiantes necesitan de la guía de un profesor”, concluye.

“No es un tema que se deba liquidar con una sola charla, hay que trabajarlo todo el curso”. Ramon Barlam, profesor de secundaria en el instituto Can Gravat de Manresa

El relato será muy distinto según la edad de cada grupo de alumnos. O según la tipología de cada clase (si hay más o menos niños inmigrantes, o en función del origen de cada uno de ellos). “No se trata de ofrecerles una respuesta única y definitiva a sus preguntas, sino de dejarles hablar, de interrogarles y de ir conduciendo la conversación hacia temas como la tolerancia, las religiones, la violencia…”, propone Girona.

Con los niños más pequeños, los psicólogos recomiendan abordar la cuestión dejando que sean los propios menores quienes hagan las preguntas que precisen hacer. Las respuestas, recomienda la Red Nacional de Psicólogos para la Atención de Víctimas del Terrorismo, deben ser siempre “sinceras, honestas, sin rodeos y sin mentiras”. “No está de más, en el caso de infantil o los primeros cursos de primaria, que el maestro les pregunte si están inquietos o preocupados por algo”, opina Joel Feliu. “Pero yo no soy partidario de sacarles el tema si no son ellos los que preguntan por ello”, añade.

Si llega el caso, conviene “utilizar un lenguaje sencillo y sin exceso de dramatismo” y “evitar expresiones del tipo: ‘Tranquilo, que esto nunca va a suceder aquí’”, recomienda la red de psicólogos especializada en víctimas de terrorismo. Los menores han de saber, sin embargo, que los adultos no siempre van a tener una respuesta a sus interrogantes. Tampoco es aconsejable, dice la entidad, “ir más allá de lo que los niños quieran saber”.

Claustros preparados

Con los más mayores (a partir de quinto de primaria, por ejemplo), los atentados pueden tratarse “en las clases de tutoría, en las del área de ciencias sociales”, sugiere Girona. Tras el atentado del club Bataclan de París, en noviembre del 2015, Barlam introdujo el asunto en clases de lenguas y propuso a sus alumnos que escribieran pequeñas frases –de 140 caracteres, como Twitter– explicando qué pensaban sobre lo ocurrido.

“Todos los profesores han de prever que el tema saldrá en un momento u otro y han de estar preparados para dar respuesta a las inquietudes de sus estudiantes, y esto no solo implica a los tutores de cada curso, no se les puede dejar solo a ellos esa responsabilidad”, avisa Feliu. También los especialistas de Historia, de Economía, de Ciencias Sociales han de ser hábiles y han de estar preparados para responder y contextualizar lo que ha pasado, propone el profesor de la UAB.

“Los profesores han de estar preparados e informados para responder las cuestiones de los más mayores”. Joel Feliu, psicólogo social y profesor en la UAB

“Y si se encuentran con que alguno de sus alumnos realiza comentarios xenófobos o islamófobos, que opten por demostrarles lo equivocados que están con buenos argumentos, no con prohibiciones o castigos, porque eso puede llegar a ser contraproducente”, recomienda.

“Está claro que los claustros de profesores vamos a tener que hablar estos días sobre el tema, con mayor o menor intensidad, para prepararnos ante lo que puedan plantear nuestros alumnos”, admite Barlam, que como el resto de docentes catalanes se incorporó este viernes a su centro educativo.

La Conselleria d’Ensenyament recuerda, en este sentido, que los profesores tienen su disposición materiales como el protocolo genérico contra el odio y la discriminación, “además de los planes de convivencia de cada escuela e instituto, en los que se establecen actividades para desarrollar con los estudiantes”.

Algunas ideas didácticas

Un debate necesario en todas las aulas 

“¿Quiénes son los malos?”, le preguntaron a Joan Maria Girona unos alumnos tras los atentados de la discoteca Bataclán de París. “Dejé que reflexionaran y que extrajeran sus propias conclusiones”, recuerda el docente. La mayoría de aquellos niños, alumnos de distintas procedencias, dedujeron que el problema eran los radicalismo. ¿Qué pasa en los colegios donde apenas hay presencia inmigrante? ¿Y si los padres no quieren que se hable más del tema? “Hablarlo es bueno para todos y necesario, siempre respetando todas las identidades, claro”, replica Ramon Barlam.

Utilizar materiales periodísticos

“Somos muchos los docentes que trabajamos en clase con artículos de prensa para tratar temas de actualidad, es una herramienta que nos permite generar debates y, a la vez, desarrollar la comprensión lectora de los estudiantes”, señala Ramon Barlam, profesor del instituto Can Gravat de Manresa. Una de las imágenes de estos atentados, la realizada por el fotoperiodista Jordi Cotrina y en la que se ve el imán de Rubí recibiendo un abrazo de Javier Martínez, padre de un niño de tres años muerto en el ataque de la Rambla, encaja con esta metodología, destacan los expertos.

Los padres de Xavi Martínez, el niño de 3 años muerto en el atentado de la Rambla, abrazan al imán de Rubí. / JORDI COTRINA

Implicar a las familias de los estudiantes

“A partir de las conclusiones de los debates organizados en clase se pueden montar actividades de todo tipo, como murales y pequeños textos, en las que es recomendable hacer también partícipes a padres y madres”, propone Ramon Barlam. “La implicación de las familias es fundamental en estos casos”, destaca el profesor, que considera muy importante ayudar (sobre todo) a las madres de estudiantes inmigrantes, “para que sepan cómo hacer el acompañamiento educativo de sus hijos. Ya no solo en temas como este, sino en otros muchos de su vida escolar”, destaca.

UNA ALTRA ESCOLA, UN DOCUMENTAL DE 3O MINUTS

El pasado domingo el programa 30 MINUTS de TV3 trazó una ponaorámica de escuelas de primaria y secundaria tanto públicas como privadas que han empezado a hacer una manera diferente de hacer clases y de transmitir conocimientos poniendo el foco más en el alumno que en el profesor, quien más bien tendría el rol de acompañante.

Obviamente subyace una crítica a los métodos de la escuela tradicional basados en las clases magistrales y los exámenes que miden la capacidad memorística de los alumnos.

http://www.ccma.cat/tv3/alacarta/programa/una-altra-escola/video/5620064/

  1. Dividid una página en cinco columnas y en cada una poned el nombre de las escuelas/institutos que aparecen en el documental y el del Institut Josep LLuís Sert y debajo las características de cada modelo.
  2. ¿Son iguales? ¿Cuál os ha gustado más y cuál menos?
  3. ¿Son diferentes los de la escuela pública que los de las escuelas concertadas? ¿A qué se debe?
  4. ¿Y cuál es el papel de los padres?
  5. ¿Hacemos en el instituto algo parecido? ¿Cuándo?
  6. ¿Creéis que todo blanco o negro, que estos sistemas educativos son tan buenos y el nuestro tan malo?

 

EL TEMA DE LA SEMANA: EL PRIMER DÍA DE TRUMP COMO PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS

Me preguntaba si este es un tema de SOCIALS SERT o de DEBATS SERT, si era mejor hablar de la nueva presidencia de los Estados Unidos en un blog dedicado a la historia o en otro más volcado a los temas relacionados con temas de tutoría para alumnos, padres y profesores.

No han sido las imágenes de los últimos momentos de Obama en la Casa Blanca ni el juramento de Donald Trump en las escaleras del Capitolio quien me ha decidido incluir esta tema aquí, en DEBATS SERT; ha sido la lectura de este cómic, “Presidente Trump: Dios perdone a América” de Pablo Ríos.

Resultado de imagen de presidente trump pablo rios

En clave de humor (negro) plantea qué es lo que puede hacer Trump en su primer días en su Despacho Oval porque se aburre o no sabe nada de política interior o exterior.

Se dice en la página web de Roca Editorial: ¿A quién llamará primero? ¿Cómo empezará a gobernar? ¿Será capaz de cumplir sus promesas electorales? ¿Qué sabe sobre justicia, sobre derechos humanos o sobre el cambio climático? La elección de Donald Trump como nuevo presidente de los Estados Unidos nos ha pillado a todos con el paso cambiado. Una campaña agresiva como no se había visto en décadas, unas declaraciones fuera de tono, un electorado mareado y, de repente, un presidente insólito. ¿Y ahora qué? Donald está casi tan sorprendido como el resto del mundo.

Resultado de imagen de presidente trump pablo rios

Precisamente eso es lo que os proponemos:

a) que analicéis EN GRUPOS DE CUATRO/CINCO PERSONAS más seriamente CADA UNO DE LOS SIGUIENTES TEMAS:

  • Los ocho años de Obama: los problemas que quería solucionar en el país y en el extranjero (EEUU es la gran superpotencia del mundo) y lo que finalmente ha hecho.
  • Los aspectos más importantes de la campaña electoral entre Trump y Clinton: cuáles eran sus opiniones y prioridades y por qué perdió Hillary.
  • Lo que ha dicho y hecho Trump después de las elecciones y antes del juramento.
  • Analizar los problemas a los que se va a enfrentar. ¿Viviremos en un mundo más seguro o no?

b) A continuación formaréis OTROS GRUPOS con persones que han analizado cada uno de los temas para hacer un ESCRITO/REFLEXIÓN DE CARÁCTER MÁS GENERAL.

Para ello os damos la dirección de algunas páginas web:

  1. http://cnnespanol.cnn.com/2017/01/10/el-fin-de-la-era-obama-balance-de-8-anos-de-gestion/#0
  2. http://www.elmundo.es/opinion/2017/01/19/587fbe2622601de65e8b4640.html
  3. https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_presidenciales_de_Estados_Unidos_de_2016
  4. http://internacional.elpais.com/internacional/2017/01/20/estados_unidos/1484941876_684672.html
  5. http://www.lavanguardia.com/internacional/20170121/413542882023/cuanto-durara-donald-trump-presidencia.html

Como es lógico, podéis buscar más información.