Author Archives: Profesor Soldevilla

Tres sombreros de copa

Este blog nace con la intención de convertirse en un práctico instrumento que acompañe la lectura de Tres sombreros de copa,  la singular obra de Miguel Mihura. Consultar este blog es una manera complementaria de acercarnos a un texto ácido y divertido, pero más amargo de lo que puede parecer en algunos momentos; como correspondería a un blog sobre un texto teatral, sólo nos queda decir: ¡arriba el telón¡

Miguel Mihura

 

 

La figura de Miguel Mihura se hace a veces difícil de delimitar; polifacético y huraño, los acercamientos a su obra y a su persona nunca han sido sencillos y fáciles. Se le puede calificar de humorista, entendiendo este concepto en toda su complejidad, es decir, como un individuo que, a través del humor, revisa la realidad y pone de manifiesto sus contradicciones. Dibujante, cuentista, cineasta, traductor y dramaturgo -entre otras muchas cosas-, Mihura es un autor de una notable complejidad que, a través de la risa, nos hace reflexionar sobre nuestras acciones. Si navegamos por la red,  la presencia de Mihura no está a la altura de su importancia: la wikipedia ofrece una breve ficha, no abundan las páginas sobre su obra aunque hay un sólido portal que recoge una buena selección de recursos.

Una chistera -o un sombrero de copa-

Un sombrero de copa, o sombrero de copa alta, coloquialmente llamado galera en la Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay o chistera en España, es un tipo de sombrero alto, con la cima plana y el ala amplia usado por los hombres a lo largo del siglo XIX y comienzos del XX siendo ahora utilizados solamente con etiqueta de día o conjunto formal de noche. Si queremos saber algo más sobre este curioso objeto, la wikipedia ofrece algunas curiosidades.

Un pato con sombrero de copa

 

Cuando Carl Barks, el mejor dibujante de patos de la factoría Disney, creó en 1947 la figura inolvidable del Tío Gilito quiso crear una brillante caricatura del capitalista, tan obsesionado por acumular riqueza que nunca pudo llegar a invertir ni un centavo sin que le doliera terriblemente desprenderse de sus monedas. Cuando el gran Carl Barks -no confundir con Karl Marx- quiso crear esa figura, emblema y parodia del capitalismo,  no dudó ni un instante en dotarlo de un inconfundible sombrero de copa.

Nota para patoeruditos; la magnífica ilustración que acompaña esta entrada no es de Barks, sino de ese gran dibujante actual de patos que es Don Rosa

Mihura y el rincón del vago

A Mihura le habría divertido que existiese un lugar público que se llamase el rincón del vago; de alguna manera, tiene algo de humorístico ese lugar inexistente donde la gente trabaja mucho para que los otros no trabajen. Casi parece el título de una obra de Mihura. En todo caso, el portal hace honor a su nombre y si lo visitamos descubrimos que hay muy poca información sobre Tres sombreros de copa.  La mejor actitud sigue siendo leer la obra…

Un sombrero de copa… policial

Un alumno nos ha recordado un singular sombrero de copa, el que lllevan los Mossos d’Esquadra cuando lucen su uniforme de gala. al buscar la explicación de sta singular indumentaria, la oficina de comunicación de este cuerpo policial nos dice lo siguiente:

Si bé l’aspecte que més crida l’atenció sobre la uniformitat de gala és l’ús de l’espardenya de Valls i el barret de copa alta amb escarapel.la de Catalunya, aquest és un fet que respon a la tradició històrica. Sobre aquestes peces de roba s’ha escrit molt i, sense la voluntat de donar una interpretació definitiva del fet, volem comentar dues línies explicatives. La més tradicional i poètica comenta que els mossos portaven espardenyes i barret de copa perquè en el seu ideari hi havia la doble voluntat de servir de la mateixa manera els pobres i els rics. Les espardenyes representarien els ciutadans més humils, i el barret de copa, les classes més afavorides. La segona versió, menys poètica però amb més concordança amb la realitat, diu que el calçat tradicional a la Catalunya rural dels segles anteriors era l’espardenya de cànem trenat, i el barret de copa era la peça que es portava al cap a les ciutats del segle XIX.

Una obra popular

Tres sombreros de copa se estrenó en los ámbitos universitarios, fracasó en los teatros comerciales y ha tenido durante décadas una extraña -y merecida- pervivencia en los grupos de teatro de institutos. Por su condición de clásico del siglo XX, por su humor disparatado, por su sencilla puesta en escena o por la arrolladora fuerza de algunos peronajes, ésta ha sido una obra insistentemente representada en los centros de enseñanza secundaria. Si nos vamos a youtube -yutuf para quienes se esfuerzan en aparentar que saben inglés- y tecleamos en el buscador Tres sombreros de copa vemos aparecer una colección de propuestas estudiantiles. Unas mejores, otras más sencillas, pero todas demostrando que la obra sigue vive en los escenarios más vitales y exigentes.

Una bota

 

 

La primera escena tiene un primer arranque de humor absurdo con la presencia de la bota debajo de la cama. El encuentro entre don Sarmiento y Dionisio se mueve en cauces de cierta normalidad hasta que irrumpe ese objeto con el que se establece una relación de desborda los parámetros de lo previsible. ¿Qué hace una bota debajo de la cama? ¿Cómo es que nadie la ha recogido? ¿No se limpia en esa pensión? ¿Por qué no se indigna el cliente? La aparición de un elemento extraño y la respuesta imprevisible de los personajes será uno de los mecanismo de humor de toda la obra.

Lo cursi

Uno de los objetivos de crítica de Mihura es lo cursi. ¿Qué es lo cursi? Lo ridículo con apariencia de elegante y sensible, lo almibarado, lo que quiere ser refinado y sólo es ridículo. En tiempos de Mihura cursis eran los muchachos atildados y cargados de sentimientos ridículos, las muchachas que tocaban el piano para aparentar buena posición, los poemas de amor herederos de un modernismo trasnochado. Hoy en día sería cursi un pastel con forma de corazón, un perro con lacitos, un power point que nos explica “El amor es…”, dos osos amorosos…  ¿qué más sería cursi en nuestros días? Se aceptan propuestas.

Llega Paula

La irrupción de Paula en la habitación de Dionisio supone un ruptura, pero también un nuevo aire en la vida del apocado novio. Frente al mundo burgués y encorsetado que representa Margarita, Paula es la frescura y la espontaneidad. La confusión que se genera al descubrir Paula a Dionisio en pose de malabarista, con tres sombreos de copa, permite una situación cómica que va a tener desarrollo a lo largo de toda la obra. Son los años del Music Hall, del charlestón, de las primeras mujeres que se atreven a fumar, siempre con elegantes y largas boquillas. Acabamos de pasar los locos años veinte y Dionisio se va a sentir arrastrado por esa corriente de vitalidad que representa Paula.