Paula y las chicas de Buby no llevan sólo una vida divertida y festiva; el desarrollo de la escena nos muestra cómo tras la aparente vitalidad de la farándula se esconde una existencia dura, limítrofe con la marginalidad, la violencia y la prostitución, una vida donde se tiene que flirtear con ancianos militares y con odiosos señores. Paula es una chica de vida alegre -así se decía entonces-, pero la suya no es una vida alegre. Por eso Dionisio y su inocencia y sinceridad suponen un aire nuevo en su vida, una ilusión, una esperanza quizás de escapar del control de Buby, desenmascarado aquí casi como un proxeneta.
La ilustración que acompaña este post reproduce a Betty Boop, el sensual personaje de dibujos anuimados creado por Max Fleischer en 1930 que encarnaba la visión más amable, divertida y rijosa del mundo de las coristas y cabareteras.
