Hay dos lugares en mi casa donde me gusta pasar el tiempo: mi cocina y mi sofá. La cocina no es solo para cocinar, también sirve para charlar con mis amigos tomando té o a veces estudiando (la cocina tiene una mesa grande). En la esquina izquierda hay una nevera con algunos imanes en la puerta. Antes la había tenido mucho más “decorada”, pero lo quité todo porque resultaba un inconveniente. Encima de la nevera hay un microondas sobre el que pongo cajas de cereales, servilletas y pequeñas figurillas del Kinder Sorpresa. En las paredes cuelgan muchos armarios para guardar cosas. Normalmente los uso solo para guardar especias y cosas ligeras. Sobre un superficie para trabajar están los ingredientes que he usado para elaborar una ensalada superfácil de perejil, sardinas y con un toque de limón (¡muy rica!). Justo al lado está la tabla de corte y una ensaladera. Detrás hay una pila con grifo para lavar la vajilla. Para secarla, uso un escurridor de platos que está en la esquina derecha. En el centro de la cocina tengo una placa de vitrocerámica donde ahora puedes ver una sartén y una olla. Aunque a mí no me gusta mucho cocinar, lo hago porque prefiero la comida saludable. Lo que me gusta mucho es tomar té y por eso tengo una colección muy grande de esta infusión en mi casa. Creo que mi cocina me sirve perfectamente para mis necesidades.
Kseniia