[Foto: ggmare, desde Pixabay]
La Ciudad Encantada de Cuenca es un paraje natural español de formaciones rocosas calcáreas formadas a lo largo de miles de años. Hace aproximadamente noventa millones de años, el río Júcar, a su paso entre Uña y Villalba de la Sierra, forma un gigantesco y impresionante cañón. Es aquí, a casi mill quinientos kilómetros de altitud, donde la naturaleza se ha permitido uno de esos caprichos que llenan siempre de asombro al viajero. Una superficie donde el aire y el agua han unido sus fuerzas naturales, para esculpir las fascinantes formas de la ciudad. Donde la caprichosa naturaleza ha dado forma sin la intervención de la mano del hombre y ha conseguido modelar figuras humanas, objetos, animales de gran tamaño. Para recorrerlo hay que hacer una ruta señalizada de unos tres kilómetros de longitud, de dificultad mínima. Caminando por La Ciudad Encantada se crea ilusión de hacerlo por una ciudad cíclopea y laberíntica con sus calles y plazas, altos edificios, puentes romanos y puertas góticas. También es muy interesante visitarla en todas las estaciones, cualquier epoca del año es la mejor. Así como todo lo que la rodea, como su flora o fauna. La vegetación, espléndida, formada por pinos negrales, enebros, boj, sabinas, endrino, agracejo… En relacón a la fauna se encuentran animales como el zorro, el ciervo, el lagarto ocelado, la garduña o el petirrojo. Fue declarado el 11de junio de 1929 Sitio Natural de Interés Nacional. Actualmente se incluye dentro de los límites del Parque Natural de la Serranía de Cuenca y desde entonces es una atracción de lo más querida en Cuenca y toda España. Federico García Lorca le dedicó un soneto y el sitio salto a la fama por haber sido elegido como localizacion para la película “Conan “. Cuenca tiene muchos rincones interesantes, como la “Ventana del Diablo”,”El asombroso nacimiento del río Cuervo “,”Los callejones de las majadas “.Un sinfín de sorpresas que la naturaleza nos regala. Hay lugares que son capaces de despertar más de una conciencia dormida…
Natella