Daily Archives: 30 septiembre 2008

SÉNECA. Sobre la Felicidad

Capítulo 3.

La felicidad verdadera.

Busquemos algo bueno, no en apariencia, sino sólido y duradero, y más hermoso por sus partes escondidas; descubrámoslo.

 

No está lejos: se encontrará; sólo hace falta saber hacia dónde extender la mano; mas pasamos, como en tinieblas, al lado de las cosas, tropezando con las mismas que deseamos. Pero para no hacerte dar rodeos, pasaré por alto las opiniones de
los demás, pues es cosa larga enumerarlas y refutarlas; oye la nuestra.

 

Cuando digo la nuestra, no me apego a ninguno de los maestros estoicos: también yo tengo derecho a opinar. Por tanto, seguiré a alguno, pediré a otro que divida su tesis, tal vez después de haberlos citado a todos no rechazaré nada de lo que decidieron los anteriores, y diré: “Esto opino también.”

 

Por lo pronto, de acuerdo en esto con todos los estoicos, me atengo a la naturaleza de las cosas; la sabiduría consiste en no apartarse de ella y formarse según su ley y su ejemplo. La vida feliz es, por tanto, la que está conforme con su naturaleza, lo cual no puede suceder más que si, primero, el alma está sana y en constante posesión de su salud; en segundo lugar, si es enérgica y ardiente, magnánima y paciente, adaptable a las circunstancias, cuidadosa sin angustia de su cuerpo y de lo que le pertenece, atenta a las demás cosas que sirven para la vida, sin admirarse de ninguna; si usa de los dones de la fortuna, sin ser esclava de ellos.

 

Comprendes, aunque no lo añadiera, que de ello nace una constante tranquilidad y libertad, una vez alejadas las cosas que nos irritan o nos aterran; pues en lugar de los placeres y de esos goces mezquinos y frágiles, dañosos aún en el mismo desorden, nos viene una gran alegría inquebrantable y constante, y al mismo tiempo la paz y la armonía del alma, y la magnanimidad con la dulzura, pues toda ferocidad procede de debilidad.

 

CONEIXEMENT

El coneixement se situa per sobre de la creença. És un tipus de creença que podem demostrar, que podem provar. La possibilitat de justificar de forma racional alguna cosa (el donar-hi raons suficients) és el que caracteritza el coneixement.

Passem, així, de l’esfera de la subjectivitat (l’opinió i la creença) per instal·lar-nos en l’àmbit de la pretensió d’objectivitat. Podem llavors parlar de consens racional, i de la possibilitat d’establir una comunitat de saber amb els individus de l’entorn, ja que podem compartir continguts que ens permeten avançar de forma col·lectiva.

Finalment queda així establert que la creença esdevé coneixement quan es pot provar de manera objectiva.

CREENÇA

Parlem de creença quan estem segurs d’una cosa encara que no tinguem proves per demostrar-la. Aquesta incapacitat per a justificar les nostres creences és el que distingeix aquest estat de l’autèntic coneixement.

El que es dóna, doncs, és un estat de consciència que ens permet abordar una problemàtica amb una aparent seguretat que rau, sovint, en l’experiència. Malgrat tot, confonem aquesta creença amb un coneixement consistent suportat per proves o per argumentacions correctes.

Fonamentalment, per tant, la creença ens eleva per sobre de l’opinió i ens permet alimentar unes seguretats cognoscitives. Però no estem, encara, en la certitud del coneixement.