Últimamente ha aparecido una nueva modalidad de correo, llamado electrónico, con el que podemos comunicarnos a través de internet de manera sencilla y asombrosamente rápida. Las diferencias entre este tipo de comunicación escrita y la carta tradicional son diferencias que radican en el tipo de soporte que se utiliza, no en el contenido. Mientras que para la carta sigue siendo la hoja de papel el objeto que sirve de canal para establecer la comunicación entre el emisor de la misma y su receptor, en el correo electrónico es la pantalla del ordenador y un programa como Office Outlook los que nos permiten el contacto. Éste, además, se realiza de manera inmediata: una vez escrito el texto, el emisor sólo tiene que pulsar unas cuantas teclas para que el mensaje sea enviado a través de la red, de tal suerte que el receptor podrá leerlo a los pocos minutos. La carta, en cambio, y en función de la distancia que separa a emisor y receptor de la misma, necesitará varios días para llegar a su destino, no sin pasar antes por las manos de varios intermediarios. Tales diferencias, sin embargo, no hacen a un medio mejor que el otro. Cartas en papel se siguen escribiendo, cada vez menos, eso sí, puede que porque el acto de elaborarlas y después leerlas nos siga resultando mucho más íntimo que el hacerlo en la fría pantalla del ordenador. Para que puedas sacar tus propias conclusiones al respecto, te propongo que realices los ejercicios recogidos en la Actividad 8
El correo electrónico
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