“No hablo aquí de la derrota de los vencidos sino de la derrota de todo un país, la derrota colectiva de quienes vivieron con miedo el silencio de estas historias. Por eso, el libro pretende ser, también, un homenaje a la memoria de nuestros padres”.
Alberto Méndez
Los girasoles ciegos està format per quatre contes que transcorren en els anys més durs de la posguerra, de 1936 a 1942. És un llibre que parla de les conseqüencies de la guerra civil entre els vençuts, gent humiliada que tot i la resistència inicial finalment baixen els braços i s’abandonen a la derrota. Cada conte és una derrota.
– Primera derrota: 1939 o Si el corazón pensara dejaría de latir. Un capità franquista, en assabentar-se que estan a punt de guanyar la guerra civil, decideix rendir-se als republicans.
»Preguntado acerca de si son las gloriosas gestas del Ejército Nacional la razón para traicionar a la Patria, responde: que no, que la verdadera razón es que no quisimos entonces ganar la guerra al Frente Popular.
»Preguntado que si no queríamos ganar la Gloriosa Cruzada, qué es lo que queríamos, el procesado responde: queríamos matarlos».
– Segunda derrota: 1940 o Manuscrito encontrado en el olvido. Un poeta adolescent, en la seva fugida cap a França, queda atrapat en una cabana amb el seu fill acabat de neixer i la dona, morta en el part.
– Tercera derrota: 1941 o El idioma de los muertos. Un pres republicà esquiva la mort, un dia rera un altre, inventant heroicitats sobre el fill de qui l’ha de condemnar.
Tuvo otra visita de la mujer del abrigo de astracán y su sumiso marido. Volvió a mentir, a inventarse historias y detalles heroicos que arrancaban la complacencia de aquellos labios incoloros y rígidos a los que nadie nunca hubiera atribuido la capacidad de besar. Pero, como a Sherezade, aquellas mentiras le estaban otorgando una noche más. Y otra noche más.
– Cuarta derrota: 1942 o Los girasoles ciegos. La història d’un republicà que viu amagat a l’armari de casa mentre veu com el sacerdot de son fill li assetja la dona.
Comenzó a prevalecer el hombre inerte, empeñado en adquirir cada vez más transparencia, en ocupar un lugar cada vez menor en el espacio. Aun estando solo en casa permanecía horas y horas encerrado en el armario.
Però el que espanta és que les històries són reals. No són invencions.
Porque el personaje que se rinde a los republicanos madrileños el día antes de que los nacionales tomen la ciudad existió, no se llamaba Alegría pero le pasó algo muy parecido. Lo del poeta escondido en las brañas también es cierto. Yo hablé con el pastor que encontró los esqueletos en 1940, en los altos de Somiedo. Me contó que en la cabaña había una bandera republicana pero yo lo eliminé. He quitado todo lo que fueran grandes gestos, he intentado no hacer ninguna proclama. El protagonista del tercer episodio, el de la cárcel, es Juan Senra, un viejo militante del Partido Comunista ya fallecido. El coronel Eymar, el juez sanguíneo, también existió. El último cuento transcurre en la calle Alcalá, donde yo nací y viví. Y, efectivamente, iba al colegio de la Sagrada Familia que estaba lleno de religiosos rijosos.
[Extracte d’una entrevista a Alberto Mendez]
Acabem l’article amb el trailer de l’adaptació cinematogràfica del quart conte, que va fer Jose Luis Cuerda l’any 2008.
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* Aquest nota preten ser un apunt breu de la novel·la que estem llegint al taller de literatura de l’escola. Si vols afegir-t’hi envia un email a josepmaria.badia@gmail.com