18.- Competencias básicas.

COMPRENSIÓN LECTORA.-

a) Dedicar el primer minuto a leer las preguntas.

b) Leer los textos un mínimo de dos veces; la primera, marcando ya alguna respuesta y la segunda más despacio que la primera.

c) Si da tiempo, hacer una revisión de las respuestas elegidas; al menos, de las que más te hayan hecho dudar.

 

EXPRESIÓN ESCRITA.

a) Saber qué te van a valorar A, R, S, L, O, M y P.

b) Adecuarte al título.

c) Que haya orden, que enlaces bien las O y que haya variedad de ideas.

d) Que el vocabulario sea variado, sin palabras comodín, y de un  registro adecuado (standard, no coloquial).

e) Usar bien los tiempos verbales.

f) Que no haya errores ortográficos.

g) La presentación cuenta aprox. un 10 %. Que se aprecien bien los párrafos, que no haya tachones y que se respeten los márgenes.

h) CONSEJO. Hacer un mínimo esquema para garantizar que tu texto tiene orden y profundidad.

d) CONSEJO FINAL.  Importantísimo.

 

 

 

REDACCIÓN. Los avances científicos.

 

Esquema previo:

a) Constatar lo positivo de la aplicación de los avances científicos.

b) Afirmar que los avances del futuro pueden comportar grandes ventajas y algunos peligros.

c) Conclusión: el criterio del progreso científico debe ser la mejora de la vida humana.

 

Los descubrimientos científicos han acompañado a la humanidad desde las primeras civilizaciones y es indudable que nos hemos beneficiado de los progresos que han traído. Gracias a ellos ha aumentado la esperanza y la calidad de vida, pero ¿somos conscientes de lo todas las consecuencias que el desarrollo científico puede comportar?

Por una parte, la ciencia nos ha ayudado notablemente; ha interferido positivamente en la vida de todos y se espera que el futuro nos depare logros aún mayores. Por ejemplo, algunas enfermedades (actualmente sin solución) se podrán curar; también, se crearán artilugios inimaginables que nos acompañarán en el día a día. Sin embargo, desconocemos el peligro de estos prodigios que quién sabe si podrían causar catástrofes biológicas a causa de experimentos fallidos.

En consecuencia, se ha de procurar que una visión humanística rija las capacidades del progreso, ya que no sabemos lo que pueden desencadenar los avances descontrolados. Si olvidamos que el centro de interés de estos avances debe ser la mejora de la calidad de vida humana, corremos el peligro de que, como ha pasado en el siglo XX con innovaciones militares como las bombas nucleares, el progreso se utilice, contradictoriamente, para perjudicar a sus protagonistas: los seres humanos.

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